(Richard Maxwell)
Ha amanecido y no he podido dormir en toda la noche, pensando en ella y en que posiblemente me ha mentido y tenga un amante, lo que me está volviendo loco, no quiero enamorarme de ella pero tampoco puedo dejar de pensar en ella.
Me levanto y me doy un baño para relajarme y refrescarme, me visto y salgo a la salita para pedir que nos traigan el desayuno.
Un momento después la veo salir de su habitación, se ve tranquila pero aun cuando se ha maquillado muy poco puedo ver que ella tampoco tuvo una buena noche, y lo peor es que parece triste y desanimada.
Como no sabía que le podría gustar así que pedí varías cosas, como huevos fritos con tocino, pan tostado, fruta picada fresca, hot Cakes, mantequilla, mermelada y miel, café, jugo de naranja y yogurt.
Comenzamos a desayunar en silencio, yo me sirvo un poco de huevos fritos con tocino y café, y la veo tomar un poco de café y pan tostado. Es muy poco por lo que le ofrezco al menos la fruta picada. Ella toma un poco y le sirvo un poco de jugo de naranja y yogurt, y ella como si fuera una niña pequeña come todo lo que le doy, al menos sé que si me aseguro de que coma no se enfermara.
Desayunábamos en silencio y no puedo dejar de mirarla por lo que le pregunto
-Quieres ir a dar un paseo?
-Si.- me responde con el entusiasmo de una niña. Yo no puedo más que sonreír, pues se ha puesto contenta
-Sabes, nunca he estado en Paris.- me comento Melody tomando un poco del jugo de naranja que le había servido
-Bueno, pues entonces salgamos.- le digo con una sonrisa, me gusta verla entusiasmada y alegre, ya no veo esa tristeza que estaba en su rostro hace tan solo unos momentos.
La veo ir por su bolso y voy por mi saco, llamo a recepción para que nos preparen un auto, salimos de la habitación, la llevo del brazo y la guío hasta el ascensor, pasamos la recepción y salimos del hotel hasta la limusina que nos espera. La ayudo a subir y le digo al chofer.
-Llévenos a la plaza de la concordia.
-En seguida señor.- me responde y subo a la limusina acomodándome a lado de Melody, se ve contenta, tomo su mano y no dejo de observarla mientras mira con curiosidad las calles de la ciudad.
Llegamos a la plaza de la concordia y paseamos un rato, después fuimos al museo del Louvre, en donde paseamos por las galerías, vi como prestaba mucha atención a las obras clásicas, sobre todo las obras de D´Vinci; en algún momento la perdí de vista y me puse a buscarla, encontrándola en la tienda de regalos, viendo un globo de nieve del museo, y una copia en miniatura de la “Virgen de las rocas”. La veo seguir adelante viendo los recuerdos que venden, yo aprovecho para tomar el globo de nieve, y dos miniaturas de las pinturas “La virgen de las rocas” y de “la Mona lisa” que sé que le gustaron y me dispongo a seguirla.
Cuando la encuentro está sentada frente a la escultura de “el David”, me siento a su lado y la escucho decir.
-Es magnífico, verdad?
-Sí, está considerada una de las mejores esculturas del mundo; se dice que representa la proporción perfecta del cuerpo masculino; salvo que han descubierto que una de sus manos es más grande que la otra por lo que esta desproporcionada al resto del cuerpo.- le explico, viendo como ella me presta su total atención. Su respuesta me toma por sorpresa
-Bien, pero sigue siendo magnifica, aunque imperfecta, no todos pueden ser perfectos… como tu.- esto último lo dijo casi en un susurro como si lo dijera solo para ella, pero aun así alcance a escucharla, yo solo sonreí.
Cuando salimos del museo la llevo a Notredame; en donde me di cuenta de que ella se puso a orar, se veía tan frágil, después la vi poner unas monedas en una alcancía y encender una vela, para regresar a mi lado, salimos de la catedral y le digo
-Es hora de comer, vayamos a un restaurante.
-Porque no comemos ahí.- me dice señalándome uno de tantos cafetines que hay por la ciudad con mesas en la terraza. Yo asciento y ella tomando mi mano me jala hacia el lugar donde desea comer.
-Estas segura que deseas comer aquí?- le pregunto
-Sí, es un lugar tranquilo y deben tener algo rico de comer.- me dice con sencillez
Veo acercarse a una joven mesera con los menús, los cuales nos entrega y dice.
-Buenas tardes, mi nombre es Ivonne y los atenderé esta tarde, aquí tienen las cartas, llamen cuando estén listos para ordenar?- y con una sonrisa se retira.