Danna miraba las finas líneas en su piel, trazos serpenteantes color marfil, todo su cuerpo estaba cubierto de ellas, trato de explicar a sus padres que ellas se llaman runas, pero su familia parecía incrédula y los médicos concluyeron que eran químicos plásticos usados para crear las bombas que se derramaron en su piel. Al poco tiempo se resignó de aquella historia que había vivido solo ella lo creía, apenas pudo ver a sus amigas o comunicarse con ellas, por su bien se le mantenía en casa había estado cerca de una de las personas más peligrosas de la mafia así que su seguridad se mantendría hasta que no se mostrara peligro alguno, aparte de que al recuperarse recibió el peor castigo que su madre y su padre hayan perjurado juntos.
Sobre todo, Danna no podía quitarse la preocupación de no saber nada de Liam, al principio se declaró hallar dos cuerpos algo que la asusto demasiado, poco después se enteró de que uno de esos cuerpos era el de Liam, los días pasaron junto a las investigaciones del caso, fue entonces cuando escucho sobre Liam y el coma en el que se encontraba.
Miro su mano tratando de hallarle sentido a las runas que según los médicos se desvanecerían con el pasar de los días, que los químicos usados no eran muy peligrosos para su salud y que su vida no corría peligro alguno, pero algo que no supieron explicar es porque de la desconexión con su alma gemela, posiblemente por el coma o las runas.
El sonido de un toqueteo continuo a su puerta de su habitación que la devolvió a la realidad, no había salido de su habitación ni lo haría por un tiempo hasta que pasara el enojo de sus padres.
–¿Danna?– preguntó su madre abriendo con cuidado la puerta –¿Estas despierta?–
Danna esperaba alguna charla donde le preguntaría sobre el estado de sus heridas así era como llamaron a las runas de su cuerpo, o algo referente a la universidad que por esta vez no había logrado postular, sobre su salud y varias cosas más.
–Tengo que hablar contigo– dijo su madre mientras se sentaba en la esquina de la cama, Danna asintió y se sentó a su lado –sé que todo esto ha sido un caos ya ha pasado u tiempo y me preocupa saber que pasa contigo, entiendo que la conexión con tu alma gemela…– Danna se sentía extraña cuando mencionaban esas palabras era como si clasificaran algo que nadie hasta ahora y posiblemente nunca nadie entienda, aunque llamarla alma gemela tampoco estaba tan certera y más ahora que sus sentimientos eran propios solo de ella, y los de Liam se habían desvanecido –¿Danna? – pregunto su madre notando que la atención de su hija se había perdido hace varias oraciones atrás. –espero me entiendas, compartir la vida con alguien más puede ser extraño, algunos tienen la suerte de encontrar su alma gemela no en aquella persona a la que están predestinados estar juntos la vida no es de elecciones adelantadas sino de lecciones y elecciones que elegimos cada uno, lo que nos preocupa a tu padre y a mí, es lo que harás a partir de ahora, no dijimos nada por el tema de hace unos meses, pero queremos saber que rumbo tomaras…–
La conversación continuaba con lecciones de vida y experiencias vividas por parte de su madre un consejo sincero.
–Y sobre Liam…– tomo una pausa acompañado de un suspiro –Liam ha despertado…–
Danna no podía creerlo a pesar de escucharlo claramente.
–Esta mañana nos ha llamado el doctor dice que quiere verte porque no ha logrado sentirte en todo este tiempo y que hay varias cosas que quiere hablar contigo–
Danna sintió como un latido en su corazón, saltaba de la emoción, mientras su madre seguía explicándole las condiciones para visitarlo esa misma tarde.