Cuando seamos Tú y Yo

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–¿Nos iremos de viaje?– pregunto la pequeña hermana a Liam que guardaba todas las cosas en las maletas–¡Mamá! ¿Nos iremos a la playa?– dijo emocionada deduciendo su destino.

Liam había llegado a casa exhausto, su respiración apenas se podía controlar para no ahogarlo a la necesidad de oxígeno de alguna forma había perdido mucha de su fuerza le costaba mantener el ritmo y mantenerse de pie.

–¿Liam que está pasando?– pregunto asustada su madre. Liam tenía un aspecto muy desgastado –¿Qué estás haciendo?– dijo mientras veía como las maletas con ropa de ella y su hermana se apilaban una tras otra.

–No tengo tiempo de explicarlo– dijo Liam agitado –tenemos que irnos lo más pronto posible– logro vocalizar antes de que le faltara el aire otra vez exigiéndole respirar profundamente

–¿Por qué, que es todo esto?– dijo la madre desconcertada todo era repentino, sentía que algo peor aún no se había dicho –¡Liam!– dijo la madre sujetándole las manos en un intento fallido por guardar otro poco de ropa que ya no alcanzaba en la maleta mal trecha –¿Liam, que tienes?–

Liam se detuvo de golpe, se había dejado llevar por sus impulsos por la orden de Pitonisa de tener todo listo para que ella resguardara a su familia hasta que todo se haya resuelto, apenas tenía media hora para tenerlo todo para cuando ella llegase.

–Liam mírame– dijo la madre preocupada apenas lo había escuchado –¿Hijo que tienes?–

Liam la miro a los ojos, unos ojos que reflejaban preocupación y desconcierto, estaba asustada, lo que causo que Liam se desplomara sobre su hombro acompañado de llantos ahogados –Es mi culpa– dijo tratando de sonar lo más claro posible –es mi culpa y lo siento por todo, perdón por no haber hecho bien las cosas desde un principio por haber provocado todo esto–

La madre acarició el cabello de Liam con suavidad, lo tenía todo revuelto con algunos caireles aplastados en su rostro por el sudor y con una capa fina de polvo con una cuerda de tela de araña en un costado.

–Para todo hay solución, te conozco y sé que aquello no debe ser muy malo– acompaño con una suave voz.

–Es toda mi culpa, yo solo quería lo mejor para todos–

–No era tu obligación hacerlo, lo único que quiero es que tengas un futuro del camino que elijas, uno donde no dañes a nadie y menos a ti–

La hermana de Liam los miraba en la entrada de la habitación, aquella alegría por un viaje se había apagado.

–Madre, escúchame– dijo Liam sin levantar la cabeza –deben irse con Pitonisa, ella los cuidará–

–Ven con nosotras– dijo la madre abrazándola a punto de romper en llanto – vamos con la policía si es necesario ellos podrán ayudarnos –

–Nadie puede–

Pitonisa había sido específica, mantendría a salvo a su madre y hermana mientras Liam se preparaba para lo que viniera, no le había dado alguna otra indicación, decía que si sabía lo que iba a pasar era posible que las cosas empeoraran y Pitonisa jamás se equivocaba, a pesar de que Liam no creía mucho en los hechizos y la magia en general el hecho de estar conectado a alguien, las runas en su brazo y el mundo le habían demostrado lo contrario.

–Pase lo que pase– dijo la madre llorando a su lado –Promete que volverás con nosotras–

–Lo prometo– dijo Liam sollozando mientras sus lágrimas no paraban de desbordarse.



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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