Control sobre ti ©

Capítulo 28

(Sigue narrando Hannah)

Sale brusco de mí y me deja sola en es sillón de su cuarto, no hay más sollozos solo lágrimas. Toco el lado derecho de mi estómago, la sangre sigue saliendo. 

Tengo vendados los ojos pero sé que en alguna parte está tirada la navaja y el cinturón ensangrentados a la par. No tengo fuerzas para moverme, duele mucho mi espalda, trasero, mis piernas, los brazos, mi cuero cabelludo, mis labios, mi zona íntima y el que más me afecta es el de mi estómago. 

Me marco como si de una vaca me tratase, no sé que escribió pero hizo 7 líneas, en cada una grite y para que no siguiera haciendo ruido tapo mi boca con su mano llena de sangre, mi sangre. 

Veo puntos blancos, estoy apunto de desmayarme...ya no quiero volver abrir los ojos. Ya no quiero volverlo a ver....

Ian

Tallo mi cuerpo y lo enjuago, la sangre de mi gatita se va por el desahogué. Sonrío recordando lo de hace unos minutos. 

Sabe de sobra que es mía, nadie podrá tocarla sin ver mi marca, ella ya está reclamada por mi. Y cualquiera que intente tocarla pagará con su vida. 

Cierro el grifo y salgo de la regadera, tomo la toalla de un estante y me seco el cuerpo. 

La enrollo en mi cintura y camino al armario. Me pongo un bóxer, short y una camisa de tirantes, ire a ejercitarme. 

No termine de descargar mi furia, pero mi gatita no daba para más, al final creo que ya sea había desamayado. Salgo del armario y voy hasta Hannah, le quitó la venda de sus ojos y la tiro al piso, la tomo en brazos y la llevo a la tina. 

Su espalda se siente pegajosa, su cuerpo esta pintado de rojo carmesí, mi color favorito. Sonrío al ver mi marca en su abdomen, es una E y terminado la línea de abajo conecta con una I. 

Hermoso. 

Lleno la tina con agua tibia y la baño con jabón olor a galletas, termino y quito el tapón para que el agua se vaya, ahora solo hay signos de moretones color morado, verde y hasta azul, no pueden faltar los chupetes. 

Un corazón arriba de su pecho izquierdo. 

Pasó por todos lados la toalla, regreso al baño por el botiquín de primeros auxilios, le unto pomada en los golpes y alcohol con polvo cicatrizante en mi marca, la cubro con una gasa para finalmente enrollarle una venda. 

Beso sus labios hinchados y doy media vuelta para el armario, saco ropa calientita y se la pongo. La acuesto mejor en la cama tapándola. 

- Descansa gatita - susurro, levanto las cosas tiradas del piso y me las llevo al piso de abajo, específicamente al cuarto de lavado. Ahí limpio mi cinturón y la navaja. 

Los dejo ahí y me encamino al mini gimnasio de aquí. Cuando entro me voy directo al saco de boxeo y sin protección empiezo a golpearlo. 

Tengo a los demás bloqueados, no pienso dejarlos salir por un rato. 

- ¡Ahh! - grito del coraje, verla besarse que con otro me llena de furia y pensamientos psicopatas, quiero matar al imbecil que se ha osado a tocarla. 

- ¡ES MIA!

 

Hannah

- Mmm...- al recobrar la consecia lo primero que hago es quejarme por el dolor, ya ni se donde se origina, todo me duele. 

Abro con dificultad mis ojos y noto que ya no estoy desnuda y tendida en el sillón sino me encuentro "limpia" y vendada del estomago junto con mis muñecas. 

Intento sentarme en la cama pero un jalón en mi estómago me lo impide, chillo y me vuelvo a acostar. 

- ¿Qué estás haciendo? - me callo y volteo a la puerta, Ian está parado en el umbral - ¿Por qué lloras? - ignoro sus palabras y me concentro en sus manos, vuelven a estar llenas de sangre, en especial sus nudillos. 

- Te pregunte algo - insiste y regreso mi mirada a sus ojos, se encuentran dilatados - Me duchare, cuando termine te quiero parada de esa cama. 

Y sin más entra al baño, yo empiezo a tratar de pararme, muerdo mi labio inferior para no chillar y hacer que salga a golpearme para que en verdad tenga algo que me duela...sus palabras no las mías. 

Pero si ya me duele todo, no sé que mas puede dolerme, me apoyo de la mesita de noche y con una gran mueca en mi cara logro estabilizarme. 

- Aaah - suspiro y cierro los ojos un momento. Toco mi estómago y como si eso fuera suficiente se empiezan reproducir las escenas de hace rato. 

Sacudo mi cabeza despacio y me abrazo a mí misma, tengo frío. 

La puerta del baño se abre y con ella mis ojos también, solamente que no lo volteo a ver. 

- Buena gatita - no sé en qué momento camino hasta mi, esta respirando en mi nuca - ¿Tienes hambre? - pone sus manos en ambos lados de mis brazos acariciandolos. 

No me toques monstruo. 

Asiento a su pregunta y siento como una mano pasa a mi cintura y me jala hasta quedar pegada en su pecho, dejo que me mueva, en fin nunca podré ganarle. 

- No quiero gestos - susurra en mi oído, los pelitos de mi cuerpo se ponen en punta - Quiero oír tu voz y ya sabes cómo debes de contestar. 

Me da la vuelta, cierro los ojos por el mareo. Lo hizo demasiado rápido, parpadeo y me quedo viendo su mandíbula. 

- S-si...amo - tartamudeo y siento mi nariz picar. 

No le des la satisfacción de verte llorar. 

Una sonrisa se engancha en sus labios, veo que se acercan y besa la comisura de los míos. 

- Entonces bajemos - hace un movimiento raro y ya estoy en dirección a la puerta con él detrás mío, empujando mi espalda baja. 

Yo quiero moverme lento por el dolor, pero al parecer le gusta más que me venga quejando. Mientras empuja más fuerte. 

- Camina bien....no tengo todo tu tiempo - llegamos al pie de las escaleras, me sostengo del barandal para descender, escucho un gruñido y siento cómo pasa su brazo completo por mi estómago y de ahí me levanta. 




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