Contrato Equivocado

CAPITULO 7

Me levanto debido a los gritos de mi mejor amiga, sé que me he pasado por 30 minutos desde que sonó la alarma, pero tampoco es para que sea tan exagerada.

Paso al baño y me doy una ducha completamente deliciosa, salgo envuelta en una toalla y el día está muy lindo, por lo tanto, elijo un kimono color agua con estampado de flores blancas para hoy, tacones blancos y una chaqueta blanca. Me ato el cabello en una cola de caballo y me maquillo simplemente.

─¿Me puedes explicar eso? ─ inquiere Kendall a penas llego a la cocina.

Me señala la televisión donde aparecemos con Alessandro, en ningún momento se puede ver claramente mi rostro y eso sólo porque el Italiano se asegura de cubrir mi rostro todo el tiempo.

─No me veo ─ digo rodando los ojos.

─Lo besaste ─ me acusa y me pasa una taza de café.

─Si, pero no fue nada. Además, se supone que estamos casados.

─No se supone, están casados ─ le quito su tostada con aguacate y me la desayuno.

─En ese caso, no hay problema con que lo bese.

Me encojo de hombros y suena el timbre, miro mi anillo y lo acomodo mientras que camino para ir a recibir a quien sea que venga. Abro la puerta y veo a mi mamá sonriendo, abro los ojos viéndole sorprendida, no me esperaba que fuera ella.

─Tu hermana me dijo que estas en televisión y me dije ¿Por qué no me dice ella la razón por la cual aparece besando a otro chico cuando hace 6 semanas terminó con su novio de toda la vida? ─ entra y camina hacia la cocina mientras yo la sigo.

─Bruce no era el novio de toda mi vida. Además, no puedes asegurar que sea yo ─ se sienta al lado de Kendall.

─Lo mismo pensé, pero tu casa la conozco ─ dice mirando mi anillo ─ y el anillo es el mismo.

─Bien, no te lo puedo negar. Pero hasta donde yo sé, soy mayor de edad y puedo hacer de mi vida lo que yo quiera sin darle una explicación a nadie.

─En 2 semanas llega tu hermana y ya se que tienes que ir a ese evento, pero ella va a estar por toda una semana y no creo que durante esas semanas estés por allá.

Suena mi celular cuando le voy a responder, lo saco del bolsillo y veo que es Alessandro, Kendall me mira y sonríe por como frunzo el ceño, justo llama en el peor momento.

─Hola.

Por suerte ahora no rompiste mi corazón.

─No entiendo – digo frunciendo el ceño.

─Guardaste mi número o tal vez ya te lo aprendiste y por eso sabes que soy yo.

─Puede que sea cualquiera de las dos ¿Vamos a cenar a la noche?

─De hecho por eso te llamaba, a la noche no podré porque tengo una reunión de vídeo conferencia con un socio de Alemania. Así que ¿Te parece ir a almorzar conmigo?

─Al medio día tengo una reunión con mi abogada, pero si quieres vamos luego de eso.

─¿Te parece si me pasas a buscar a mi trabajo?

─¿Quieres que yo conduzca?

─No, en realidad es porque Mariano vino a buscar mi Jeep para arreglarle no se que cosa y no tengo auto ─ escucho su risita y sonrío.

─Bueno, yo te paso a buscar. Oye ¿Le puedo decir la verdad a mi familia?

─Sí, pero asegúrate de que no vayan a decir nada.

─Ok, gracias.

─Si, no hay problema. Entonces quedamos en que me vienes a buscar.

─Yo te aviso cuando termine mi reunión.

─Claro. Te amo.

─Te odio.

─Algún día dirás que me amas, amore mío.

Corto la llamada y mi mamá sigue hablando con Kendall, llamo su atención y me mira pidiendo alguna respuesta.

─A la noche voy a casa y te contaré todo a ti a papá y al enano ─ corto la conversación porque llegan a tocar el timbre.

Voy a ver y son los chicos que van a estar trabajando en la remodelación de nuestra oficina, esto va a ser una locura durante algunas semanas. Pasan de inmediato a trabajar y yo pues tomo mis cosas para hacer lo mismo.

Me despido de mi madre y de Kendall que van a estar trabajando en todo lo que es la remodelación de la oficina y en las preguntas para que se pueda contratar a dos chicas que nos ayuden en este trabajo.

Me subo a mi auto, el Z4 porque le quiero tomar por sorpresa. Me cruzo el cinturón de seguridad y sonrío involuntariamente pensando en lo que me podría decir. Enciendo el auto y conduzco tranquilamente hasta la empresa de Sam, allá mismo están trabajando los abogados en un piso hasta que se consigan un edificio.

Llego a la empresa, estaciono en un parking habilitado y bajo tranquilamente dejando mi auto en el resguardo de los guardias del edificio. Entro y varios me sonríen, por casualidad veo al novio de Sam saliendo del ascensor.

─Hola ¿Vas a ver a Sam?

─Sí.

─Pasa.

Entro al ascensor y marco el último piso, al llegar su secretaria me deja pasar de inmediato. Me encuentro con Sam retocando su maquillaje, sonríe al verme.

─Estás casada con Alessandro – dice para luego reír.

─Fue una confusión por los contratos.

─Para que aprendas a leer todo antes de firmar, uno nunca sabe con la letra chica.

─No te burles de mi – pido sentándome en su silla.

─¿Vienes para hablar con Maya y Kris?

─Sí.

─Nunca pensé que te llegarías a casar, mucho menos que llegarías a cumplir con esa apuesta – se burla de mi.

Suena mi celular y veo que es Maya, por lo cual me retiro de su oficina y me voy al piso donde están Kris y los demás abogados que acá trabajan.

Maya es morena de ojos verdes y algo pasadita de peso pero es muy linda. Me saluda amablemente sin molestarle que tiene que trabajar conmigo que seré tipo su cliente.

Llevamos una reunión muy relajada y armónica, hasta que llega Kris y seguimos con temas más fuertes. Por último, pasamos a mi matrimonio y todas firmamos un contrato de confidencialidad, por supuesto la rubia se ríe de mis desgracias.

Terminada la reunión y ya con todo listo me voy a mi auto, pago por el parking y le marco a Alessandro antes de poner el auto en marcha.




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