Corazones Estrellados

- 11-

ABBY

Paseamos por las calles para sacar al perro durante un rato. Harry y yo intercambiamos miradas cada 4 segundos, escondo mi sonrisa tras mi cabello despeinado tapando casi todo mi rostro.

Me ha ido contando algunos detalles de lo que pasó en los últimos días, aunque algunas ideas no me quedaron lo suficientemente claras. Confío poder entenderlas pronto.

He pensado en hacer un viaje pronto a mis raíces. El lugar donde nací y dónde mi hermano sigue en un coma del que nadie saber cuándo va a despertar.

-Harry, ¿entonces me estás contando que nos persiguieron durante el camino de vuelta a casa? -pregunto casi atorándome. Toso y toso. El me sostiene por la espalda y coge una botella de agua de su bolsa. Me la ofrece y tomo un sorbo. -¡Refrescante! -digo sin pensarlo dos veces.

-Sí. Resulta que Meghan y algunos de su grupo iban montados en un descapotable rojo. Acompañados de Christian. Pasaron varias cosas más, yo estaba bebido y no recuerdo lo suficiente... -dice tocándose la frente.

-¿Estás de broma? Porque no me hace absolutamente nada de gracia.

Frunzo el ceño y entrecierro los ojos.

-Ojalá. Mira no se si lo imaginé o no. Pero, si fue así te vi hablando con Christian en aquella fiesta. Y pensé por un momento que lo besabas... tuve una alucinación y me volví un poco loco.

-¡Loco por mí! -digo jugueteando con su cabello y sosteniendo sus mejillas. -¡Oh Harry, que mono!

-Abby esto que hicieron ayer fue acoso. Deberíamos llamar a la policía. Y debemos poner las cosas en orden, por lo del tema de tu hermano y de que te hallan acusado de asesina.

Miro hacia abajo. Decepción es lo único que siento por la persona que me haya hecho esto. ¿No tiene corazón o qué? Solo se me viene el nombre de una sola persona a la que culpar. Karen... esa chica me tiene manía, envidia, llámenlo como quieran. Cariño seguro que no.

-¿Serás capaz de denunciar a alguien de tu propia familia? -digo cruzándome de brazos. -Porque, quizás no te convenga seguir conmigo. Al menos si no estás a favor de la justicia.

- Lo primero sí, estoy a favor de la justicia. Lo segundo, depende. ¿De qué me hablas? Lo tercero, ¿seguir contigo? Si no hemos empezado nada. ¿No somos amigos? Es que nena, a veces me confunde tu actitud respecto a mí. -me guiña un ojo y me besa cerca del labio inferior. Me deja con las ganas de más.

Lo está haciendo a posta, además, es lo que más coraje me da.

☀☀

Volví a la residencia de estudiantes. No sabía cómo reaccionar ni que hacer solo quise volver con la cabeza bien alta. Sabiendo bien quién soy y cuánto valía. No debía sentirme mal por un rumor que estaba circulando por toda la universidad, debía pasar página.

Mi pasado me estaba torturando ya desde hace mucho tiempo. No es algo reciente, mi hermano pequeño tuvo un accidente hace un año y medio.

Las motocicletas se volvieron en mi peor pesadilla desde que fueron la causa de su accidente.

Eran 00.01 del 19 de marzo del 2019 cuándo su moto se estrelló contra otra.

Desde ese día me juré a mí misma que no podría perdonarme el no haber sido responsable de que mi hermano no saliera tarde.

Fue mi culpa. Estaba tan distraída, mi amiga y yo nos pasamos viendo Friends hasta tarde.

Recibimos la noticia a las 5 de la mañana. Pero, ya en ese momento estaba en el hospital. Dijeron que tal vez podrían haber garantizado más sobre su recuperación si hubiese llegado 30 minutos antes.

Pero no fue así.

Me recuesto en la cama y abrazo mi peluche de una luna. Fue el último y mejor regalo de cumpleaños que recibí por parte de William.

Organizo mis horarios de esta semana. Tengo horarios de tarde y de mañana. 2 horas por la mañana, tres por la tarde este lunes, martes y jueves. Los miércoles solo de tarde 2 horas.

La puerta de un momento a otro se abre asustándome.

Veo a la chica rubia de antes entrar, lleva los labios pintados de un rojo intenso. Una pulsera de la amistad me llama la atención en su muñequera derecha, pone K&SAAF. Me pregunto que significaría esas iniciales tan largas.

-Em, hola. -dice aclarándose la garganta. -Llevas días desaparecida. ¿Todo bien?

-Ah, hola Skye. -dije sin apartar la vista de mi portátil. Estaba centrada en organizarlo todo. No dejaría que ella arruinara mis planes, no me dejaría humillar por nadie, ya no era una chica de instituto. Me haría respetar incluso más que antes. Costase lo que me costase.

-¿Dónde has estado? Todos andábamos preocupados por ti. Sobre todo, yo...

Cierro el portátil sin siquiera apagarlo. Me irrita su presencia. No puedo escuchar el sonido de su voz ni un segundo más o romperé algo

Tal vez esté siendo demasiado violenta. Pero, sé que esa chica no me conviene en absoluto, ni Karen, ni Skye.

Realmente no se en quien confiar. Hubo mucha gente que se burló de mí a mis espaldas, y que quisieron hacerme quedar de asesina.

-He estado en un lugar más relajado que aquí, en buena compañía. No hacía falta que te preocupases por mí -digo sonriendo falsa y ampliamente.

-Vale. Me alegra saber eso... Abby, necesito que sepas que yo no tuve nada que ver. -dice con una voz temblorosa. Se ve bastante pálida. También puede ser por su tono de piel. -En general, se me conoce por ser amiga de una de la pandilla más problemática de la facultad. Y siento si eso hace que tal vez no confíes en mí.

-Tranquila Skye, no sospecho de ti. Se que es Karen quién me quiere hace la vida imposible desde que llegué. - estiro mis piernas sobre la cama y me dejo caer la cabeza en la almohada. - Pero no lo va a conseguir, no te preocupes.

-Ya, pero ella es mi amiga. Yo estoy enfadadísima con ella. Se de lo que es capaz cuándo creé que alguien puede sobresalir más que ella, pero esta vez se ha pasado de la línea. -habla bastante decidida. Se acerca a mí y se sienta en la cama tomando mis manos. -Solo quiero que te andes con cuidado, ella tiene mucho que perder, y tú puedes usarlo a tu favor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.