Cuando La Vista No Lo Es Todo

Capítulo 1: Mirada perdida

M:-¿No hay nada que se pueda hacer doctora? ¿Alguna cirugía? ¿Tratamientos?

D:- Pues la verdad si existen cirugías para corregir la cornea del ojo, pero solo dura unos cuantos meses.

M:- No importa, si funciona, mejor para todos, no?

D:- En general si pero... en este caso no serviria de mucho. Escuche, la miopía es algo común, muchas personas la sufren, y en la mayoría de los casos el grado va aumentando, generalmente cada año; pero el caso de su hijo es algo peculiar, va aumentando gradualmente de manera acelerada y... 

N:- ¿Entonces perderé la vista?

D:- No quedarás ciego, pero... puede que no reconozcas nada inclusive con lentes. Pero mantengamos la esperanza en des...

En ese momento dejé de prestar atención a lo que la doctora decia y comencé a pensar en lo que podria o no hacer. Las opciones eran limitadas.

De camino a casa, venía escuchando música como lo habitual, tratando de no pensar que es lo mejor que podré hacer, mi mente era un listado de cosas que nunca más podre hacer, ver películas, leer, distinguir a las personas o cosas, inclusive andas caminando como si nada; tendré que comprar una varilla como la usan los ciegos para no estrellarme con las cosas? 

M:- ¿y bien? - preguntó mi madre mientras conducía

N:- ¿ah?, perdón, no te escuché. Traigo los audifonos puestos - dije mientras me quitaba un auricular.

M:- ¿Te pregunté si quieres ir? Está un poco lejos pero, podriamos ir a por lo menos a checar como es todo.

N:- ¿ir a dondé? 

M:- Pues al centro de apoyo, ¿qué no escuchaste a la doctora?

N:- ah, si... - respondí sin interés en el lugar. Tampoco es como si tuviera opción, generalmente se hace lo que mis padres dicen.

M:- Bien, iremos mañana temprano.

Llegando a casa, fuí directo a mi habitación para seguir escuchando música mientras mi madre les daba un informe a toda mi familia de qué fué lo que dijo la doctora.

A los pocos minutos escucho que alguien abre la puerta de la habitación.

P:- ¿Qué tal, cómo estás? ¿Que te dijeron en el médico? - Era mi padre desde la puerta preguntando

N:- pues bien, dijeron que era miopia sobregradual y que mi vista no va a mejorar.

P:- ¿y eso fué todo? ¿No te dieron algún medicamento?

N:- No hay tratamiento.

P:-... No te preocupes, verás que todo va a estar bien; y cualquier cosa que necesites tú nada mas pidemelo, ok?

N:- Si está bien, gracias.

Esa misma noche quité el focó de mi habitación, pues me molestaba la luz y antes ya habia instalado una tira de led tenues y con eso me bastaba.

N:- ¿Centro de apoyo para discapacidades? - Me planteba en mi mente el qué era eso. Me acosté en mi cama con mi teléfono a un lado, quedandome dormido con una lista de canciones que uso para dormir. 

A la mañana siguiente me despertó el sonido de alguien que parecia estar jugando con el apagador de la luz.

M:- Naaim, ¿se fundió el foco? - preguntó mi madre aun jugando con el apagador

N:- N-no... quité el foco porque me molesta la luz... - dije con una voz tenue y casi semi dormido.

M:- Por qué? Ash, sabes qué, levantate y ven a desayunar porque se nos hace tarde.

Despues de otros 5 minutos acostado tratando de no volver a dormir, tomé un par de auriculares, mi telefono y mi billetera con 20 pesos. Me puse una sudadera abierta y fuimos al centro de apoyo. Durante el camino no dejaba de pensar que, talvez en el lugar me pondrian junto a personas en sillas de rueda o con muletas; si, la verdad siendo pesimista y espeoripando discapacidades.

Llegando al lugar, entramos mi madre y yo a la recepción que era bastante amplia, lo que dejaba ver que el lugar era profesional y muy grande.

R:- Hola, buenos días. ¿Tienen alguna cita?¿o vienen a visitar a alguien? - dijo la recepcionista con un tono bastante agradable.

M:- Si, hola. Venimos porque, el dia de ayer fuimos con la doctora Palmer y ella nos recomendó venir a este lugar. - respondió mi madre mientras sacaba de su bolso los papeles que le dió la doctora.

R:- Oh!, deacuerdo. Dijo la Recepcionista de manera alegre y en parte emocionada mientras daba un reojo a los papeles. - Pasen por aquí.

Nos llevó a mi madre y a mi a una habitación que parecía un salón de clase, con sillas en orden y mirando al mismo lado con un pizarrón enfrente. Entonces supuse que las instalaciones tendrian habitaciones iguales. La recepcionista se detuvo enfrente de una puerta y dijo:

R:- Bien, señora...

M:- Martha

R:- Señora Martha, usted va a ir con el resto del grupo y ahí le daran la bienvenida y toda la información necesaria. De mientras su muchacho puede esperar en recepción en lo que termina la sesión.

Mi madre me miro confundida y dijo: 

M:- Eh, perdoneme pero, venimos a inscribir a mi hijo, no a mí.

El gesto alegre de ma recepcionista cambió en un segundo a un rostro confundido y revisó a detalle los papeles que le habia dado mi madre anteriormente.

R:- oh... disculpeme la confusión. Dijo con tono serio y talvez un poco triste, y alcancé a ver que me miraba con una mirada algo triste. Pero luego volvió a su caracter inicial y dijo: - Bien, entonces llevare al joven con el resto del grupo y en la recepción hablamos los detalles restantes.

La recepcionista me tomó del brazó en modo entusiasta y atravezamos la puerta del otro lado del salón, ahí habia lo que parecia una cancha deportiva con un grupo algo peculiar...

 




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