Crónicas magicás: Fuego y hielo

Maestra dragon

Luna despertaba en una casa abandonada, Celeste dormía a su lado, ambas estaban vendadas en la cabeza y los brazos, la habitación tenía las ventanas cerradas con madera y en el techo había un hoyo.

Ella se levantó lentamente, trataba de recordar lo que sucedió, cuando los zombis atacaron, ellos estaban batallando, pero hubo un momento que todos se elevaron y fueron impactados por miles de relámpagos.

Celeste empujo a Marcus y ambas fueron atacadas por la electricidad, luego perdió el conocimiento, quien quiera que uso ese ataque era un mago de gran nivel, Luna y sus amigos tuvieron la mala suerte de encontrarse en el medio del desastre.

Se acerco a la ventana y miraba como ya era de noche, la nieve caía ante la desierta ciudad, era increíble que hace un par de horas la vida y alegría del puerto abundaba por todos los rincones y ahora solo reinaba el absoluto silencio.

La puerta se abrió lentamente, Marcus que se había cambiado su ropa de invierno y estaba cubierto de nieve entraba, se quitó el gorro y dejaba ver su cabello blanco, se acercó a su hermana y le acaricio el rostro se notaba su preocupación.

—¿Estas bien? —pregunto Marcus de pronto.

—Si, gracias por cuidarnos —respondió Luna—¿Qué sucedió cuando perdimos el conocimiento?

—Las arrastre a ambas a esta casa —Marcus abrigaba a Celeste con una manta—Me asegure de que no vinieran por nosotros, al parecer ya no hay zombis —de una caja saco unas manzanas y se la entregó a Luna—Hay guardias dando vueltas por toda la zona, al parecer arrestaron a alguien, Blake y Ventus no responden.

—Vale, tu quédate aquí con ella, yo iré a explorar necesitamos información —Luna se guardó la manzana—Tu debes descansar también.

Él asintió y se acostó al lado de su hermana, Luna salió de la casa, se encontraba ahora en un pueblo fantasma el cual fue atacado por una gran calamidad, había rastro de quemaduras por varias casas, la nieve cubría todo el camino, a ella le costaba caminar y el frio entraba en sus botas y le provocan un escalofrió tremendo, sentía como sus pies se congelaban con cada paso.

Luna tocaba su oreja e intentaba llamar a Blake, pero no había respuesta, o estaba dormido o se acabó el efecto del enlace, estaba muerta de la preocupación, la era muy situación complicada.

Dos hadas escondidas en una casa abandonada, zombis controlados por magia oscura, atrapados dentro de un reino que sufre un conflicto interno, y quizás ellos sean prófugos, todo esto para encontrar a un maestro dragon y salvarlo de la liga de las sombras.

Se adentro hacia la plaza donde estaban reunidos un grupo de guardias patrullando la zona, ella se escondió detrás de una caja, ellos miraban una pila de cadáveres calcinados, bajo su nivel de éter y se movió sigilosamente entre las cajas y los locales que estaban destrozados.

—El rey está muy estresado con este suceso —decía un guardia—Junto con Ragnarok las cosas en el reino se están descontrolando.

—Debemos tener fe en su elección, la liga está tratando de entrar desde hace años —respondía el otro guardia—Las cosas están muy difíciles últimamente.

Se escucharon pasos a la izquierda de ellos, una mujer que usaba una túnica azul de mago y portaba una lanza en su mano, el cansancio en su rostro era muy notorio.

—Necesito que me acompañen a revisar el alcantarillado —su voz era extremadamente autoritario—Sera mejor que se preparen para pelear.

Luna pensaba en las alcantarillas donde ella había venido junto con sus amigos y luego le llego el pensamiento de Two y la hermosa mujer, su intuición la asusto un poco, la mujer de la lanza se notaba ser muy habilidosa en la lucha.

Se marcho lentamente de la plaza y salió hacia las alcantarillas, llego en poco tiempo a la gran puerta de metal por donde había entrado, ahora estaba destrozada como si algo enorme hubiera pasado por ahí, una bestia colosal había rastro de quemaduras en las paredes.

El éter se palpaba en el ambiente así que se sentía un ambiente pesado, los guardias y la mujer se pusieron en guardia y sacaron sus armas, Luna se empezaba a ponerse nerviosa, notaba como si algo fuera a ocurrir.

Un zumbido la aturdió, se tapó las orejas y sentía como el suelo temblaba, cuando se recuperó del aturdimiento se percató de que estaban siendo rodeados por unos 30 enemigos que les apuntaban con ballestas y lanzas, también estaban varias mantícoras de fuego formando un círculo alrededor de ellos, no se percataron de la presencia de Luna, se escondió mucho mejor y trato de observar lo que estaba por ocurrir, se tocó la oreja.

Marcus, necesito que vengas a las alcantarillas rápido.

Los enemigos comenzaron su ataque, los guardias se defendieron, pero fue en vano, ambos murieron tras una lluvia de flechas, la mujer con su magia creo un campo de fuerza eléctrico, resistía lo máximo posible.

Luna no podía soportarlo más, saco su arco y disparo las flechas al cielo, las hizo descender y golpearon a gran parte de los enemigos, la mujer estaba inclinada en el suelo agotada tras su escudo.

Ella atacaba a con su lanza a gran velocidad a los enemigos, Luna le cubría la espalda y disparaba sus flechas de luz, un enemigo se le acerco a ella, y la mujer la salvo en una fracción de segundo, atravesó el pecho del sujeto con gran rapidez.




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