“R O S A”
¿Cómo escapar? ¿Cómo no ver? ¿Cómo no sentir?
Me desperté sin su calor, el dolor de la resaca me estaba matando.
Refregué mis ojos y hundí mi rostro en la almohada, para sentir su aroma una vez más.
Lo único que percibí fue la humedad de mis ojos tristes y cansados.
¿Por qué su olor desaparecía tan rápido? La noche había sido larga y en compañía, para después tener una madrugada fría y sin rastros de su esencia.
Tallé su rostro una vez más en mi mente y llevé las yemas de mis dedos a mi labio inferior, imaginando sus besos una vez más.
Idiota, ahora sólo tengo que esperar a que sea de noche y reencontrarme nuevamente con ella.