Contrato de Matrimonio

Capítulo 1

Cita:

A pesar de ti, de mi y del mundo que se desquebraja, yo te amo.

Lo que el Viento se Llevó (Margareth Mitchell)


 


Molly

Mire por la ventanilla del auto, hacia frío pues el aire entraba por una pequeña abertura de esta. Mis ojos pasaron al rostro de mí padre quien se veía extraño desde que fue por mí está tarde.

Todo él recorrido fue incómodo se sentía una tensión que no me atrevía a preguntar que le pasaba. Sabía que había problemas en la empresa pero no hasta que punto.

Al llegar a casa yo entre, mientras mí padre metía él carro en la cochera y espere dentro de pie en la ventana donde vi él cielo que empezaban  aparecer algunas estrellas.

Escuche los pasos provenientes en la entrada de la puerta principal y el chirriante sonido al cerrarse. Deslize las persianas y al voltear lo observe sentarse en el sillón color negro, camine para aproximarme a él, ya estando cerca me  senté a su lado.

—Papá ¿Que pasa? —. Le pregunte cabizbaja algo preocupada, no me gustaba verle de esa forma.

—Nada, mí princesa —. Me contesto con voz temblorosa, sus manos arrugadas temblaban y sudor caía de su frente.

—Se que algo ocurre pero no te presionaré para que me lo digas... te amo, papá —. Fue lo único que atiné a decirle para animarlo.

—Yo también te amo, mi princesa... no sabes cuanto —. Me dijo y sin más lo abrase muy fuerte.

—Ya es tarde voy a mi recámara, estoy agotado —. Lo solté y él se fue subiendo las escaleras, giro a la derecha desapareciendo hasta el final del pasillo.

Mi celular sonó en ese momento Emma mí mejor amiga me llamaba y le conteste diciendo:

—Hola, Em.

—Hola ¡Mañana es él gran día! —. Grito.

—Si, si, ya lo se ¿vendrás por mi?

—Claro a las 2 sin falta estaré mañana.

—Genial pues hasta mañana.

—Adiós, Molly.

<<¿Que puedo hacer para ayudar a mí padre?>> me pregunté a mi misma en la soledad de mi habitación sin saber ni siquiera en el problema en el que se encontraba.

Toda la noche tuve pesadillas pero hubo una en especial, una de un amigo al que deje de ver por muchos años. Él y yo eramos aún niños cuando nos prometimos casarnos cuando fuéramos grandes. En él sueño lo veía tan real que por un momento pude sentir su mano entre las mías.

Desperté al día siguiente; sábado, un poco tarde de lo acostumbrado, me arregle a tiempo antes de que llegara mí amiga, con un vestido color azul fuerte que me llegaba a las rodillas, tenía un poco de escote,  incluso me había maquillado y peinado con un moño de esos de moda, y elegantes.

Cuando llegó, Emma, me despedí de papá y nos fuimos en el coche de ella un chevrolet chevy sedan 2015 color rojo. Ella vestía muy provocativa como era común en mí amiga, siempre queriendo llamar la atención de los hombres.

—Te vez muy linda hoy, no es que te veas mal los demás días es solo que así de arreglada te vez más... Hermosa —. Atino a decirme.

—Gracias supongo —. Le dije no muy convencida.

Aparcamos él auto en la acera muy cerca de la casa donde se llevaba acabo la mejor fiesta del año según, Emma.

—Bien llegó la hora de divertirnos —. Me dijo mí amiga emocionada.

Al entrar se escuchaba la música a todo volumen. Emma ya había encontrado con quien bailar mientras que yo me iba a sentar en una de las sillas al fondo, metida en mis propios pensamientos no sentí cuando un chico se acerco a mí y me ofreció su mano preguntándome educadamente:

—¿Bailarías conmigo?

—Claro —. Respondí tomando su mano, él era alto, de ojos azules y de una agradable sonrisa.

Era muy simpático, guapo y por fin tenía un compañero de baile.

Después de un par de piezas, fuimos a una mesa circular mediana que se encontraba al fondo de la estancia a beber unos   vasos de cerveza.

Fui al tocador dejando al chico solo unos segundos, al regresar seguimos tomando y bailando.


 


Charlie

<<Esa tonta>> pensé apretando mis manos en puños.

Nunca me imagine encontrarme con ella en este lugar era como reencontrarme con mi pasado al que tanto he tratado de olvidar; al que tanto he tratado de huir, y al parecer no se puede huir de él, siempre termina encontrándonos.

—¡Charlie! —. Me gritó  una chica por el fuerte ruido que había en el lugar, ella y yo nos conocíamos desde muy pequeños solo que ella se fue a estudiar a otro país y nos dejamos de ver hasta ahora, aunque nunca perdimos contacto siempre hablábamos por chat. Por supuesto este día eran de reencuentros como dije.

Ella vestía de un vestido negro, tenía un gran escote y una abertura en una de sus piernas no dejando nada a la imaginación, su pelo largo color negro con rayos de color azul  le cubría los pechos y sus ojos que parecían negros por falta de luz no dejaban de contemplarme. Se veía increíblemente magnifica.

De verla a ella volví mi mirada a Molly, no sabía porque pero no podía dejar de observarla feliz bailando al ritmo de la música.

—¿Vienes con esa chica, Charlie? —. Preguntó mi amiga de la infancia curiosa también observando a la misma dirección que yo.

—Por supuesto que no —. Afirme con seguridad ahora poniendo toda mi atención en ella.

—Pues es que te vi admirándola muy embobado, casi se te cae la saliva, hombre —. Mencionó ella burlonamente.

Yo arqueé una de mis cejas, apenas nos volvíamos a ver y ya se mostraba muy confiansuda conmigo.

—Siéntate o no crecerás más —. Bromee al verla sería pero era muy malo con las bromas.

—JeJeJe, que graciosito te has vuelto —. Dijo ella mostrando una amplia sonrisa y se sentó en una de las sillas junto a mí.

—Bueno, ya estamos igual —. Exprese incomodo, pues no era del tipo que le gustaran las bromas y mucho menos los sarcasmos. Era pésimo.

—¿Como te ha ido en Londres? —. Le pregunte con interés.



#45684 en Novela romántica

En el texto hay: celos, amor, venganza

Editado: 18.12.2021

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