La sangre de Lucien hervía por la furia que sentía, volvió a su oficina a leerse el puto estatuto y que tan legal era, ¿porque razón sacaban eso a colación ahora?, ¿será que esa banda de vejestorios ambiciosos ansiaban tener el control total de la empresa? o por lo menos su puesto, pensó el joven mientras leía.
—Se-Señor —llamó su asistente con voz temblorosa por el interfono —su abogado está aquí, ¿lo hago pasar?
—Si. —dijo de manera simple y neutral —que nadie me moleste, dile a Moiah que se encargue de todas las reuniones y citas de esta semana —Moiah era el subdirector de la empresa e hijo del primer inversionista, uno que fue un gran amigo del padre de Lucien.
—¿Tan rápido tienes lo que te pedí? —se sintió sorprendido por la rapidez, no lo mostró en absoluto.
—A decir verdad —comenta al sentarse y colocando una serie de documentos en el gran escritorio del joven —desde que usted pidió el contrato por la inseminación, quise hacer mi propia investigación, no la profundice como ahora.
—Muy bien, ¿y qué encontraste? —preguntó con curiosidad —por tu expresión has encontrado algo jugoso.
—Tiene razón joven Fornax —dijo el abogado con suficiencia, no era el mejor del continente por nada —desde un principio ellos no me dieron buena espina, por eso el contrato que le hice está bien blindado, así que cuando la señorita Harmon fingió el embarazo la familia tuvieron que pagar la cantidad acordada, así que guardé lo que encontré —el arregló su costoso traje —y vaya que si es jugoso.
—¿Y que fue eso, que lo tiene tan extasiado? —comentó con curiosidad, al parecer a esa familia no le cayó bien o algo había pasado.
—Bueno, el señor Harmon es una joyita, hace unos tres años su empresa decayó por una mala inversión, según lo que él informó, pero la verdad es que de sus múltiples aventuras con las jovencitas que le gustan, una era menor de edad y lo llevó a la ruina —Lucien se enderezó para escuchar mejor —eludió la justicia, pero tuvo que pagar una gran cantidad de dinero —le pasó unas hojas donde tenía todos lo detalles sobre lo que le contaba —lo interesante es cómo se recuperó de la noche a la mañana, literalmente, en menos de una semana de entregar esa cantidad se recuperó de manera milagrosa. —Lucien ya se hacía una idea de como iba esto —al parecer el amigo de un amigo le presentó al jefe de una banda y este a cambio de que lavar su dinero le prestó esa cantidad, y lo mejor, no le ha terminado de pagar, a parte, la esposa gasta como si fueran los reyes de la ciudad.
—¿Y sobre las hijas? —el joven empresario quería que todos pagaran, aunque a una de ellas la iba a necesitar para llevar a cabo sus planes.
—La señorita Danika se volvió una mártir en la redes sociales con lo que le pasó, vive de ello, con el escándalo que se hará de su familia y si le añadimos el engaño que le hizo a la noticia, será su fin —colocó una risa siniestra al decir lo último, su abogado lo estaba disfrutando —en cuestión a la más joven, Lya, ella es como la paria de la familia, siendo hija de una de las tantas amantes del padre, la han dejado de lado.
—Interesante información —comentó Lucien tranquilo —déjame a Lya —el abogado lo vio con sospecha —los socios se dieron a la tarea, en la reunión, de recordar el estatuto de ser director de la empresa, donde debo tener “una familia” y como Lya tuvo un hijo mío, sacaré provecho para obtener una esposa también, matar dos pájaros de un tiro y se que ella no se va a reusar —el abogado lo vio un poco confundida por la información.
Lucien procedió a contarle lo sucedido, en el que Danika finge el embarazo, pero que en realidad a quien habían inseminado fue a la hermana, no le dijo que él creía que había sido producto de la única noche de pasión que tuvieron juntos.
Duraron unos minutos más optimizando lo que harían con la familia, lo cual se llevaría a cabo de forma inmediata, ya al terminar el día, todos estaban arruinados y un nuevo contrato firmado por la joven Lya.
Las condiciones serán sencillas, si quiere estar con su hijo, tendrá que aceptar el matrimonio por contrato con el joven Lucien.
Por la tarde el joven empresario estaba entrando en la habitación en la que estaba ingresada Lya, ella en ese momento estaba dándole el pecho a su niño.
—He venido por mi hijo.
—Lo lamento, pero no lo tendrás, es solo mío, si quieres podemos compartir su custodia.
—Sabes que puedo separarlo de ti, solo te daré la oportunidad de que me lo entregues sin problemas, Lya.
—Pues, se te hará difícil separarlo de mi, Lucien. Porque no te dejaré.
—Bueno, yo necesito a un heredero y ahora también una esposa, con ustedes puedo matar dos pájaros de un solo tiro, ¿qué dices?