Poco a poco, empiezo a despertar, sintiendo una mezcla de confusión y dolor en mi cuerpo. Abro los ojos con precaución y me encuentro en una habitación desconocida. La luz tenue que se filtra por las cortinas semicerradas apenas ilumina el lugar. Hago un esfuerzo por incorporarme, notando el vendaje en mi pierna herida mientras trato de orientarme en mi entorno.
La habitación en la que me encuentro es austera, con paredes de concreto y mobiliario sencillo. Una mesa pequeña y unas sillas completan el espacio. Decido explorar el lugar, con la esperanza de encontrar pistas que me ayuden a entender dónde estoy y cómo llegué aquí.
Camino con cuidado hacia una ventana que da al pasillo. A través del cristal empañado, puedo distinguir las siluetas de una mujer y un hombre que parecen estar inmersos en una acalorada discusión. Sus voces apenas llegan hasta mí, pero la tensión en el ambiente es palpable.
Alto Mando: (Con una voz firme y autoritaria) ¿Por qué sigues reclutando desconocidos para nuestro grupo en lugar de buscar a personas confiables y leales?
El Fantasma: (Defensivo pero apasionado) Entiendo su preocupación, comandante Valentina, pero ¿qué otra opción tenemos? Nuestro grupo es pequeño y enfrentamos peligros constantes. La mayoría de las personas confiables y leales ya están colaborando con el gobierno o han sido capturadas. Si nos limitamos a buscar entre conocidos, nuestra base de reclutamiento se agotará rápidamente.
Comandante Valentina: (Con tono firme y comprensivo) Entiendo tus preocupaciones por las limitaciones en nuestras opciones, pero debemos considerar cuidadosamente la calidad de nuestros reclutas. Añadir desconocidos sin evaluar adecuadamente su lealtad y habilidades podría acarrear riesgos significativos. No podemos permitir infiltrados o traidores en nuestras filas, ya que pondrían en peligro todo lo que hemos logrado hasta ahora.
El Fantasma: (Con frustración evidente en su tono de voz) Pero necesitamos desesperadamente aumentar nuestras fuerzas si queremos tener una oportunidad real contra el gobierno. Los desconocidos representan nuestra única esperanza de lograrlo rápidamente. Además, algunos de ellos han demostrado ser activos de gran valor. ¿No recuerdas a Jaden? Era un completo desconocido y ahora es uno de nuestros estrategas más talentosos y valiosos.
Comandante Valentina: (En tono reflexivo pero firme) Reconozco el valor de Jaden, pero no podemos generalizar la confiabilidad de todos los desconocidos. Necesitamos establecer un sistema de evaluación más riguroso para salvaguardar nuestra seguridad.
Cada palabra que pronunciaban aumentaba mi ansiedad, temiendo que me descubrieran y me arrastraran a su lucha.
Sin embargo, el sonido de los pasos acercándose rápidamente a la puerta de mi cuarto me hizo reaccionar de inmediato. Mis instintos de supervivencia se activaron y, cojeando por el dolor en mi pierna herida, me apresuré a regresar a la cama. Me metí debajo de las mantas y traté de mantener la respiración tranquila, esperando que todo esto fuera solo una pesadilla de la que pronto despertaría.
Mis pensamientos se aceleraron mientras escuchaba los pasos que se acercaban cada vez más. Sentía el corazón latiendo fuertemente en mi pecho, esperando el momento en que me descubrieran o me dijeran que podía irme, que ya estaba a salvo.
La puerta se abrió lentamente, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Temblaba en la cama, luchando por controlar mis emociones y mantener la esperanza de que todo saldría bien.
Comandante Valentina: (Con seriedad y convicción) Evelyn, hemos sido testigos de tu determinación y valentía durante el atraco en el banco. Tu frialdad y habilidad para tomar decisiones en situaciones críticas son cualidades invaluables que necesitamos en nuestro grupo.
Evelyn: (Sorprendida y aprehensiva) Pero, sinceramente, no quiero formar parte de esto. Solo deseo volver a mi vida normal, superar lo que sucedió y seguir adelante.
El Fantasma: (Con calma y convicción) Comprendemos tu deseo, Evelyn, pero debes entender que la situación ha cambiado. Posees una habilidad innata para enfrentar situaciones peligrosas y tomar decisiones rápidas. Eso te convierte en un recurso sumamente valioso para nuestra causa.
Evelyn: (Con voz insegura y temerosa) ¿A qué causa te refieres? ¿Qué es exactamente lo que quieren de mí?
Comandante Valentina: (Determinada) Luchamos contra un gobierno opresor y corrupto que explota el tiempo de vida de las personas. Queremos restaurar la libertad y la justicia en esta sociedad. Necesitamos personas como tú, capaces de tomar decisiones difíciles y mantener la calma en momentos cruciales. Eres fundamental para nuestra causa.
Evelyn: (Preocupada y algo temerosa) Pero, ¿cómo puedo ser útil en esta guerra si no tengo experiencia en combate ni entrenamiento militar?
El Fantasma: (Empático) Entendemos tus preocupaciones, Evelyn. La comandante Valentina liderará el escuadrón especial y te entrenará personalmente. En dos semanas comenzaremos un importante plan clasificado. Tu participación será fundamental para nuestro éxito.
Poco a poco, intenté reunir el coraje necesario para persuadir a la comandante Valentina y al Fantasma de que me permitieran irme. Mi mente se agitaba con pensamientos y mi corazón latía rápidamente, consciente de que estaba en un territorio peligroso.
Evelyn: (Nerviosa pero decidida) comandante Valentina, señor Fantasma, entiendo la importancia de su causa y el papel que creen que puedo desempeñar en ella. Sin embargo, debo ser honesta y decirles que no soy una guerrera. Soy simplemente una persona común que anhela regresar a su vida normal.
Comandante Valentina: (Seria pero firme) Evelyn, entiendo tus deseos, pero debes comprender que ya estás involucrada en todo esto. Has presenciado nuestros actos y eres consciente de nuestra existencia. No podemos permitir que te vayas libremente y reveles información sobre nosotros.