Crecientes

Capitulo 45

Capítulo 45


 

 Cuándo reaccionó Sebastian se ha ido, intento ir a su dirección pero Max niega con la cabeza.

--Necesita estar solo-– me explica  y lo fulminó con la mirada.

--¡No te metas!--- le digo amenazante y él da un paso atrás, Ismael sólo sonríe como orgulloso ¿de que? No se. Los ignoro y me voy detrás de Sebastian, aunque no se por donde se fue, sigo su olor a menta y  mantecado, no se porqué pero a veces su olor me hace querer comer helados.

          Concentrate, él debe estar por ahí molesto pensando en quién sabe qué cosa pasó entre Ismael y yo,  yo aquí pensando en un delicioso helado de ¡¡¡chocolate!!! que rico, quiero uno.

          En...fo...ca...te  Elena, me regaño a mi misma.

          Llegó hasta el lago dónde le gusta venir pero no está, en su lugar alguien que no quería encontrar.

--Lamento haber usado su olor para que vinieras, pero necesitamos hablar-– dice con voz firme y muy convencida de sus palabras.

--Te equivocas, yo lo que necesito es que desaparezca como lo hiciste hace tanto años atrás-– mi voz sonó firme y me concentro en que mis ojos demuestran todo el desprecio que me sea posible.

--Hay mi pequeña lucero-– me dice con su voz llena de amor, como cuando me arropaba para dormir.

--Yo no soy tu nada, mi madre murió, igual que tu lo hiciste el día en que me abandonaste-– le digo con desprecio  y sus ojos se entristecen.

          Quiero ir  y abrazarla, consolarla cómo lo hacía conmigo, pero no, ella tiene que entender lo que me dolió su pérdida y que no solo puede venir cómo si nada, ella cree que yo  la perdonaré y seremos felices, la vida no es así, los errores tienen consecuencias.

--Huye, él ya te encontró y no descansará hasta que estés a su lado-– me da la espalda.

--Huye, ese es tu consejo, pues deja me decir te.... ¡QUE ES DE COBARDE, NO SE QUIEN ES, NI QUE QUIERE, PERO AQUÍ VOY A ESTAR!--- le grito mientras se marcha como siempre lo ha hecho.

         Cuándo se pierde de vista, las lágrimas quieren salir, pero me prometí que dejaría de llorar, así que no lo haré.

--Mi luna-– lo escucho a mi espalda y volteo.  Él está con los puños apretados y su mirada en el suelo.

--Tuya-– el alza la mirada confundido por mi respuesta.

          Lo que aprovecho para acercar me y tomar su rostro entre mis manos, lo miró fijo a esos ojos miel que tanto me encantan  y él observa los míos, buscando algo, no se que, pero no aguanto este silencio.

--Soy tuya mi lobo, no quiero que jamas lo dudes, solo tuya-– no le doy tiempo de nada, uno nuestros labios en un beso apasionado, intento transmitir le todo el amor, deseo  y preocupación que siento.

--Se que lo digo poco, pero...te amo  y no quiero que dudes- le digo sin soltarlo y me abrazó fuerte contra su pecho.  El tarda en responder,   comienzo a entrar en pánico, no quiero que piense lo que no es, yo solo tengo ojos para él.  Al cabo de un rato, responde a mi abrazo y pasa su mano por mi cabello.

--Tranquila, todo esta bien... Es solo que entre ustedes hay algo que no puedo explicar… yo conozco tus emociones--- mira mis ojos con intensidad --- cuando te descuidas en ciertos momentos puedo saber lo que piensas  y sin embargo cuando murió Luz--- se le quiebra la voz--- él fue el único capaz de llegar a ti, gracias a tí pudieron romper su hechizo, todos estos días has estado tan distante, no sé lo que piensas, no me dejas estar contigo  y te encuentro abrazada a él.

--Pero no..--pone un dedo en mis labios para que calle.

--Deja me terminar, se que no paso nada, yo lo habría sentido, confió en ti, pero...  Es la manera en como te mira, no lo hace como un hombre que quiere una mujer, pero al mismo tiempo te ve con admiración, orgullo, hasta… cariño o amor, como si le pertenecieran, como si una parte tuya también fuera de él, se podría decir  y no lo entiendo, pero si sé una cosa y es que eres MÍA, no soporto que nadie que no sea yo ponga sus manos encima de ti, Te Amo  y es egoísta pero te quiero para mi solo, estoy mal-– no aguanto más, lo beso.

--Pues entonces estamos mal los dos, porque yo también te quiero solo para mi,  si eres egoísta no quiero que jamas dejes de ser lo, yo quiero estar contigo siempre. -- -  vuelvo a besarlo.

          El me atrae más a su a cuerpo  y yo engancho mis piernas en su cintura, él me carga sin dejar de besarme.

--Te extraño tanto-– dice sobre mis labios.

-- Y yo a ti mi lobo-- me pierdo en sus besos, en sus manos que me sostienen, en su calor.

--Recuerdas este lugar-– pregunta de pronto soltando mis labios y yo lo miro haciendo puchero.

-- ¿Me vas a dejar así?–- me le quedo viendo y él sonríe.

--No, solo quiero demostrar te el camino que ya hemos recorrido, que quizás no es mucho, pero es lo que nos hace ahora lo que somos-- me bajo de su cintura y él agarra mi mano, deposita un beso en ella y nos dirigimos a la orilla del lago.

--Aquí fue nuestra primera cita.--le digo al recordar.



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En el texto hay: amistad, accion drama violencia, hombres lobo romace

Editado: 08.07.2024

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