Crónicas de una Maho Shoujo

Historia 20: Sin romance y el examinador poderoso

Historia 20: Sin romance y el examinador poderoso

 La hechicería era reservada para pocas personas, así lo marcó el decreto de Londres en 1690, cuando se decidió prohibir la información relacionada a las cosas sobrenaturales como tal, esto se debió al control que la Iglesia ejercía y al miedo de una guerra masiva entre las dos súper potencias: Gremio central y el Vaticano.

No obstante, en el año 1920 apareció un decreto especial, el cual indicaba que la hechicería ya no era prohibida, sin embargo, todavía seguía siendo clasificada para la mayoría de la población y su uso como arma local estaba penada con cárcel o ejecución, depende del delito cometido. No obstante, ¿quién denunciaría los delitos o arrestaría a los villanos de poca monta?, los hechiceros eran numerosos, pero no todos estaban interesados en detener a novatos inútiles que usaban sus poderes para atacar a los civiles.

Después de todo, ellos no tenían nada que ver, nadie les podía obligar a ser vigilantes en sus ciudades o cargar con una responsabilidad que no les convenía. Por ello, el Gremio central creó un nuevo rango entre sus filas: Vigilante, este mote, independientemente de la habilidad u origen, era otorgado a personas con autorización real de ejercer sus poderes en público para mantener el orden y arrestar a los malvados que usen la hechicería para el mal.

Aún así, el permiso contenía muchas restricciones que debían obedecerse al pie de la letra, el primero consistía en no utilizar poderes mágicos contra oponentes no sobrenaturales, es decir, ladrones y criminales pesados no podían ser detenidos usando métodos mágicos. De romper esta regla, se perdería la protección total del Gremio y el rango de vigilante acabaría por romperse y transformarse en el de “héroe”, alguien solitario, carente de apoyo y refuerzos, justo como Emily se describió a sí misma.

Esmeralda de la Luz era una Chica Mágica, al menos así se autodenominó por la herencia de Victoria, a los ojos del Gremio ella ostentaba el título de “Hechicera vigilante”, porque recibió entrenamiento formal directamente de la Madre Joaquina, una de las hechiceras más poderosas del mundo. Wendy solo poseía el rango de vigilante, ya que su entrenamiento había sido informal y no tenía un papel reconocido por las grandes autoridades de su formación mágica. Aún así, a ella poco o nada le importaba este hecho.

En fin, luego de esta pequeña introducción volvamos a la historia…

La relación con Pablo Casanova se volvió un tanto complicada, si bien continuaban caminando juntos a la escuela y hablando dentro de clases, algo cambió, un detalle que nuestra heroína no dejó pasar. Sus palabras eran ligeramente más formales que antes y a veces, el pelirrojo se quedaba embobado viendo a su amiga con una sonrisa triste, pero encantada.

Sí, no había ningún error…

Los dos tenían un severo problema de comunicación, Esmeralda no encontró una mentira convincente y Casanova era demasiado listo para caer ante las excusas de la chica. El tiempo no les ayudaba en nada, ambos necesitaban tratar el problema lo más pronto posible, de lo contrario, su amistad acabaría terminando por una verdadera estupidez. Wendy sabía perfectamente ese dato, pero tampoco podía estar resolviéndole los problemas a su amiga, era deber de Esmeralda y nadie más, solucionar la problemática que la molestaba.

 —Pablo, ¿qué estás haciendo? —Esmeralda sonrió mientras caminaba junto al muchacho de regreso a casa, tuvieron un día escolar sencillo, sin ningún contratiempo ni trabajos abultados. Casanova suspiró desinteresadamente, luego giró su cuello para tener contacto visual con nuestra linda protagonista.

—Solo veo pasar los coches, hace un buen clima, a decir verdad.

—Tienes razón, por suerte no me ha pasado nada raro estos días, ya necesitaba un poco de paz. —Aquella broma fue perfecta, en primer lugar, porque Pablo Casanova soltó una pequeña carcajada, el mero hecho de recordar a su querida amiga vestida de maid le alegró un poco la tarde. Además, Esmeralda quería hablar con él acerca de todo lo que ocurrió, no iba a comentarle la verdad como tal, pero sí deseaba quitarle las preocupaciones de encima. Hacerlo de ese modo no rompería su filosofía como chica mágica ni pondría en riesgo la integridad de su compañero —. Oye, Pablo…

—¿Sucede algo? —cuestionó.

 —Sí, verás… —Esmeralda tomó una pausa para aclarar sus ideas, sin embargo, decidió simplemente lanzar la primera cosa que saliese de su mente, o al menos eso creyó. Justo cuando iba a soltar la sopa una pequeña alarma sonó en su celular, ésta no se repitió más de una vez y apenas pudo escucharla gracias al momento de indecisión. Esmeralda sabía lo que significaba ese sonido, no era ninguna llamada ni mensaje, sino algo realmente importante… Un anuncio del Gremio central, normalmente las amenazas podía sentirlas gracias a su percepción extrasensorial o simplemente por las noticias, los mensajes o llamadas normales del teléfono sonaban con un tono común y corriente.



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En el texto hay: romance, chicas magicas, accion y drama

Editado: 11.04.2019

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