Su entrada al programa de recuperación fue una calamidad, Rogelio tenía la facultad de provocar el amor o el odio más profundo. Era todo o nada.
Encontró en este grupo a Judas, un compañero fuera de serie, era todo lo contrario a él. Judas era incontenible, seguía sus instintos, al contrario de R. que era más prudente y extático. R. tuvo un impulso que lo llevó a tomar como consejero a Judas y no era que Judas fuera malo, pero no tenía límites.
Rogelio mantiene una ambiguedad sexual delirante y de eso se aprovechó Judas. Es un sodomita en potencia. Convenció a R. de cometer los actos sexuales más viles, como los de Sodoma y Gomorra. Asimismo conoció a Aurelia, esta mujer era beata, centrada. Aurelia le comentaba a R.:
-No deberías juntarte tanto con Judas, ese hombre lleva años en el programa y no tiene logros en su recuperación.
Aurelia estaba enamorada de R. y haría lo imposible por librarlo de las garras de Judas.