El entrenamiento con Luca se reanudo o se podría decir así, dejamos el entrenamiento de velocidad a un lado y comenzamos con el combate cuerpo a cuerpo. Cloe era mi oponente y en cada intento de derribarla voy superándola poco a poco, aunque por las expresiones en su rostro puedo asegurar que no está muy contenta con eso.
-es hora de tomar un descanso- lo que Luca sugería no tenía ningún sentido ya que al menos de mi parte no me sentía agotada, en lugar de ello, la adrenalina que tenía en este momento quería seguir en el combate.
“entiendo que quieras seguir, pero, Cloe necesita alimentarse para poder continuar con esto” Killian trataba de darme a entender que no todos poseen la resistencia que yo poseo y puede que este sea mi poder especial o que me caracterice de los demás.
En este clan los vampiros se alimentan de la sangre de otros vampiros. De alguna manera me hizo sentir extraña cuando vi a Cloe clavándole los colmillos al cuello de Luca. Tenía entendido que se alimentaba de la sangre de Killian, pero ahora hacer eso era imposible. Así que, Luca se ofreció a alimentar a Cloe ya, que, esta se negó rotundamente a alimentarse de mi sangre. Pensándolo bien, este clan era caníbal.
“Entiendo a lo que te refieres, pero, era esto o alimentarse de animales y todos prefirieron mil veces el canibalismo” el tono en que Killian lo decía me daba a entender que no estaba tan de acuerdo con esto.
“es extraño, cuando yo me convertí tenia la necesidad de beber sangre, sino me alimentaba sentía un dolor insoportable en todo mi ser, la simple presencia de un ser humano hacia que me volviera loco. Solo pensaba en comerlos, pero, tu, no has tenido ningún indicio de querer beber sangre” sabia a lo que se refería o puede que no, pero con los pocos vampiros con los que he hablado en este clan describen los mismos síntomas cuando se convirtieron, y que incluso hasta ahora se les dificulta convivir con los seres humanos, los únicos que han tenido la fortaleza de hacerlo han sido Killian, Cloe y Luca. Hasta el señor Kampbell no soporta estar en presencia de un ser humano. No teníamos las respuestas a lo que me pasaba, ni tampoco de como Killian termino en mi cuerpo, y al parecer esas respuestas no las tendremos muy pronto.
-bien, podemos continuar- Cloe se acercaba a mí para seguir con la pelea, su rostro estaba lleno de seguridad y me daba a entender que nunca la iba a vencer.
Con las dos manos ambas nos tomamos de las poleras que vestíamos ese día, era como si estuviéramos haciendo judo, aunque el forcejeo que ambas hacíamos no nos llevaba a ningún lado, ya que, no movíamos ni un centímetro los pies de donde estábamos paradas. Trate de derribarla con mis pies, pero eso no funciono, seguimos forcejeando como si no existiera un mañana, pero ambas lo sabíamos, en cuanto a resistencia yo estaba un paso delante de ella. Cuando Cloe gastaba demasiada energía el hambre o la sed de sangre aparecía constantemente, sí eso se aplica a todos los vampiros, puede que tenga una gran ventaja en este torneo absurdo que aun me sigo cuestionando participar en él.
Los entrenamientos se hacían con más frecuencia, desde correr rápido, pelear cuerpo a cuerpo o simplemente mantener la concentración en algún objeto o hasta preguntas de historia y problemas matemáticos. No tenía ni la menor idea de sus respuestas, entendía el entrenamiento físico más no el mental.
El primer torneo estaba próximo a llevarse a cabo, el cual se haría en el territorio del clan Zhang, en este torneo conoceré a mis oponentes y arriesgare mi pellejo a algo en lo cual no tengo el más mínimo interés de ganar, pero la voz que habita mi cuerpo no me permitiría perder intencionalmente.
“qué bueno que lo tengas claro” fue inevitable expandir una sonrisa en mis labios, al menos, sabía que con Killian estando en mi cabeza no me podría ir tan mal.
-solo porque me venciste una vez no creas que todo te va a salir de maravilla Ailén- Cloe ha estado irritable estas últimas semanas y no acepta que una novata como yo la haya vencido en combate y velocidad. De quince enfrentamientos que hemos tenido la vencí al menos ocho veces.
-si por mi fuera te sedería mi lugar en esa absurda batalla próxima a venir, pero, me dejaron más que claro que eso no sucederá, así que al menos permíteme superarte un poco para no ir a hacer el ridículo con los demás clanes- estaba siendo sincera, en este punto no podía permitirme tomarme todo a la ligera, mi pellejo era el que se estaba poniendo en peligro y a este clan lo único que le interesa es hacerse de la victoria para el control de todo, o al menos es el sentimiento que me transmiten.
-un poco dices, ocho de quince no es muy poco que digamos- no importa el tono en que le hablara, no importa si la ignoraba, si hacia tal gesto, para Cloe todo lo que dijera o hiciera era como un insulto para ella, y no la juzgo, en ocasiones sentía satisfacción de pisotear la fuerza y velocidad de alguien que supuestamente era más fuerte que yo, así que supongo que es algo que seres como nosotros lleva en la sangre, el creer que somos superiores a los demás.
-peleemos de nuevo Ailén, esta vez dte destrozare- no pude evitar expandir mi sonrisa. Ese “te destrozare” hizo que mi cuerpo se encendiera, quería destrozarla también.
“calmate, no le sigas el juego a Cloe” ah, para esto supongo que era el entrenamiento mental. Tenía que observar la situación, no caer en provocaciones o enojarme por algo que el oponente diría. Me calmé y me di cuenta que no tenía ningún sentido pelear después de todo, ya la vencí ocho veces.
-¿Qué dices?- sentí como mi cuerpo fue empujado y golpeado en uno de esos grandes árboles que nos rodeaban, pretendía talar unos cuantos árboles con el cuerpo de Cloe pero ese sujeto se interpuso en mi camino.
-Basta de niñerías Cloe, esos fueron los resultados así que acéptalos- Luca tenía una fuerza absurda, nos tenia del cuello a una en cada mano, y a pesar de que estaba tratando de quitar su agarre de mi cuello con todas mis fuerzas no podía moverle ni un dedo.