VI

Un terraplen de emociones invadia el lugar, la sala del grupo estaba repleta. Caras, rostros discordantes. Olia a enfermedad. a inquietud, a fuga. R. estaba atonito, estupecfacto. Aurelia imponia serenidad, Judas se regocijaba en su egoismo y magnificencia. Los compañeros compartian, pasaban el cafe, sorbo tras sorbo. Un dia dura 24 hrs., dulces 24. Podrian ser las ultimas o unas mas. Junta muchas 24 hrs., la vida no me exigia demasiado para ser feliz. Solo ser.

Me engullia el alma, mi espiritu se empequeñecia, mis ojos se sobresaltaban, mi miopia cada vez era mas notable. Queria pertenecer a algo o a alguien. Estaba Ernesto, el espejo.

Nunca me habia percatado que estsba tan loco, es dificil asumirlo, cuando siempre has pregonado locura como un juego de niños. Pensar que tu realidad no es la de los otros, no es la de mi madre, la de mi hermana o J.

Los hermosos perros C. y L., la primera dulce y con carita de angel, la segunda cariñosa y sentimental. Si me desmorono, el tiempo se detendra una milesima de segundo, no mas. Tengo mas herramientas para quedarme, gracias a ti Creador, dime donde est``as, donde emerges, mientras extiendo mi mano al cielo, acariciando el sol, las nubes.