Cuando las rosas florecen

Zac

Zac:

Una noche más en las que mi madre ya no está y mi hermano y yo quedamos a la deriva de esta mansión, han pasado varios años y sigo sin poder dormir en este cuarto, pero tal vez sea bueno intentarlo hoy ya sea porque quiera o no.

 

La cama es pequeña y vieja, las sábanas que la cubren parecen sucias y descuidadas pero no me sorprende porque conociendo a mi madrasta esto es un pequeño recordatorio de que nada de lo que tengo me pertenece, solo soy una basura que dejó la primera esposa del Barón Meros, incluso teniendo las dos bendiciones que pasan de generación en generación jamás seré reconocido como algo mas haya de una abominación que no debería existir, mi hermano para su suerte nunca tendrá que esconder la mitad de su rostro como lo hago yo.

 

Siendo así la situación lo único que me queda por hacer es conseguir un título por mi mismo y renunciar al que me otorga seguir siendo el heredero de mi padre del cual no he gozado ningún privilegio, todo ha sido para el hijo de su segunda esposa, el cual parece ser más amado que sus primeros hijos, da igual, todo acabara mañana cuando ingresemos a la academia real. El sobre con la carta de aceptación sigue siendo una esperanza en mis manos, está firmada por el joven heredero de la familia revant, un joven que logró hacerse un título de lord,su fuerza única y su increíble poder lo hizo ser considerado el único contendiente para pedir en matrimonio la mano de la única princesa de Tempert. 

 

Desajuste el nudo de mi corbata, la coloque con cuidado en una esquina de la cama mientras trataba de organizar mis pensamientos, no fui convocado para ser un guardia más en el palacio ni servir de escolta a algún noble de alto rango. Esto era una oportunidad caída del cielo, ser parte de la orden de las rosas era ser considerado superior a otros personas en el círculo social, por que solo estas personas tenian la posibilidad de entablar una relacion con el futuro monarca de Tempert lo cual era un privilegio, se sabía que algunos que habían logrado tener una amistad con el próximo rey podían pedir un deseo, yo quiero ese deseo y nadie me lo va a quitar.

 

Me recoste en el viejo colchón esperando que el cansancio me ayudara a dormir, ya mañana me preocuparia por los regalos de la servidumbre por dormir con la ropa puesta, al menos podría molestarlas  aunque sea un poco, sonreí en la oscuridad pensando en quien seria la princesa a la cual serviria, perdi la nocion del tiempo antes de rendirme ante el agotamiento, esa noche soñe a una mujer sentada en el borde de un lago viendo con nostalgia el agua, sus ojos era negros y antes de poder llegar a ella el sol de la mañana interrumpio cualquier posibilidad de llegar a esa extraña mujer.


 

-Zac, zac, despierta- Escuche los toquidos incesantes en la ventana, con molestia me levanté para ver de quien se trataba pero solo había una persona que podía acercarse a esta habitación y llamarme con ese desespero-por favor abreme

 

Con cuidado abrí el pestillo de la ventana y tome la mano de la chica que se aferraba al bordillo del ventanal, la eleve con cuidado y la deje en el suelo del piso para que pudiera estabilizarse, Dalia se sacudió con molestia el polvo de su vestido, sus ojos café claro inspeccionaron mi habitación como siempre lo hacía y al igual que lo hacía apretaba su boca de forma poco agradable ante la escasez de cosas, pero yo solo podía verla a ella, mi primera amor y tal vez el único, ella era una de las razones por las cuales no dude en aceptar la invitación a la academia, pero también sería por ella por el cual sufriría al irse a la capital del distrito principal, el temido distrito rojo.

 

-Escuche que te seleccionaron para ser parte de la orden de las rosas-Su voz sonaba algo dolida y sentí que algo en mi pecho se contrajo- Tenía que venir a corroborar, mi madre ha insistido mucho en que debemos apresurar la boda si ese es el caso pero dudo mucho que te hayan seleccionado verdad

 

Algo que trataba de ignorar de Dalia era su forma de despreciar a las personas, su hermana había logrado entrar al palacio, en su momento su familia fue una de las más importantes pero con el escándalo de su hermano el nombre de la familia Ariot quedó hecho un desastre y la familia Meros se hizo más fuerte, antes de que eso ocurriera ella era alguien a quien consideraba perfecta y dulce, alguien que podía brindarme luz pero en cuanto el poder de los Ariot cayó en las garras de mi padre ella empezó a cambiar, los lujos a los que estaba acostumbrada fueron escaseando más y aunque a veces sabía que sus visitas consisten en manipularme para que le comprara vestidos o joyas yo siempre lo hacia porque temía el día en se apartara de mi lado.

 

-Si fuí seleccionado, elio tambien ira- su rostro se descompone, se muerde el labio pensando, miro el nuevo broche de perlas que está en su cabeza- ¿quien te dio ese broche?

 

-lo compre ayer- No me mira a los ojos, ese broche parecía ser muy caro, algo que la familia Ariot no podría pagar ahora- si tanto te interesa saber puedes ir a la tienda donde lo compre, mi hermana me envió dinero, al menos ella si me da lo que merezco 

 

me callé y reprimí un poco de mi dolor, luego de pensarlo mucho avanzó unos pasos hasta llegar a mi y darme un abrazo, lo cual alegro a mi corazón, todo iba bien hasta que empezó a hablar de nuevo.


 

-Si vas a estar en la capital asegurate de enviarme regalos, yo ya no puedo entrar al distrito rojo así que ya no puedo entrar a las boutiques donde solía comprar mis atuendos así que Zac hazlo por mi- No deje que se separara de mí, no podía dejar que viera mi rostro dolido, apreté tan fuerte mis dientes que sentía que se iban a partir- si logras pasar la prueba de la princesa Eider seguramente serás recompensado



#10153 en Fantasía
#13329 en Otros
#3967 en Relatos cortos

En el texto hay: deciciones, pasadooscuro, dolor amor

Editado: 12.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.