WingzemonX
APPLEDASH I
Creí que no te volvería a ver
PARTE 11
Siguiendo las instrucciones que habían recibido, los miembros de la familia Apple se dirigieron de inmediato a Sweet Apple Acres para preparar todo antes de la llegada de la tormenta. Su propiedad era la que se encontraba más al sur del pueblo, por lo que ésta de seguro los golpearía primero, y tenían que darse prisa. La temporada de manzanas ya había pasado, así que al menos no tenían que preocuparse por que el viento y la lluvia las arrancaran de los árboles. Aun así, tenían que asegurar a sus animales, las bodegas de almacenamiento, y por supuesto su casa, para que no hubiera ningún contratiempo.
Big Macintosh se encargó de salir a resguardar a todos los animales en el establo, mientras que Applejack revisaba las bodegas de manzanas para asegurarse de que no hubiera ninguna filtración. El viento había arreciado, y ya comenzaba a caer algo de agua, por lo que se cubrieron cada uno con una capa impermeable y se dirigieron a realizar sus tareas. Acababa de llegar a su casa después de tres meses de ausencia, y aun así lo primero que debía hacer era trabajar. Por suerte, todo parecía estar en orden en la bodega, por lo que Applejack pudo volver antes a la casa principal, para ayudar a Apple Bloom y a la Abuela Smith a reforzar las ventanas.
Una media hora después, las tres mujeres Apple ya habían terminado su labor, y estaban reunidas en la sala de estar, junto con Winona. Applejack se disponía a salir a ayudar a Big Macintosh, cuando éste entro por la puerta principal justo en ese momento, dejando entrar un rastro de la brisa húmeda y helada del exterior. Cerró la puerta detrás de él con llave, y luego la truncó con un tablón.
- Los animales ya están seguros en el granero. – Informó el hermano mayor, retirándose la capucha de su impermeable.
- Las bodegas también están seguras, al igual que todas las ventanas de la casa. – Agregó Applejack.
Los cuatro miraron hacia afuera, y pudieron ver con claridad como el cielo se había puesto totalmente gris oscuro, el viento soplaba con suma fuerza, y las ramas de los árboles se agitaban con violencia. Gotas grandes y pesadas de lluvia golpeaban el techo y el cristal de las ventanas; todo parecía indicar que habían terminado justo a tiempo.
- Bien, creo que sólo queda esperar a que todo pase. – Señaló la abuela Smith. – Apple Bloom, ¿por qué no Big Mac y tú van a la cocina y preparan un poco de chocolate caliente?
- Está bien. – Respondió Apple Bloom de inmediato. – ¿Vienes, hermano?
- Sip.
Luego de que Big Mac se retirara su impermeable mojado, ambos se dirigieron a la cocina para cumplir la petición de su abuela. Applejack, por su lado, al fin pudo tomarse un momento para relajarse. Caminó hacia la ventana con Winona a sus pies, y se sentó justo en el descanso frente a ella para ver la lluvia. Winona se subió de un salto a sus piernas, y se recostó cómodamente, mientras su dueña comenzó a pasar sus dedos por su cabeza y sus orejas.
Demasiadas cosas para un primer día de regreso a Ponyville. Muchas cosas que hacer, muchas cosas que pensar. Pero por supuesto, la que más le interesaba era justamente la misma que había cautivado su interés durante todo ese tiempo afuera. El ver la lluvia comenzar a hacerse más y más fuerte cada segundo, le iba provocando un gran nudo en la garganta que no era capaz de aclarar por más que garraspara. ¿Por qué no había insistido un poco más en acompañarla? Claro, en el fondo deseaba lo más posible seguir manteniendo cierta distancia, darse más tiempo antes de tener que afrontar lo inevitable, aunque fuera al precio de esa enorme preocupación que la inundaba en esos momentos.
Suspiró con cansancio, y pegó su frente contra el cristal. Se repitió a sí misma que no había nada de qué preocuparse; era Rainbow Dash, después de todo. Siempre todo le salía bien sin necesitar ayuda de nadie, y esa no sería la excepción.
- Pareces preocupada, querida. – Escuchó que su abuela le decía de pronto; tan concentrada estaba en sus cosas, que no había notado que se había parado justo a su lado.
- Ah, no es eso, abuela. – Le respondió con una pequeña sonrisa en los labios, que parecía esforzarse más de la cuenta en formar. – Sólo supongo que han sido demasiadas emociones por un día. Esta mañana estaba Dodge Junction, vuelvo al fin a Ponyville, tengo una fiesta de bienvenida con todos mis amigos, y ahora estoy refugiándome de una fuerte y sorpresiva tormenta. Supongo que era más de lo que quería morder hoy.
- Y no olvides encontrarte de nuevo con tu amiga Rainbow Dash.