Crepusculo [knj x ksj] |adaptación| #1

7. Riesgo [Namjoon]

Maraton 3/3

Nota:
Antes de leer explico algunas cosas para que no se confundan, Namjoon en este capitulo escucha una conversacion a traves de la mente de uno de los personajes secundarios de la novela, pero para que no existan las confuciones los dialos se veran escritos Asi en cursiva y los pensamientos se veran escritos En cursiva y negrita. Por su atencion gracias.

No tenía sed, la verdad, pero decidí salir otra vez de caza esa noche. Un pequeño atisbo de prevención, aunque sabía que sería insuficiente.

Kyu Hyun vino conmigo. No habíamos estado a solas desde que yo había regresado de Gwangcheon. Mientras corríamos por la negrura del bosque, oí que estaba pensando en aquella despedida apresurada de la semana anterior.

En sus recuerdos, vi la mueca de terrible desesperación que me desfiguraba las facciones. Volví a sentir su sorpresa y su repentina preocupación.

«¿Namjoon?».

«Tengo que marcharme, Kyu Hyun. Tengo que irme ahora mismo».

«¿Qué ha pasado?».

«Nada. Todavía. Pero lo hará, si me quedo».

Kyu Hyun había alargado entonces la mano hacia mi brazo, y vi el daño que le había causado que me encogiera para retroceder ante ese contacto.

«No lo entiendo».

«¿Alguna vez has…? ¿Te ha pasado alguna vez que…?».

Me vi respirar hondo, vi aquel brillo salvaje en mis ojos a través del filtro de la profunda preocupación de Kyu Hyun.

«¿Ha habido alguna persona, una sola, que te oliese mejor que todas las demás, muchísimo mejor?».

«Oh».

Mi rostro se había hundido por la vergüenza en el momento en que supe que me había comprendido. Él había alargado el brazo para tocarme, haciendo caso omiso cuando yo me había vuelto a encoger, y me había puesto la mano en el hombro.

«Haz lo que debas con tal de resistir, hijo. Te echaré de menos. Toma, llévate mi coche, tiene el depósito lleno».

Ahora se estaba preguntando si entonces había hecho las cosas bien, al decirme que me marchase. Se preguntaba si me había hecho daño con su falta de confianza.

— No —le susurré mientras corría—. Eso era lo que necesitaba. Si me hubieras dicho que me quedase, podría haber traicionado esa confianza con mucha facilidad.

— Siento mucho que estés sufriendo, Namjoon, pero deberías hacer cuanto puedas con tal de que el hijo de Kim continúe con vida. Aunque eso suponga que te tengas que volver a marchar.

— Lo sé, lo sé.

— ¿Por qué has regresado? Sabes lo mucho que me alegra tenerte aquí, pero si esto se vuelve demasiado difícil…

— No me gustaba sentirme como un cobarde —reconocí.

Habíamos ido ralentizando el paso; ahora apenas trotábamos a través de la oscuridad.

— Mejor eso que ponerlo en peligro. Se habrá marchado dentro de un año o dos.

— Tienes razón, y lo sé. —Por el contrario, sus palabras solo sirvieron para generarme más ansias de quedarme: el chico se marcharía dentro de un año o dos…

Kyu Hyun dejó de correr, y me detuve a su lado. Se dio la vuelta para examinar mi expresión.

Pero no vas a huir, ¿verdad?

Me quedé cabizbajo.

¿Es por orgullo, Namjoon? No es ninguna vergüenza…

— No, no es el orgullo lo que me retiene aquí. Ahora no.

¿Ningún sitio adonde ir?

Solté una risa breve.

— No, eso no me detendría si fuese capaz de obligarme a marcharme de aquí.

— Iremos contigo, desde luego, si es lo que necesitas. Solo tienes que pedirlo. Tú te has trasladado por todos ellos, sin quejarte. No te lo tendrán en cuenta.

Arqueé una ceja.

Se echó a reír.

— Sí, tal vez Taehyung lo haga, pero está en deuda contigo. De todas formas, es mucho mejor para nosotros si nos marchamos ahora, sin hacer daño a nadie, que marcharnos más adelante, después de haber segado una vida. —No había humor de ninguna clase en aquel final.

Me estremecí ante sus palabras.

— Sí —coincidí; mi voz sonó áspera.

Pero ¿no te vas a marchar?

Suspiré.

— Debería.

— ¿Qué te retiene aquí, Namjoon? No consigo verlo…

— No sé si me veo capaz de explicarlo. —Ni siquiera para mí tenía sentido.

Examinó mi expresión durante un rato largo.

No, no lo veo. Pero respetaré tu intimidad, si así lo prefieres.

— Gracias. Es muy generoso por tu parte, teniendo en cuenta que yo no le dejo intimidad a nadie. —Con una excepción, y estaba haciendo lo imposible con tal de privarlo de ella, ¿no?

Todos tenemos nuestras rarezas. Se rio de nuevo. ¿Vamos?

Kyu Hyun acababa de captar el olor de una pequeña manada de ciervos. No resultaba sencillo despertar demasiado entusiasmo de cara a algo que era —aun en la mejor de las circunstancias— una fragancia que distaba mucho de hacerte la boca agua. Ahora mismo, con el recuerdo de la sangre de la chica tan reciente en mis pensamientos, aquel olor me revolvió las tripas.

Suspiré.

— Vamos —acepté, aunque sabía que obligarme a tragar más sangre iba a servir de muy poca ayuda.

Los dos nos agazapamos en la postura de caza y dejamos que aquel olor tan poco atrayente nos guiara en silencio.



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En el texto hay: crepusculo, bts, namjin

Editado: 01.05.2024

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