La chica frente a mí se veía divertida mientras veía su celular. No pude evitar empezar una conversación.
–¿Qué es eso que te da tanta risa?– pregunté. Ella bajó el dispositivo y me miró. Sus ojos cruzaron miradas con los míos y sonrió.
–Estaba leyendo algunos mensajes antiguos. Solo cosas que me contaba Prest antes de que perdiéramos conexión.– contestó, acercándose a mí. Me mostró la pantalla de su celular. En ella se veían bromas y saludos–. Por cierto, Alexander dejó de contarme de su "novia de intercambio", ¿sabes que habrá pasado con ella?
–¿Novia de intercambio? ¿Qué es eso?
–Pues había una chica que dijo que le atraía. Pero una vez que convenza a su madre de que puede vivir solo piensa volver a L.A conmigo y el resto de nuestros amigos. Lastima que esa chica solo habrá sido su novia de intercambio. Para pasar el rato, ¿Sabes? Eso si al menos llega a ser su novia claro.– respondió sin darle mucha importancia.
–Vaya, no sabía nada de eso.
–Su padre quería que estudiara en la escuela en la que él daba clases y Alexander haría lo que fuera porque pase. Luego de su muerte, hace todo lo que puede por estar cerca de él. Se llevaban muy bien. Sus canciones siempre fueron mis favoritas.
–¿Sus canciones?
–Las que componían juntos. Sonaban increíble. Y con Aisha era incluso mejor...sabes quién es ella, ¿cierto?
–Claro que lo sé. Esa niña es grandiosa.– concluí y bebí de la malteada que había ordenado. Luego de unos minutos Alexander y Gregory volvieron al lugar.
Alexander se sentó a mi lado y estiró el brazo. Pero no tomé su mano. Mientras comíamos Ainsley mencionaba las fiestas a las que asistían juntos y él cambiaba el tema. Yo solo sonreía y Gregory los ignoraba.
–Deja ya de hablar, ¿quieres?– dijo Alexander enojado. Ainsley lo miró, pero no parecía sorprendida–. Lo que me suceda o haya sucedido no es algo que tú debas hablar. Yo contaré mi historia cuando quiera hacerlo. Solo para.
–No, déjala hablar, porque creo que esta será la única manera de que yo pueda enterarme un poco más sobre ti...Sobre tu vida...–respondí lo más calmada que pude.
Editado: 29.12.2020