Epílogo

El salón de juntas era amplio con una mesa lujosa en el centro, varios estantes llenos de cosas invaluables y los ventanales apuntando a la calle, una mesa con 8 sillas en total de las cuales 5 estaban apartadas, tres hombres de traje elegante cada uno más perfecto que el otro y tan diferentes en sus expresiones como en el color de sus hipnotizantes ojos como el amarillo, el índigo y azul claro, una persona andrógina difícilmente de definir como hombre o mujer con unos ojos verdes con un niño en brazos con ojos rojos color rubí succionando de un biberón una espesa sustancia negruzca, bebía de ella como un néctar para su paladar.

Varias hojas con fotografías de Liam y Danna se habían apartado a un lado, mientras otras tenían prioridad como las runas que usaban para reconstruir los pisos del edificio de la farmacéutica.

–Los daños estructurales pudieron ser peor de lo que esperábamos, pero después de la reconstrucción volverán a su estado original, las runas de…– la secretaria fue interrumpida por una mirada furibunda de uno de los hombres de traje  –las runas de ella– continuo obligando a su ser a no temerle a la muerte  –sus runas fueron encontrados en los restos del edificio, no son peligrosas para la misma, pero se han tomado las medidas para separar esos pisos, aislándolos del resto del edificio– informo con una expresión que volvió a ser inmutable como la de un muñeco sin alma.

–¿Qué sabemos de la caja?– ordeno una de aquellas personas penetrando su ser con aquellos ojos índigos, su traje era el más pulcro tenía un brillo propio a nuevo sin ninguna imperfección llevaba anillos de oro y plata, un Rolex de paquete y una flor recién cortada en el bolsillo de su saco.

–Las investigaciones revelaron que la caja fue tomada por un miembro del personal en la transportación hacia el festival, la mujer no recuerda haberlo hecho afirma haber sido manipulada para tomarla y del contenido de la jeringuilla la joven de nombre Danna asegura haberla inyectado en el cuerpo del ser humano conocido como Zagan– acerco una fotografía donde se veía el cuerpo deforme de Zagan una mezcla entre humano y lobo con los huesos desencajados, la boca sustituida por un hocico con una hilera de colmillos y las manos convertidas en garras, con los miles de cortes y desgarres en todo su cuerpo a causa de los susurradores y varias runas que se abrían como cortes en su espalda.

–Lujuria, Lujuria, Lujuria– sollozo uno de los hombres con los ojos color naranja, cuyo cuerpo voluminoso apenas cabía en su silla –Lujuria–

–Los informes apuntan que la clave para la cura están en sus runas, lo hemos comprobado al examinar una a una las runas del cuerpo del humano, al igual que los creados en el cuerpo de la chica– acerco otra fotografía donde aparecían las runas en el cuerpo de Danna similares a las grabadas en la piel de Zagan –creemos que sus runas son la clave para la vacuna aunque no estamos seguros si las pastillas que ingirió el ser humano tuvieron algún fallo cuando engullía al segundo joven de nombre Liam, las pastillas siguen en proceso de examinación y aunque han resultado efectivas seguimos encontrando fallos en la mayoría tanto en su cantidad como en su consu…–

–¿Fallo?– interrumpió el hombre de ojos índigos –¿Acabas de llamar  fallo a nuestra obra de arte?– su tono de voz era tajante.

–Me refiero a la producción, las runas son muy poderosas apenas podemos controlar los efectos secundarios en humanos…–

–Vete– ordeno el hombre añadiendo un ademán.

La secretaria no dijo una palabra más y se movió mecánicamente hacia la salida.

El salón quedo en silencio mientras las hojas sobre la mesa iban desapareciendo una a uno en cada bocado de aquel hombre voluminoso de ojos color naranja.

–Lujuria, Lujuria… – sollozo gula con lágrimas en sus ojos –lujuria… –