Cuando deje de llover

CAPITULO 2

Ante mis ojos podía ver a mi madre arrodillada frente a un ataúd, su llanto y su desesperación hicieron que las lagrimas comenzaran a hacer un recorrido por mis mejillas, quería acercarme a ella, quería pedirle perdón, la estaba haciendo sufrir de nuevo, soy una egoísta, siempre pensé solo en mi, mas nunca tome en cuenta sus sentimientos, no podía moverme de donde estaba, solo podía observar. El escenario en el que me encontraba cambio de repente y ahora estaba corriendo lo más rápido que podía, mientras corría volteaba a ver a cada segundo y observaba como una sombra me perseguía, trataba de correr con todas mis fuerzas, pero mis pasos se hacían cada vez más lentos, mi cuerpo se sentía pesado, de pronto ya no había más camino el cual recorrer y termine cayendo a un gran vacío

Desperté aterrorizada, mi respiración estaba agitada como si mi cuerpo hubiera estado corriendo de verdad

-Ailén, al fin despiertas- decía mi madre mientras me abrazaba con fuerza y sus lágrimas caían en mi hombro desnudo, ah, esta sensación me era familiar. No pude evitar recordar lo que acababa de soñar y la abrace lo más fuerte que pude, después de unos minutos la aparte de mi y le limpie las lagrimas que recorrían por sus mejillas.

- ¿cómo llegue a casa? - pregunte

-un compañero de clase te llevo al hospital, debido a la fuerte caída que tuviste no recuperabas la conciencia, la escuela me llamó y fui enseguida hacia el hospital, no tenias ninguna herida y dijeron que en algun momento recuperarias la conciencia y te dieron el alta debido a la escaces de habitaciones, tus amigos de clases me ayudaron a traerte a casa- me decia entre llantos. Extendí mis brazos y dándole palmadas en la espalda comencé a calmarla

-bien, has de tener hambre, cambiate y baja a comer, te prepare tu comida favorita- decía mientras limpiaba sus lágrimas

-esta bien, enseguida bajo- mi madre me dio una gran sonrisa antes de salir por la puerta

Es cierto, mi cuello, las marcas de colmillos, tomé un espejo, pero no había nada, así parecía, pero al acercar más y más se podían ver puntos diminutos en mi cuello, cierto, Killian tengo muchas preguntas que hacerle.

Me vestí y bajé rápidamente a la cocina, comí mi comida favorita pero la sensación en mi paladar no era la misma, aún así, tenía que comer. Llevé mi plato al lavabo y después estaba a punto de salir de casa cuando mi madre me lo impidió

-no es necesario que vayas a la escuela, acabas de despertar así que tienes permiso para quedarte en reposo unos días más-

-tengo algo urgente que hacer, regresare enseguida- le decía mientras hacia una pequeña sonrisa, mi madre me sonrió también y se aparto de la puerta, le di un fuerte abrazo y salí de casa. Camine lo más rápido posible pero el suelo resbaladizo y los charcos de agua no ayudaban mucho, al parecer había llovido anoche, aunque esto no es de extrañar en este lugar

Entre al salón de clase, pero no vi Killian por ningún lado, en lugar de ello todos mis compañeros se acercaron a mí y varios me abrazaron, otros me decían cuan preocupados estaban y cuanto me extrañaron. Era extraño, se comportaban como si me conocieran de toda una vida, pero apenas había venido medio día a clases y después actúe de manera extraña y según mi madre tarde dos días durmiendo. Aunque no recuerdo bien por qué actúe así, o mejor dicho no me acuerdo de nada. Lo único que se es que salte de la azotea y vi a Killian sobre mi enterrando sus colmillos como si de un perro se tratase.

- ¿alguien ha visto a Killian? -pregunte, pero todos tenían cara de no saber de quien hablaba

- ¿no vino a la escuela? - seguía preguntando, pero nadie me daba una respuesta

- ¿killian? No conocemos a nadie con ese nombre ¿es a caso de otro grado? Si quieres, podemos ir a buscarlo- me decía Rika mientras me tomaba de las manos

-toma asiento, nosotras iremos a buscarlo- decían todos mientras me consentían, era como si yo fuera el centro de atención en este lugar ¿que diablos pasa aquí? ¿A caso es una broma?

-estoy hablando de Killian, nuestro compañero, el chico más popular de la escuela en el que todos confían y al que aprecian- les decía tratando de obtener una respuesta

- ¿tal vez el golpe que se dio le ha afectado? - se preguntaban entre ellos

-la única persona popular y en la que todos confiamos aquí eres tu Ailén, no existe nadie llamado Killian- me decía Rika mientras me daba palmadas en la espalda

-es mejor que te llevemos al hospital para que te hagan un chequeo- uno de los amigos de Killian era quien me repetía eso

-estoy bien, solo quería hacerles una broma- traté de disimularlo de esa manera, no entendía nada, pero no iba a ganar nada si iba al hospital en este momento

-pues no es gracioso, mejor ve y tomate unos días de descanso, te acompañaré a tu casa- Rika tomo mi mano y comenzó a jalarme

-gracias, pero no es necesario, además me tienes que dar tus apuntes para ponerme al día así que, no te pierdas ninguna clase- amablemente aparte las manos de Rika de las mías, moví mi mano de un lado a otro en señal de despedía, todos mis compañeros hicieron lo mismo.

Comencé a buscar a Killian por mi cuenta aprovechando que todos estaban en su salón de clases. Estoy segura que existe un Killian y que me enterró sus colmillos en el cuello, también estoy segura que estuve a punto de morir, pero aquí estoy como si nada. Busque en las canchas de basquetbol, de fútbol y de todos los deportes existentes en esta escuela, fui a la cafetería, fui a todos los rincones de este lugar, pero no había nada y nadie me daba información acerca de él, era como si Killian no existiera ¿a caso es un producto de mi imaginación? Pero no puede ser posible ¿a caso he llegado al punto en el que me volví loca?



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En el texto hay: vampiros

Editado: 09.09.2024

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