Corriendo Contra El Amor

Capitulo 7

El colegio, un mar lleno de idiotas con un montón de hormonas alborotadas y mas este día, hoy precisamente era el día de san Valentín donde unos a otros se regalaban cosas o cartitas, las parejas parecían en celo o inmerso en un mundo donde solo los débiles de mente iban a lo que el amor les decía, para mí, es otro día como cualquiera solo que mas entretenido porque siempre había un par de rotos corazones, donde veía como chicos o chicas se le declaraban al quien le gustaba y acababan rechazados por los populares.

Los pasillos se encontraban abarrotados de jóvenes con regalos y por las bocinas se escuchaban canciones románticas, esto iba hacer como todos los años, ¿Qué tenia san Valentín de interesante? ¿Por qué las mujeres de hoy en día no podían vivir sin un hombre? Todas de deseaban un amor y no veían que después eso las haría llorar como una magdalena. Vi a un chico de segundo año llevar un gran oso de peluche que apenas le permitía caminar y ver y por la dirección en que iba esto sería para Lauren o Susy que charlaban animadamente sobre maquillaje y ropa, pobre chico, iba ser el primer en ser humillado sin apenas haber comenzado el día escolar. Voltee a ver a un grupito de niñas de primer grado que chillaban esperando al grupito de Gavrel que aun no a llegado, un poco extraño, siempre estaban puntual para recibir sus regalos y no solo baratijas, unos cuantos besos y promesas de algo más. típico. Tome los libros correspondientes a mis primeras clases, estaba por tomar el libro de biología cuando esos cuatro hicieron su aparición magistral, cada uno con su porte de chico malo, muchos se detuvieron a observarlos, las chicas babeando y algunos chicos con admiración, yo le reste importancia y seguí con mis cosas , una vez que metí todo en mi mochila me gire lista para irme al salón de clase, pero me quede quieta y sorprendida cuando Kirt alzaba la mano y me saludaba.

¡Esto no debía estar pasando! Mire hacia los lados buscando la posibilidad de que no fuera yo, pero todo daba a lo contrario. Me quede parada como una idiota porque todavía me encontraba procesando, no, no, no… que no sea a mi… –Susurre interiormente– Fylan y Nathan se detenían a recibir cajas de chocolate, Kirt les sonreía a las chicas de primer año y a las jóvenes de secundaria que estaban ahí para entregar sus regalos de san Valentín a estos idiotas, ¿Dónde estaba Gavrel? No es que me importase, Henrry llegaba hasta donde me encontraba con un montón de caja de chocolates y notas, me sonreía con coquetería.

—Creo que este año mi casillero se llenara mas de lo usual.

Mire los obsequios y alce una ceja, ¿Por qué me estaban hablando? Me sentí como un bicho siendo decepcionado con varios pares de ojos sobre mí, empecé a sentirme inquieta e incómoda. Coloque un poco de mi cabello detrás de mi oreja mientras miraba nerviosamente a Henrry que me tendía una caja de chocolate que le había sido regalado, voltee discretamente a mirar hacia los lados y muchas jóvenes de primero me miraban con odio puro, pero más una que debía ser la dueña de la caja. Lo mejor seria no aceptar el ofrecimiento y así me evito problemas innecesarios.

—Es de mala educación regalar lo que se te a dado. -Le dije moviendo la cabeza de forma negativa.

—¿No me digas que eres supersticiosa?

—No, pero la dueña de la caja al parecer quiere matarme por ello, asi que prefiero ahorrarme una pelea.

Henrry asentía y dejaba de tenderme la caja, los demás venían con los brazos llenos.

—Hola, Gwendolin. -Kirt se acercaba a mi y me abrazaba como si fuera tan natural abrazarme, luego de su bolsillo sacaba dos cajas de Tic Tac y me tendía uno a mí.

Me quede observando la caja de los Tic Tac sin sabes que hacer, esto era un poco extraño, fuera de lo normal, ¿Se iba acabar el mundo? A regañadientes acepté el obsequio, y le sonreí tensamente, ¿Por qué estaban haciendo esto ellos? No me gustaba recibir nada de nadie.

—Gracias…

—¿Esa son las pastillitas que utilizas para encender a tu amiguito? -Preguntaba Nathan burlonamente.

Me quede mirando la caja y luego a Kirt que ponía los ojos en blanco y le enseñaba el dedo medio.

—Ese es Gavrel con Bliss que no lo deja a pesar de haber roto hace un año.

Bliss York, una de las archienemigas de Liz, las dos competían por el titulo de la mayor zorra del colegio Carrington, y no era nada nuevo que Gavrel y Bliss se acostaran de ves en cuando y ¿Cómo lo sabía? Pues la señorita York hacia todo lo posible para que Liz se sulfatara con ese echo. Ahora ¿Dónde estaba el idiota numero uno? Necesitaba decirle un par de cosas y lo primero que seria es porque le había dicho a mi padre que era ¡mi novio! Como si me gustara, primero me muero antes de enamorarme y más de Gavrel. No estaba feliz con el hecho de que el idiota se hubiera atrevido a mentirle a mi padre, sabia que él esperaba que fuera como mi madre y eso m dolía como nunca, hiciera lo que hiciera jamás complacería a ninguna los perjuicios que tenían el uno al otro caía sobre mi persona; todo lo negativo siempre se encontraba sobre mí, me aplastaba y ahogaba.




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