(Melody Jhons)
Después de ser recibidos por el mayordomo de nombre Smithy y de las presentaciones este nos dice.
-Señor, señora, permítanme felicitarlos por su boda y ofrecerles un refrigerio antes de que partan.
-Gracias Smithy, te lo agradezco.- le digo sonriendo ya que casi no desayune por los nervios y la verdad es que tengo algo de hambre, aunque no sé si pueda pasar bocado alguno.
Rick no dice nada solo asciente por lo que aprovecho para preguntarle.
-Puedo hacer una llamada?
-Esta ahora es tu casa, no necesitas pedir permiso para tomar lo que quieras, puedes hacer y deshacer aquí lo que quieras.- me responde Rick, sé que quiere que lo llame así pero aun no me acostumbro
Smithy me conduce a la que será mi habitación llevando mis maletas, esta tiene una hermosa vista del parque cercano, lo que en verdad me gusto; más al quedar sola, rápidamente tomo el teléfono y marcó al colegio donde están internados mis hermanos y pido
-disculpe soy Melody Jhons, podría comunicarme con los jóvenes Alfonse y Albert Jhons por favor.-
-Espere un momento, los mandare llamar.- me dijo la secretaria del colegio.
Tras esperar unos minutos escucho como alguien dice del otro lado de la línea.
-Bueno?- reconozco la voz de Alfonse por lo que rápidamente le digo.
-Alfonse, hola cariño, como estas? Te estas portando bien? Estas estudiando mucho?
-Hola Mel, si estamos bien Albert y yo, estamos estudiando mucho y más porque yo quiero entrar al concurso de matemáticas.- escucho decir a mi hermano
-Eso es muy bueno cariño, suerte con eso, llamaba para decirles que saldré del país unos días, voy a París, pero cuando vuelva voy a visitarlos.
-Mel cuídate, te vamos a extrañar
-Si mi amor, yo también te voy a extrañar, te dejo porque tengo que prepararme, espero nos podamos ver pronto, adiós.- me despido y cuelgo la llamada.
Después me levanto y voy a lo que seguro en mi cuarto de baño y me lavo las manos, para salir al pasillo y dirigirme al comedor, donde Smithy nos ha servido un almuerzo ligero, pues he visto la hora y me he dado cuenta de que son más de las doce.
Una hora después, salíamos del departamento rumbo al aeropuerto en donde nos esperaba el Jet privado de Rick, bajamos de la limusina, él estaba muy serio, y eso me pone muy nerviosa, no sé qué es lo que lo ha molestado.
Minutos más tarde iniciamos el viaje, estoy sentada frente a él, está muy callado, como si le molestara mi presencia; Mis nervios están tan alterados que no puedo dejar de temblar, cielos me he casado con un hombre al que no conozco, y ahora parece molesto de mi presencia, que voy a hacer.
Cuando llegamos a París una limusina nos espera y Rick me guía a ella rápidamente sin dirigirme la palabra una vez más, una vez dentro y con el equipaje ya en el auto, salimos rumbo al hotel, yo solo puedo guardar silencio a la espera de que él me diga algo, veo por la ventana del auto las calles de la ciudad, hasta que nos detenemos frente al hotel; bajamos de la limusina y lo sigo por el vestíbulo del hotel hasta la recepción en donde Nos registra, después me guía al ascensor que nos lleva a nuestra habitación, es una suite de dos habitaciones, con una salita y un comedor de por medio, yo lo admiro todo en silencio, nerviosa pues desde que salimos de Londres él no me ha dicho una sola palabra, sé que está molesto pero aún no sé porque, se estará arrepintiendo de haberse casado?, esto me molesta un poco pues solo he hecho lo que él me ha ordenado.
No sé qué es lo que he hecho para que Rick este molesto y me trate tan fríamente, por lo que entro a mi habitación, quiero cambiarme y darme un baño, así que comienzo a desnudarme, cuando escucho la puerta abrirse de repente y veo a Rick parado frente a mí. Yo solo llevaba puesto el sostén y las bragas de encaje que me había puesto para la boda, y sin saber que decirle, como puedo alcanzo la falda que me acababa de quitar y me cubro con ella, interponiéndola entre mi cuerpo y la intensa mirada de Rick, lo que hace que me avergüence y le diga.
-Señor Maxwell, que es esto?- lo veo mirarme por varios segundos más hasta que me responde con una voz helada
-Nos vamos a cenar a las ocho de la noche y me gustaría que estuvieras lista a tiempo, así que cuando te vistas, ponte algo bonito, pues iremos a cenar y a bailar, ahí empieza tu trabajo.- y después de verme de arriba abajo, lo veo cerrar los ojos y retirarse, cerrando la puerta con mucha fuerza.
Yo me quedo temblando, pues me di cuenta de que Rick está más allá de molesto, y yo aún ignoro qué es lo que hice para que este así; además he de reconocer que parte del temblor de mi cuerpo no lo ha provocado el miedo que le tengo, sino que es algo más, algo que no sé explicarme, pero que no puede ser otra cosa más que excitación pues no puedo olvidar su mirada, una mirada ardiente, que me hizo sentir como si me quemara la piel; una mirada cargada de deseo del hombre que ahora es mi esposo.