6 | Sé que es ella

11 de enero de 2021

Giselle

Tragué saliva al observar con más atención a la chica, la forma en la que fruncía el ceño me hacía recordar tanto a Juliette, estoy más que segura que se trataba de Amelie.

El pulso se me aceleró por completo, he esperado durante demasiado tiempo para ver a la muchacha que es mi hermana sin ella saberlo y ahora que la tengo frente a mí, ni siquiera sé cómo debería reaccionar. Respiré profundamente tratando de calmarme debido a que no deseaba arruinarlo todo desde el inicio.

—Señorita Claire, según supongo usted debería estar en el colegio en este momento —Irene le dijo mientras la muchacha ingresaba al departamento. Ella se sentó
en uno de los sillones y dejó la mochila a un lado.

—Por supuesto que debería estar en el colegio en este momento, pero la verdad es que ya no soporto a mis padres y necesitaba darme un respiro. Sé que mi hermano me dejará quedarme aquí, es la razón por la cual he venido.

—Sabes que puedes confiar en mí, Jia —Irene le dio un beso en la mejilla y desapareció de nuestra vista dejándome a solas con ella.

—Oh, olvidé presentarme. Mi nombre es April, la nueva niñera. —Le sonreí al mismo tiempo que me tomaba el atrevimiento de sentarme a su lado. Me llené de nerviosismo, confío en que ella es Amelie debido a sus rasgos.

—Cierto, olvidé que James dijo que había contratado a una niñera para mis sobrinos. Es un gusto conocerte, me llamo Claire como ya habrás escuchado. Creo que eres bastante joven... ¿Cuántos años tienes? —Enarcó la ceja, parece que ella no es tímida en lo absoluto.

—Treinta y uno. —Le respondí con una sonrisa en el rostro.

—No eres mucho más joven que James, solo por unos pocos años—sonrió con entusiasmo, parece que se trae algo entre manos—. ¿Y estás soltera?

—Lamento decirte que no, tengo una pareja desde hace algunos años —contesté con toda la honestidad. En verdad, a pesar que James fue un hombre al que quise mucho en el pasado, ahora no es momento de pensar en él románticamente, al menos no cuando lo que estoy planeando es una venganza en contra de su familia.

Creo que ni siquiera yo misma soy consciente de mis actitudes. Un día admito fervientemente que James sigue volviéndome loca, y al otro solo digo que la venganza es más importante que pensar en él.

«La venganza es todo lo contrario al amor, y cuando existe la primera, el amor se queda a la deriva.»

Ahora no es un buen momento para volver a enamorarme de James o para retomar lo que dejamos en un pasado. Él ni siquiera sabe que soy Giselle.

—¿Y no le parece atractivo mi hermano? —Se mordió el labio con picardía. En serio creo que ella añora que su hermano tenga una nueva pareja que no sea Priscilla. Pero siendo honestos, yo tampoco podría soportar estar casado con esa mujer.

—¿Me lo estoy imaginando o lo que tú quieres es que tu hermano mayor consiga otra novia? —Me burlé. Me alegraba que ella pudiese entablar una conversación conmigo a pesar que acababa de conocerme.

—Qué James deje de estar con Priscilla me haría la chica más feliz del mundo —suspiró—. ¿A ti te agrada Priscilla? Sé honesta, la mayoría de las personas no la soporta. Los únicos que la quieren en esta familia son mis padres...¿Y cómo no van a quererla si todos son la misma basura?

—Bueno, la verdad es que no he podido tratarla...Y no creo que esa sea la manera correcta de hablar de tus padres señorita.

—Ni lo harás, esa mujer nunca está en casa —rodó los ojos—. Mis padres son las peores personas que existen en el mundo, lo único que les interesa es el dinero y solamente viven a través de él. Lo que menos deseo es ser como ellos así que me disculpo si mi honestidad es demasiado, pero, es la simple verdad. En cuanto sea un poco más adulta me iré de casa e intentaré no verlos tan a menudo, mis hermanos dicen que siempre han actuado de tal forma por lo que
no considero que ellos lleguen a cambiar nunca.

—Y tú tampoco estás en la escuela como deberías —la molesté—. Y está bien, comprendo la situación con tus padres y no voy a juzgarte por ello porque supongo que tendrás tus razones para pensar así.

—¿Y a quién le importa si voy o no voy al estúpido colegio? —Aunque actuaba como si no le importara, me di cuenta que había algo más que la estaba molestando.

—Claire creo que hay algo que estás ocultando... ¿Por qué no fuiste al colegio hoy? —Le interrogué.

—¿Cómo lo supo? Creí que sabía mentir bien —farfulló con molestia.

—Pues te tengo una mala noticia...Eres una pésima mentirosa Claire, pero no me cambies el tema.

—Es solo que se suponía que debía exponer en la casa abierta de ciencias dentro de una hora, pero, sé que nadie de mi familia va a ir a verme así que prefiero evitar la vergüenza.

—¿Aún estás a tiempo de llegar a esa exposición? —le pregunté con una sonrisa. No hay nada más triste que un niño que anhelaba que sus padres vaya a verlo en un día especial.

—Aún hay tiempo de llegar.

—Dame un momento, me cambiaré para acompañarte —salí corriendo hacia mi habitación antes de que ella pudiese responderme algo. Busqué un vestido negro elegante en mi ropa, lo alisé con mis manos y me lo puse junto con un par de tacones del mismo color y un collar de perlas. No demoré ni cinco minutos.

—Estoy lista, toma la mochila, nos vamos.

—¿Planean ir a algún lado? —Irene apareció de repente.

—Acompañaré a Claire a la casa abierta en su colegio —le respondí mientras hacía que la chica se levantara y tomara su mochila—. ¿Quieres acompañarnos?

—No, esta vez prefiero quedarme, debo hacer algunas cosas en casa.

—Está bien, acompañaré a Priscilla y volveremos antes que los niños regresen —le sonreí mientras tomaba de la mano a Giselle.

Hice que el chofer nos llevara hasta la escuela de Claire, me llené de nostalgia al darme cuenta que ella estudiaba en el colegio donde James y yo nos conocimos cuando éramos jóvenes.