Crónicas de un alma

Estoy, No soy y Tu

Para cuando el coche entró al taller, empecé a organizar mi vida, de acuerdo a cómo sería la disponibilidad del trasporte público. Considerando que hacia años que no tomaba uno.

Me dieron la opción de tener un coche, pero había que esperar unos días.

Hay en esos días aparece Emil 

De las cosas más locas de la vida.

Es que nunca me sentí muy atractiva, con mi formación en arte y arquitectura, conozco las proporciones divinas, los elementos necesarios para que saber que es bello, aún que digamos que el proceso es efímero, pero si hay canones de belleza. Y jamás me había considerado atractiva, muchas veces, pensé que tenía oportunidades ya que mi padre, tenía poder adquisitivo, y un buen trabajo, descaradamente un chico se me acercó y me dijo me quiero casar contigo, para que tu papá me deje en la empresa, en la que está. Eso no duró más aya ajá. Por lo que conocer a Emil, fue algo que me sacó de onda, más el hecho de que hay ciertas profesiones a las que dices, uy eso yo lo quiero.

Emil llego a mi vida, después de un juego en una app, ya me había cansado de ver, si en mi pueblo ya había, visto que la mayoría me veía, con ganas de obtener algo de mi familia, pues ni modo, no era amor ni empatía, era dinero, lo que veían en mi. Un joven doctor, que muy al principio ni yo me la creía, alguien que podía tener la chica sexy del gym, estaba físicamente interesado en mi, muy al principio me aterre con la idea, la segunda vez que lo vi, me supere a mi misma, y pensé pues si no lo tomo ahora cuando, digo, cuando llegará otro así. Aún no entraba al gym, aún que me cuidaba algo. Las cosas se volvieron físicas entre nosotros.

Pero hubo algo que me hizo dudar, y dudar mucho de si hay podía haber algo más.

 




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