Se encuentran un par de miradas en la oscuridad, se miran fijamente y no dicen nada.
Contemplando como si se conocieran, como si entre ellos ya hubiera pasado algo.
Esos dos pares de ojos se miran fijamente y no saben porque. Haciendo gestos similares, hasta que uno de ellos pregunta -Quién eres tú- , el sonido unísono se escuchó en el lugar, sus miradas se extrañan, y empiezan a gritar, hasta que entra el mesero al baño y le dice a Fernando que ya es hora de marcharse pues se encontraba hablando con el espejo nuevamente.