Kira Weigart
-Mmmmmmmmmm!! Mmmmmmmm!! Mmmmmmmm!!
Splash....
-Mmmmmmmmm!! Mmmmmmmm!
Splash....
Me sacaron el paño de la boca y por fin pude toser, me estaba ahogando, hace tres horas que me estaban torturando para demostrarme un poco de lo que me podía pasar si llegaba a defraudarlos, y justo ahora su manera de hacerme gritar era ahogándome con la boca tapada mientras me lanzaban cubetas de agua que me impedían respirar.
-Entonces Kira, hoy harás tu primera tarea, te desearía suerte, pero sé que no la necesitas, tengo claro que no quieres defraudarnos. Te mandaremos a tu celda para que descanses un poco, te ves horrible, querida.
-Vete a la mierda, Ivy!! -aún me costaba hablar, mi respiración seguía acelerada igual que los latidos de mi desamparado corazón.
-A ver cariño, créeme, las dos estamos revolcándonos en la misma mierda, la diferencia aquí es que a mí me gusta donde estoy y pues, tú no tienes mucha elección que digamos...
La estúpida tiene razón, lo he notado, muchos están aquí porque quieren, tal vez por la paga, pero igual si quisieran se podrían salir en cualquier momento. He estado enfocándome en los detalles, si trabajas para el cartel, te pagan bien y además, se encargan de ofrecer protección a tus familiares, es un buen trato a cambio del ilícito trabajo, y ya sea por necesidad o porque les gusta este estilo de vida, muchos lo aceptan.
Ivy me quita las cuerdas que me rodean y me libera, y veo como un guardia viene para llevarme a mi celda, lo que está a la vista no necesita anteojos, los guardias igual están comprados, lo dicen muy enserio cuando me reiteran que aquí no hay salida, obedeces o mueres.
Cuando llego a la celda Catherine está en su cama leyendo un libro, al entrar me mira con cara preocupada, y es de esperarse, voy hecha un asco.
-Estas bien, Kira? -yo solo me limito a asentir.
-Oye, si quieres hablar o si necesitas ayuda en algo, lo que sea, puedes decirme, ¿vale?
-Gracias Cat, pero estoy bien, no tienes de qué preocuparte.
-Vale, ¿me permites darte un abrazo? Si no te incomoda, claro está - un poco dudosa vuelvo a asentir, ella baja de su cama y cuando está frente a mi me abraza.
Duramos unos segundos en silencio, no sabía que tanto necesitaba un abrazo hasta ese momento, y ella lo notó, pero aún así no dijo nada. Se limitó a abrazarme, y acariciarme el pelo, mi ropa aún seguía mojada y a ella no le importó, inconscientemente se me salieron las lágrimas, hacia mucho tiempo que nadie me ofrecía consuelo, generalmente eso lo hacían mis padres y ya no estaban.
-Sabes Kira? Muchas veces me sentía completamente sola, pensé que mi vida no tenía sentido, que no valía la pena seguir, no había quien me reconforte, yo necesitaba un abrazo y las únicas manos cercanas eran las mías, pasé muchas noches llorando por lo que me estaba pasando, muchas noches en vela pensando la manera de cambiar mi situación, tarde entendí que si necesito un hombro para llorar tengo dos, que si quiero salir adelante debo empezar a luchar por mí, empezar a tomar mejores decisiones, no importa cuántas veces me caigo, nunca me quedo ahí, yo vuelvo y me levanto, sigo luchando, y lo sé, es difícil, muy difícil, tal vez pienses que nadie lo entiende, que solo tú sabes como se siente, y tal vez tengas razón, pero igual te digo que aquí estoy yo, que yo también sé lo que se siente estar rota, que no es imposible salir adelante, no es imposible superarlo, y que irónico que te lo diga alguien que igual está en prisión, pero justo por eso lo digo, porque la vida me dio muchos tropezones, tal vez no fueron los mismos que te dio a ti, pero igual me los dio, cada quien libra una batalla diferente, y todos la afrontamos de forma distinta, pero eso no significa que no hayan similitudes en nuestro infierno, al final ambas nos terminamos quemando en él, pero hay algo que apaga el fuego ¿sabes? En algún punto de tu historia va a llover, y saldrá un hermoso arcoíris que te dará esperanza, así que por favor, no te rindas Kira, resiste un poco más, espera que llueva y aparezca tu arcoíris, yo también sentí que me hundía, que estaba en el fondo, en el final del pozo, que no había salida, pero en medio de tanta oscuridad encontré luz, un pequeño angelito se formó dentro de mí, y ahí lo supe, necesitaba luchar, necesitaba sacar fuerzas de donde no tenía porque ese angelito no podía quedarse solo en este mundo, necesitaba de alguien que le enseñe, que lo ayude, lo cuide y lo apoye, y eso me hizo más fuerte, entendí que por más difícil que vengan las pruebas, ya tenía una razón para superarlas, una razón para salir adelante, y tal vez lo tuyo no sea un angelito dentro del estómago, pero igual tendrás tu propio ángel de la guardia, cuando menos te lo esperes aparecerá, y te mostrará tu propio arcoíris, encontrarás tu luz, tu motivo para seguir luchando, solo te pido que hasta entonces, sigas luchando, que tengas paciencia, que no lo veas como un día más de la prueba, sino como un día menos para tu salvación, un dia menos para saborear la libertad, y no hay mejor sensación que la de algún día mirarte al espejo y recordar todo lo que has pasado, toda la mierda que te ha caído encima, todas aquellas personas que intentaron herirte, hacerte caer, todas aquellas personas que lo lograron, pero saber que te levantaste y aún así poder decir lo logré, yo pude, lo hice, lo superé, y aquí estoy, lista para seguir adelante, para escribir el próximo capítulo, cambiar la página o incluso empezar una nueva historia. Solo quiero que entiendas que este no es el fin del mundo, que tus problemas no lo son, que todo tiene una solución, algunas tardan más que otras, pero siempre hay una solución, y en esta ocasión no estás sola. Sé que no somos amigas, solo compañeras de celda, pero me gustaría que si algún dia necesitas hablar, o solo llorar hasta quedar sin lágrimas, aquí estoy, yo ya tengo mi ángel, es justo que te ayude a encontrar el tuyo.
Editado: 02.12.2021