Nikolai miró su reloj de mano al llegar al restaurante, las ocho y medía marcada en las agujetas; dejó esperar a Frascesca cinco minutos, esperaba que eso no la hiciera sentir incómoda. Salió del Bugatti y le entregó la llave al personal para que lo llevara al parqueo. El joven caminó hasta la puerta y un hombre le abrió.
—Bienvenido su alteza real príncipe Nikolai de Schleswing —Habló el hombre que lo recibio después de entrar, el lugar era bastante lujoso muy agradable a la vista y sostificado.
—No tienes que darme tantos honores John, siempre vengo a este restaurante —Contestó Nikolai al señor en su frente, este sonrió amable devolviendo el gesto y señaló una dirección mientras empezaba a caminar, algunas personas dejaron de atender a los suyo para mirar al joven, Nikolai saludaba los que podía mientras caminaba junto al gerente del restaurante el cuál lo conducía a la mesa de la chica.
—Su alteza real —Saludó un señor mayor levantándose de su asiento.
—Hola señor Nelson ¿Como está? ¿Cuando llegó? —El joven se detuvo saludando al hombre—. Buenas noches —Luego saludo a la familia de Nelson.
—Ayer —Nelson respondio a su pregunta—. quería venir más temprano para llegar a la reunión real pero el tiempo no estuvo de mi lado.
—No hay problema señor Nelson, por cierto tengo que hablar con usted sobre una idea que he tenido, bueno en realidad, que ya estoy llevando a cabo, pero claro; ambos estamos ocupados —Miró la familia del hombre.
—Tiene razón alteza, usted tiene mi número me llama y hacemos una reunión.
—De acuerdo, hasta luego señor Nelson —El joven se despidió del hombre y llegó hasta la mesa de la chica, esta había pasado por la tercera copa de vino pero no estaba ebria, tendría que beber una botella completa para enbriagarse.
—Alteza real por fin llega —Dijo poniendo la copa en la mesa.
—Siento haberte dejado esperar mucho tiempo, prometo que lo voy a compensar con lo que quieras —El joven se sentó frente a ella y esta sonrió poniendo sus manos en la suya, el mesero llegó y le entregó la carpeta de los alimentos y Nikolai empezó a leerla para si mismo.
—¿Que tal unos camarones salteados? —Se detuvo para mirar a la chica—. Pero eso es solo lo que apetezco que tal usted señorita.
—Que buenos modales —La mujer sonrió dejando la carpeta en la mesa—. Lo que dice su alteza real —Contesto, el joven que los esperaba tomó ambas carpetas y apuntó la orden en una pequeña nota agregando para su alteza real el príncipe Nikolai.
—Y bien, ¿Por que decidiste venderme tres de tus fábricas? —Nikolai tomó una copa con agua y bebió.
—Para impresionar.
—Y lo hiciste, ¿sólo eso?
—Y para hacerles saber que no me interesa ser primera o segunda —Recogió su pelo rubio hacia atrás dejando ir una fragancia perfumada y luego acomodo sus manos en la mesa, Nikolai se había quedado en silencio; obviamente era una indirecta para él, no sabía si alguien le había contado lo importante que es ser el primero para él pero esta situación lo había hecho sentir avergonzado—. Esto no tiene que ver nada contigo —Prosiguió al ver el silencio del joven prolongarse.
—Espero que no, no quiero tener una novia de enemiga —Dijo bebiendo otra vez el agua, terminado el último trago.
—¿Novia? —Cuestionó ella, se sintió algo nerviosa cuando vio la sonrisa del joven ensancharse.
—¿Ya no quiere ser mi novia? —Preguntó al fin después de haber reído en silencio por quien sabe cuántos minutos.
—Claro, sí me gustaría ser su novia.
—Perfecto. Lo hablamos el domingo en la cena real —La chica sonrió nerviosa. Un minuto después el joven trajo los platos y ambos empezaron a comer.
—Puedes llevarme mañana los papeles de las fábricas para terminar la compra y venta.
—Estoy de acuerdo.
—Estaré en el palacio de Glücksburg no quiero que mis hermanos estén husmeando entre mis asuntos. Son muy buenos para eso —Dijo sonriendo, metió el tenedor en el plato y se llevo un bocado de comida a la boca.
El final de la cena llegó y ambos se levantaron satisfechos del asiento, caminaron agarrados de manos hasta salir del restaurante, el sabia que hacer eso era una bomba de tiempo y que de seguro en el periódico de mañana saldría una foto de él y ella aunque ni siquiera supiera cuando la sacaron. Vio cuando ella entro en su carro y se fue y luego pidió el de él. Llego al palacio a las once y media, dejo el carro en el mismo lugar para que el encargado lo lleve a su lugar y entro caminando de prisa subiendo los escalones.
—Hey a donde vas tan de pronto ¿te quieres lavar los dientes?
—Qué graciosa Alisa pero no, quiero ver lo que ha escrito el encargado de la crítica de la reunión —Alisa puso un rostro serio al escuchar aquello—. Sucede algo.
—No creo que te agrade lo que dijo.
—Pero, ¿como no? Fui el que presentó la mejor idea empresarial.
—Bueno, ¿quieres ir conmigo a leerla? —El joven suspiró, Alisa no estaba bromeando se preguntaba que había dicho que la dejó de esa manera. Estaba seguro que daría una buena crítica para él pero claro, en este país el mejor no era el mejor, ell mejor era el número uno, entro a la habitación junto a su hermana y encontró a Robin sentado en la mueblería que tenía en la habitación tenía el periódico en la mesa y su rostro era un total poema.
—Ese critico es un idiota, no puedo creer que haya escrito eso de su alteza real.
—¿Que escribió? No me molesta las malas críticas.
—Pero ya lo dijo —Comentó Alisa sonriendo, se sentó al lado del chico mirándolo, su enojo se podía describir. Un rostro rojo, venas de las cienes resaltadas respiración agitada.
—¡Es en serio! —Exclamo Nikolai mientras leía el párrafo—. Vanidoso consentido de papi y mami—Miró a su hermana y esta suspiró.
—Tu no le agradas —Comentó ella cruzándose de brazos.
—Su alteza real el joven Nikolai puede llegar a tener unas ideas grandiosas, pero como todo sabemos nada de lo que tiene lo ha logrado porque sí, no señores; este joven es hijo de su padre, no puedo negar que es trabajador pero cuando lo conoces a fondo y vez hasta donde quiere llegar te das cuenta que solo es un niño vanidoso consentido de papi y mami —Patrick termino de leer el párrafo que le tocó a Nikolai mientras caminaba por su habitación, el joven se sentó en la silla cabizbajo, ni siquiera supo cuando su hermano entro.
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Editado: 10.08.2022