¿cuál es la realidad?

Capítulo 45

Matthew y yo nos quedamos investigando sobre la enfermedad de mi hermana, las informaciones de esta estaban por montón en el internet, teníamos toda la información necesaria perfectamente ordenada en un documento en la computadora. Investigué sobre qué es la esquizofrenia, los tipos que existen y como son los síntomas de cada uno de ellos además de posibles causas, el tratamiento… Todo, lo investigué todo hasta donde pude. Las informaciones estaban disponibles para cualquier usuario que deseaba obtener conocimiento sobre esta.

Matthew me indicó cómo debía de organizar todo para luego empezar a imprimir. Él se fue hasta la habitación de su hermana donde estaba la impresora y esperó a que esta empezara a funcionar y expulsara mis documentos.

Empiezo a imprimir la información, Matthew está en la otra habitación esperando a que todo salga. Yo caminé hasta donde él estaba. Me detuve en la puerta y lo vi al fondo ordenando los papeles. Pasié la vista por la habitación, toda como la de una chica universitaria.

— ¿Cómo se llama tu hermana? —Pregunto mientras me acerco a él.

— ¿Quién? ¿Yuri? —Él me mira—. Ahhh… Se llama Yuri.

—Suelto una carcajada—. Si, ya lo sé —Miro a la pared y veo unas fotografías—. ¿Esta es ella? Es una chica muy guapa.

Ella se parecía mucho a él.  Los dos tenían ese pelo rizado y sus ojos castaños, sus sonrisas eran las mismas y los dos eran muy lindos.

— ¿Qué edad tiene? —Pregunté curiosa.

—Tiene veinte y dos años.

—Háblame de ella —me acerco a él por el costado.

— ¿Sobre Yuri? —Me mira y asiento con la cabeza.

—Sí, quiero saber un poco más, ¿Dime? Estoy en tu casa, necesito saber quién eres porque no sé si eres un demente que viene de una familia de dementes —suelto una carcajada.

—En primer lugar, no soy un demente y no vengo de una familia de dementes, en segundo más bien yo tendría que estar preocupado porque en tu familia hay dementes y no estoy hablando de tu hermana —sonríe mientras me entrega mis documentos.

—Exacto —veo como camina hacia la puerta y lo sigo —ya tu sabes algo de mí y yo necesito saber de ti, así que dime —insistí.

—Bueno, mi hermana, ella es una chica estudiosa, ama su universidad, yo en lo personal no soy tan dedicado a la escuela y honestamente no soy tan obsesivo porque lo de ella va más allá de una pasión…

— ¿Qué está estudiando? — Pregunté mientras entrabamos a su habitación.

— ¿Qué crees? Ella puede ayudar a tu madre y hermana. Ella está estudiando psiquiatría, pero ahora mismo está en su segundo año de medicina. Ella quiere ser una de las mejores médicas de todo el país, y luego la mejor psiquiatra. Ella se obsesionó un poco con la idea y se lo ha tomado muy a pecho, pero mis padres dicen que para que ande como las demás en las calles haciendo lo que se le da la gana que mejor se la pase estudiando, ellos están tranquilos por ese lado.

— ¿Y tus padres si son normales? —Lo miro.

—Suelta una carcajada —claro, ellos trabajan, mi madre es agente de bienes y raíces y mi padre es neuropsicologo y a los dos les va bien en sus oficios. Yo voy por mi último año en la escuela y aun no sé qué estudiar. 

—Somos dos. A mí solo me faltan un año para culminar la escuela y no he pensado en nada, debo de admitir de que no pienso en ello porque aún no sé en qué soy buena, pero como toda joven soñadora me gustaría ser exitosa, el problema es que no sé cómo lograrlo, pero para el final del día haré todo para saber cómo.

—Exacto, yo opino eso, mi hermana sabía desde un principio lo que quería, ella desde el primer año en la escuela secundaria lo sabía, sabía lo que quería y a donde deseaba llegar y realmente eso me sorprendía mucho de ella, tristemente yo tampoco se para lo que soy bueno y por eso no me preocupo en pensar en qué haré con mi vida.

—Qué te parce si en lo que tenemos… digo, ahora no sé, no me gustaría que después de que me has ayudado tanto luego nunca más volvamos a saber uno del otro y nos olvidemos. Lo que quiero decir es que…

—Lo que quieres decir es que te he caído bien y no quieres que cuando te vayas me olvides porque quieres que seamos amigos…

—Exacto —lo interrumpo.

—Bueno, para mi está bien, tu vida es interesante.



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En el texto hay: mentiras, psiquiatra, enfermedad mental

Editado: 02.02.2019

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