Ángela echó un vistazo a toda la casa junto a sus hermanas, era una casa muy grande con varias habitaciones, ochos habitaciones cada una con su baño, una cocina enorme un patio trasero con una piscina y el patio delantero y esto era lo que más le había gustado de todo, con un jardín a la izquierda y un pequeño parque a la derecha, como aquel parque donde hablaron por primera vez en la asiendo del señor Nelson, podría decir que era similar a excepción de que, no había monte y culebra más allá sino que se podía ver un sol que venía de ese lado más dos árboles de mago y una amaca amarrada en ambos árboles luego una división de otras tierras con la suya. Al frente había más árboles que daban mucho viento y el canino por dónde ellos entraron estaba rodeado de pequeños arbustos. Ángela pensó que Nikolais se había esmerado demasiado con todo esto sin mencionar la casa, era de dos plantas las habitaciones estaban arriba y abajo había una habitación de juegos que era la única que estaba ocupada, otra habitación más no sabría para qué se utilizaría una sala donde solamente había una gran televisión y la entrada de la casa, en medio un espacio inmenso ¿Cuántos trastes tendría que comprar para llenarlo? Suponía que los muebles de esta sala debían ser muy grandes para poder llenar espacio.
—¡Nikolais te pasaste! —Exclamo Ángela ya en la sala.
—¿No te gusta?
—Es muy grande.
—Bueno, está bien te compraré una pequeña recuerda que está casa no es tuya es de Darling.
—Es verdad —Respondió la niña.
—Por que mencionas el nombre de ella con ese acento al final —Ángela se puso en frente de él cruzada de brazos con una sonrisa lineal.
—Te vas a burlar de mi acento Danés, se me olvida a veces que soy dominicano. Darlin.
—Exacto —Ángela se echó a reír.
—Bueno, lo siento tanto por todo lo que has pasado, quizás es un poco triste que se hayan robado todas tus cosas. Tus pantaletas —Ángela se echó a reír pero recordó quien podría tener sus pertenencias y su sonrisa cambio cosa que Nikolais notó de inmediato—. ¿Que pasa?
—Es que... Hablé con la vecina por Whatsapp cuando veníamos y me dijo que, probablemente quien tenga mis cosas es esa persona.
—¿Cuál persona?
—Esa la que abusó de mí.
—¿Me estás hablando en serio Ángela? Por Dios! llamaré a Gabriel.
—No espera, tengo que ir a la fiscalía.
—No vas hacer nada, deja que nos encarguemos de eso ¿Cómo se llama?
—Antonio Tapia. Y también pregunta en qué a llegado con la denuncia que hice a ver qué pasó.
—Esta bien —Dijo mientras escribía un mensaje a Gabriel, escribió toda la información que Ángela le había dado y pidió que por favor hiciera todo esto en cuanto pudiera para ver a qué se debe todo esto.
Se estaba preguntando cuánto tiempo tenía aquel hombre persiguiendola tal vez había visto sus hermanas de cerca ¿Las había intentado tocar?, se sintió asustada por las veces que había dejado a las niñas solas para salir, quién sabe si ese hombre las ha perseguido hasta aquí.
—Ángela mañana vienen unas personas para poner cámaras de seguridad, también viene algunas cosas para la casa y las habitaciones sobre todo. Hoy vamos a dormir... Hoy vamos acampar —Dijo mirando a las niñas—. Dentro de la casa porque no tenemos carpas —Las tres se echaron a reír y se sentaron en el suelo en el centro de la casa, el suelo era de madera y estaba cálido.
—Nikolais siento mucho que estés pasando por está situación, en tu país estuvieras acostado en tu cama hace rato bien calientito y arropado —Se desculpo Ángela mirandolo desde el suelo, él se sentó al lado de ella y beso su mejilla.
—No me importa nada de eso, duermo todos los días en un cuarto de hotel y lo único que quiero es que amanezca para estar a tu lado, realmente no me interesa nada de eso, la vida contigo es más... Yo digo que es más divertida. En mi vida me había imaginado dormir en el piso pero la primera vez...
—Estabas ebrio —Lo interrumpió Ángela riéndose, las niñas se acostaron en los regalos de ambos.
—No me lo recuerdes por favor, vomité el alma al otro día.
—Estabas hablando tanto disparate, me decías; noooestoyebrio —Ángela intentaba imitar su voz de borracho.
—Ay no yo hablo así.
—Claro que sí cuando estás abrió —Nikolais la miró y beso su mejilla otra vez.
—¿Cuando me vas a dar un beso en la boca? —Cuestiono él mirando la niña que dormía en su regazo Ángela se echó a reír y le topó el hombro. Alguien tocó el timbre llamando la atención de ambos, Nikolais tomó la niña en sus brazos y fue abrirle la puerta encontrándose con su hermana y Gabriel con unas bolsas grandes.
—Hola —Saludaron ambos. Entraron a la casa y vieron en el suelo a Ángela con Darling en su regazo.
—Que linda te vez ahí Esperancita pero te falta dormir en el suelo maldita criada —Bromeo Gabriel, Ángela estalló en una carcajada recordando el meme mientras que Alisa y Nikolais se miraron entre sí sin entender que estaba pasando, Gabriel destapó una funda negra y sacó unas colchas nuevas.
—Este día los voy acompañar, además tengo algo que hablar con ustedes sobre la información que recibí de Nikolais.
—¿Averiguaste algo?
—Llame a la fiscal encargada del caso de Ángela —Gabriel tendió una de las colchas y ayudó a Ángela para acostar a una de las niñas y luego Nikolais acostó a la otra.
—Toma, te pedí un café —Dijo Alisa pasándole un vaso a la chica.
—Ay gracias querida, me salvaste la vida —Dijo tomando el vaso en sus manos, luego le pasó un vaso de té a Nikolais y le paso dos vasos más a Ángela.
—Pensé que las niñas estarían despierta, es chocolate.
—Sí, ahorita las despierto ahora quiero que descansen un poco, ha sido un día muy ajetreado con todo esto. Pobre darlin un día después de su cumpleaños le roban todo.
—Ah! pobresita, al menos tiene su casa, su juego de joyas y su tacones —Alisa señaló sus regalos que había traído y puesto en una esquina.
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Editado: 10.08.2022