Te quiero por las noches en las que faltas, te quiero como para escuchar tu risa todas las noches y dormir en tu pecho, sin sombras ni fantasmas, te quiero como para no soltarte jamás...
-Mario Benedetti.
Tishan
Siento unos fuertes empujones y me despierto, topándome con una muy enfurecida Adriana, joder ayer fue la primera noche que no tuve una pesadilla y ella me sacude como si fuera un muñeco de trapo, en lugar de dejarme dormir.
-que quieres maldita desquiciada- le digo con voz ronca, incorporándome
-quiero que te calles la boca y me ayudes a bajar del árbol, hay personas que estudiamos y tenemos un horario de entrada- señala la hora en su teléfono y de hecho si es tarde son las diez menos cinco.
-que te hace pensar que me interesa- levanto una ceja
Ella se acerca y me señala con el dedo tratando de verse intimidante pero logrando todo lo contrario- escúchame bien maldito psicópata, me ayudas a bajar o juro por Dios que terminaras en el césped con una fractura en las costillas- le creo a pesar de que parece pitufina por su tamaño tiene fuerza.
Volteo mis ojos- si me haces cualquier cosa la liga de la justicia te expulsara por dañar a un indefenso- me da una mirada asesina- pero te ayudare para que me dejes de joder- me levanto y empiezo a bajar con cuidado ya que el árbol es muy alto.
-tengo miedo- dice asiendo que me sorprenda, anoche subió como si nada y ahora tiene miedo, ella al parecer nota mi confusión y aclara- no le tengo miedo a las alturas, es ha caerme y hacerme daño.
-solo no pienses en lo alto que es y mejor imagina que estas en algún lugar que te guste.
Ella aprieta los ojos y suspira- estoy en un concierto de Morat, estoy en un concierto de Morat- empieza a bajar repitiendo eso, no conozco a ese tal Morat pero debe ser muy bueno para tranquilizarla así. Llegamos al suelo, empiezo a caminar dejándola atrás, ella corre y me alcanza- ¿por que me dejas tirada idiota?
-porque quiero- digo sin dirigirle la mirada
Se para enfrente de mi y cruza sus brazos -tu si que te tomaste a lo literal lo de mañana no hablaremos así- me mira a los ojos y puedo ver que se siente dolida por mi trato- un día me besas y al otro me tratas como si no me conocieras.
-¿y como quieres que te trate?¿quieres que te pida que seas mi novia? Por Dios no seas tan ilusa, solo fue un beso y ni besar sabes- le miento, ese beso fue el mejor que he recibido en mi vida pero yo no soy a quien ella merece, ella merece a alguien que este dispuesto a luchar contra viento y marea solo por tener el privilegio de que este en su vida, alguien que pueda curar su corazón si esta roto, no un drogadicto que no puede hacer nada ni por el mismo menos por alguien mas, que simplemente ya no quiere vivir pero están cobarde que no puede suicidarse, alguien que lo jode todo sin darse cuenta. Prefiero que me odie a verla hecha mierda como yo.
-eres la persona mas idiota que he conocido en mi vida, vete a la mierda- me empuja e intenta irse pero la tomo del brazo y la acerco a mi.
- te voy a dar un consejo antes que nada: no te enamores porque duele; duele aquí donde la gente dice que tenemos el corazón- cito las palabras de Juan Rulfo, se que tengo que dejarla ir pero no quiero hacerlo , talvez cuando vea lo jodido que estoy, ella entienda que no tengo reparación y se aleje, aunque se que cuando eso pase yo seré más infeliz de lo que soy ahora.
Ella ríe amargamente-no te creas la divina pomada, yo no estoy enamorada de ti
Me acerco a sus labios y la siento estremecerse- Hay Adriana- sonrió malévolamente- aun no lo estas pero te aseguro que antes de que este mes termine estarás tan colgada por mi que harás lo que sea para que estemos juntos.- rozo mis labios con los suyos y ella cierra la ojos en respuesta, la suelto y me voy, dejándola a la espera del beso.
*****
Llego a mi departamento y de entrada me topo con Antoni, paso por su lado y habla, haciéndome frenar en seco- Sabes hace unos minutos vine de ayudarle a Luisa a buscar a Adriana, parece que salió al parque ayer en la noche y no volvió
-y porque debería interesarme lo que le pase a la loca defensora de los libros
-por nada solo te comentaba, ¿tu no la viste o si?
-no
- que raro que tu tampoco hayas venido a dormir la misma noche que ella tampoco llego a dormir a la residencia-se acaricia el mentón pareciendo pensativo-no habrás estado con ella ¿verdad?-guardo silencio y el lo toma como un si-siempre supe que para ti Silvana no era más que un medio para llegar a la herencia, pero ten cuidado porque Luisa no me perdonara si dejo que le hagas daño a quien ve como su hermana.
-has lo que se te venga en gana, no te necesito, nunca necesite a nadie.- digo en tono gélido
-conmigo no es necesario que te hagas el tempano de hielo que intentas ser con todos, se que ella te gusta más de lo que te ha llegado a gustar tu prometida o cualquier otra mujer, solo te digo que si la quieres te dejes de mamadas y hagas las cosa bien.
-no hables idioteces Antoni, que futuro crees que tenga con un drogadicto como yo.
-uno bueno, mejor del que tendría con cualquiera y no sos un drogadicto, tenes poco tiempo de usarlas y según he visto no usas grandes cantidades, deja de usarlas y sienta cabeza de una vez.
-ese es el problema, no quiero dejarlas, es lo único que me hace sentir mejor
-por Dios deja de culparte por algo que fue un accidente, crees que a ella le gustaría verte así- siento como se forma un nudo en mi garganta y tengo ganas de joderlo todo.
-CALLATE, NO VUELVAS A MENCIONARLA EN MI PUTA PRESENCIA- grito, odio hablar de ella, odio recordar, me voy a mi habitación donde destruyo todo lo que esta a mi alcance y termino como siempre, arrodillado en la alfombra, con una foto en la que salimos ella y yo, y pidiéndole que me perdone. No merezco ser feliz, no merezco el amor de Adriana, merezco seguir sufriendo hasta que deje de respirar.
Editado: 15.12.2022