Star City. 5 meses antes de la hora 0.
Aquella mañana, había despertado Liam mas temprano de lo habitual, a las cinco de la mañana cuando los primeros rayos del sol atravesaban las nubes hasta llegar a sus ojos. Luego de un fallido intento por recuperar el sueño, se levantó rápido de la cama, se vistió y fue a la cocina por una manzana, mientras pensaba en que iba a hacer ese día tan temprano.
Finalmente se decidió por ir al bunker para entrenar, ya que las amenazas habían crecido el último mes alrededor de la ciudad. Liam terminó de vestirse y se dirigió rápidamente a la pequeña base de operaciones, o 'el bunker' como él y su pequeño y recién formado equipo lo llamaban, luego de despedirse de su hermana.
-Iré al bunker, que no entre ningún chico aquí sin mi permiso, Alianne.- Bromeó Liam con su hermana que acababa de despertar.
Al llegar al lugar, Liam se dirigió a la sala de entrenamiento y a pesar de ser aún muy temprano, se dio con la sorpresa de que no estaba solo. Mía estaba en el lugar vestida con su ropa de entrenamiento y con múltiples armas cerca, al parecer llevaba rato en allí, hecho que llamo la atención de Danvers y se dirigió a ella sutilmente.
-Oye, Mia, creo que deberías descansar un poco.
-Este no es momento pata descansar, Danvers. Nos han informado que la gobernación ahora está buscando metahumanos malvados como aliados y que...- Mía fue interrumpida por Liam antes de terminar.
-Esta bien, pero me parece que te estás estresando mucho, podemos con ellos.
-Eso lo tengo claro, pero no todos tenemos músculos de acero, debo entrenar.
-Ah, si. Hablando de eso...
Liam tomó dos de las varas de entrenamiento y le sonrió a la rubia de costado. Ella entendió de inmediato y le devolvió la sonrisa sosteniendo otras dos varas que habla dejado en el suelo previamente y se puso en posición de ataque.
Mía no espero ni un segundo por su compañero, y dio el primer ataque, acercándose con rapidez hacia él. En el lugar empezaron a resonar los golpes provocado por el choque de las varas de ambos. Mía tomó el papel de atacante mientras que Liam estaba defendiéndose sin hacer mucho esfuerzo.
-Nada mal, Smoak.
Las palabras del chico solo lograron provocar a Mía, que atinó a aumentar los movimientos de sus brazos, haciendo retroceder a Liam y poco a poco tomar control de la pelea. Sus movimientos eran casi limpios y muy rápidos. Uno de estos golpes fue imposible de defender por parte de Liam y lo recibió cerca al pecho.
-¿Que decías?- Se burló Mía con una sonrisa.
El kryptoniano sonrió y decidió tomar el control del asunto, atacando por primera vez, y logró recuperar el control rápidamente. Mía estaba ya algo cansada y perdiendo el equilibrio, pero no iba a dejar que Liam se salga con la suya.
Luego de unos segundos más, Mía tropezó y cayó sobre el chico. Ambos terminaron en el suelo del lugar. Mía estaba exhausta y dejando caer sus rubios cabellos sobre el chico mientras sus miradas conectaron por un par de segundos, los cuales se sintieron mucho más largos para ellos.
Al darse cuenta de esto, Mía rodó los ojos fingiendo desinterés y se levantó rápidamente del suelo seguida de Liam que empezó a acomodar su ropa.
-Quizá ambos debemos entrenar más, tienes razón.- Agregó Liam mirando a la rubia.
-No dejo de pensar en eso, y en si alguna vez somos simplemente derrotados y ya.
-Eso no va a pasar, tranquila. No mientras esté aquí. Mi hermana y yo, somos fuertes.
La mirada de Liam expresaba una profunda confianza hacia Mía. Era claro que los pocos meses que pasaron luchando juntos había formado un lazo muy fuerte entre ellos, y quizá algo más aunque se encarguen de negarlo. A pesar dea fría personalidad de la Smoak, se había logrado encariñar con Liam así como con el resto de su equipo, o casi todo.
-Sabes que aún no confío mucho en tu hermana, ya me conoces.
-Sé que acaba de llegar, pero debes confiar en ella como lo haces conmigo, Mía, es mi hermana gemela.- Respondió Liam mirando los ojos de su compañera.
Mía permanecía con algo de terquedad y expresando disconformidad en su rostro, pero terminó cediendo ante el pedido. En definitiva confiaba mucho en él.
-Bien, yo confío en ella, solo por que confío mucho en ti. ¿Entendio Danvers?
-Casi me cuesta creer que tú dijiste algo como eso.- Bromeó Liam.
-Ya cállate.
Ambos se rieron mirándose de reojo por unos segundos hasta que la alarma de emergencias sonó en la base de operaciones.
Los jóvenes corrieron hasta las computadoras y pudieron ver en ellas el mensaje del autoproclamado gobernador de la ciudad y de todo el sector 13 de lo que quedaba del planeta, quien estaba por dar un importante mensaje.
-Buenos días, sobrevivientes del sector 13, soy su gobernador, y hoy vengo con un mensaje formal de parte de la gobernación general. Hoy la resistencia ha decidido empezar con el proyecto que buscará eliminar por completo a los vigilantes que nos han estado dando problemas durante los últimos meses. La finalidad del mensaje es anunciar que haremos todo lo posible para acabar con ellos por la fuerza. Ha sido un placer dirigirme a ustedes.
Mia quedo completamente helada ante este mensaje. No supo cómo reaccionar los primeros segundos, pero poco a poco un sentimiento de odio se fue haciendo grande dentro de ella, más del que ya sentía hacia él, JJ Diggle, el responsable de profanar la ciudad que su padre tanto protegió y amó. Un puño fuerte al costado de su cadera fue evidencia de este sentimiento, del que Liam se dio cuenta de inmediato.
-Podemos contra él, no pierdas los papeles.
-No me pidas que me tranquilice, por favor, Liam.
A la escena llegaron William y Zoe casi al momento de sucedido el aviso. Ambos se pusieron al tanto y estaban igual de preocupados que ellos. William encendió la computadora y empezó a teclear ya que sabía que aquellas medidas habían comenzado al mismo que tiempo que JJ daba el mensaje.