Cronicas de una guerra: sombras del tiempo

CAPÍTULO XVII

Por la mañana, César deseó que su hija no estuviera acostumbrada al horario escolar incluso cuando no tenía que ir al colegio, porque lo despertó muy temprano, cuando el sol apenas había salido.

En cuanto abrió los ojos, se encontró con su rostro sonriente. ―Emma, ¿qué haces despierta tan temprano? No tienes que ir al colegio...

―No es por eso, papá, ¡descubrí como encontrar a papi!

Eso hizo que terminara de abrir los ojos y se sentara en la cama como si tuviera resortes en la espalda. ―¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo lo descubriste?

―Anoche, antes de ir a dormir me puse en contacto con una marciana que me dijo que conocía a papá. Ella vendrá aquí en un rato para ayudarnos.

El corazón de César se aceleró de felicidad y abrazó con fuerza a su hija. ―Tenemos que decirle a tu abuelo.

La niña asintió con la cabeza. ―Creo que ya está despierto.

Por supuesto que ya estaba despierto. Nunca entendería la costumbre de las personas mayores de levantarse tan temprano y a decir verdad a veces se preguntaba si él terminaría haciendo lo mismo. Con suerte, no.

Al llegar a la cocina, fueron invadidos por el aroma del desayuno siendo cocinado. ―Buenos días. ― padre e hija hablaron al unísono.

―Hey, buenos días. No creí que se levantarían tan temprano, el desayuno aún no está listo.

―No hay problema, Emma ha descubierto algo.

―Una marciana llamada Kanda dijo que podía ayudarnos, ¡dice que sabe qué está pasando! También dijo que te conocía, y a papá.

―¿Kanda? ― el hombre pensó por un momento. ―No la recuerdo, no es ninguna de las amigas de escuadrón de Duncan... De todas formas, es una noticia estupenda. ― el hombre sonrió suavemente, pero en sus ojos se podía ver la felicidad que le provocaba aquello.

La misteriosa Kanda hizo acto de presencia a media mañana, apareciéndose con un halo de vapor de agua en medio de la sala, sobresaltando a todos.

―Buenos días. ― saludó como si lo que acababa de pasar fuera lo más normal del mundo. Y quizás lo era, en su mundo. ―¡Jaime, que gusto verte! ― fue directo al anciano, para abrazarlo, pero él la miró tan extrañado como todos los demás, con excepción de Emma, quizás. ―¿No me recuerdas? Soy yo, Kanda. Me cuidaste por varios días cuando tenía ocho años.

―Lo siento, no... jamás te he visto en mi vida.

La mujer lo miró con cierta tristeza en sus ojos, pero luego negó con la cabeza y volvió a sonreír. ―Como sea, es un placer conocerlos. ― se dirigió a los tres, pero especialmente a Emma. ―Mi nombre es Kanda, miembro del clan del agua, traedora de la paz y reina de Marte.

―¡¿Reina?!

―Sí. ― Kanda rió levemente. ―Sé que parezco demasiado joven para gobernar un planeta entero, pero a los tres años me convertí en la única sobreviviente de la familia real y bueno...― se encogió de hombros.

―Lo siento, no es por tu edad. ― César se apresuró a decir. ― Es solo que nos sorprende que de todos los marcianos Emma se haya comunicado con la reina.

―Seguramente fue el fuego, creyendo que yo era la mejor opción. Supongo que Hinto no estaba disponible para una conexión mental. ― la naturalidad con la que hablaba de aquellas cosas le hizo sentir a César cierta seguridad. Aquella mujer había sido criada entre marcianos, para convertirse en su gobernante, sabía que pondrían confiar en ella. ―Entonces, Emma me dijo que Duncan había desaparecido, ¿qué ocurrió exactamente?

César le contó lo que había ocurrido, los detalles aún gravados a fuego en su memoria. La mujer escuchó con atención y luego de un par de minutos de silencio, habló.

―Bien, no quiero alarmarlos, pero es probable que Duncan haya viajado en el tiempo. Al pasado, para ser precisa.

César y Jaime la miraron sorprendidos. Emma simplemente siguió sonriendo. ―¿Pero tu podrás ayudarnos a traerlo de vuelta, verdad?

―No lo sé. ― Kanda suspiró levemente. ―Los viajes en el tiempo son terreno del clan de la luz, pero hasta donde tenía entendido eran solo experimentales. César, ¿tienes acceso a la figura que dices que Duncan tenía en la mano cuando desapareció?

―Supongo que puedo obtenerla, sí.

―De acuerdo. ― la mujer se puso de pie. ―Ve a buscarla, yo iré a hablar con la líder del clan de la luz y trataré de entender un poco más de todo esto. Pero estoy completamente segura que Duncan viajó unos veinte años al pasado, al momento en que lo conocí.



#19932 en Fantasía

En el texto hay: amor gay, aliens, poderes elementales

Editado: 09.10.2019

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