Capítulo 2
Antes y después de la muerte de sus padres, Sophía seguía siendo la misma niña rebelde, fiestera y popular entre todos sus amigos. Cambiaba de novio cuantas veces quería y se acostaba con quien a ella le pareciera atractivo.
Sophía Había encargado el trabajo a su amante y amigo, Carlos, quien ahora tenía dos días de haberse marchado a España, quedaron en el acuerdo que en cuanto supiera que había pasado con el sobreviviente de aquel accidente, él le enviaría un sobre con toda la información.
–¡tía! Recuerda que hoy en la noche tenemos una cena con el inversionista interesado en las Fábricas de México, –Sophía termina de bajar el último escalón.
–No tengo suficientes ánimos de ir –responde la tía Dayana mientras se pone cómoda en la sala –me siento algo cansada –Deja caer su cuerpo y respira desahogadamente –Hoy fue un día muy pesado con los empleados de la oficina.
–Tía –frunce un seño a manera de burla –créeme que si no fuera por mis padres que te dejaron encargada de esa empresa, yo ya te hubiera echado de ella. Mírate –la señala –ya estas vieja, cansada, eres una aburrida que no sale ni de su oficina para comer.
–¡Sophía! –le alza la voz –¡ya no voy a permitir que me faltes al respeto! –de inmediato se pone de pie –¡Suficiente te he apoyado en estos años!
–¡No! ¡Estás muy equivocada! –Se acerca unos pasos y en tono de advertencia le levanta el dedo índice –¡Recuerda que gracias a mí Familia tienes un sueldo y techo para vivir! ¡Así que eres tu quien no debe cuestionarme!
–¿Así que te sientes muy capaz?
–Porsupesto, Tía– son sus únicas palabras acompañada de una risa burlona
–Perfecto, me voy de esta casa y quédate con tu empresa –Camina hacia las escaleras
–¡Detente! –la toma del brazo – si te vas –Advierte en tono retador –jamás tendrás derecho a regresar
–¡No te preocupes! –le da un tirón para soltarse y sigue su camino
–Espero no te arrepientas
Dayana a medias escaleras la voltea a ver –¿Así como tú te arrepientes de haber asesinado a tus padres? –Voltea el rostro y continúa subiendo hasta llegar a su habitación.
**********
El reloj marca las 8 de la noche y Sophía se termina de arreglar frente al espejo.
–¡Maldita sea! –se queja al pasarse el rímel en el ojo derecho
Su teléfono timbra y, al ver el nombre de Carlos en el identificador, duda en contestar
–Carlos, voy tarde a una cena de negocios, espero que tu llamada sea importante.
–Tranquila mi Reyna, la información que te prometí va en camino. Mañana por la Mañana la tendrás en tus manos.
–Por eso eres especial, Carlitos –responde en tono coqueto.
–Espero disfrutes tu vida Sophía, y te recomiendo que ya no le muevas al asunto. Ya déjalo en el pasado o saldrá a relucir toda la verdad. Recuerda que también murió una familia inocente. Simplemente se feliz
–Bla bla bla, eres igual que la patética de mi tía. Espero que te quedes por siempre en España. Ya no eres tanto de mi agrado, así que yo creo que –juega con la punta de su cabello –buscare a otro en tu lugar, Bye.
Cuelga el teléfono y aprisa toma su bolso para salir de la habitación. El ruido de sus tacones al bajar por las escaleras suena por la enorme sala de la mansión.
–Señorita, ¿la llevo a algún lado? –Pregunta el chofer a la salida de la puerta principal?
–No, a ninguno –Sigue avanzando hacía su coche sin voltear a verlo –Y a partir de mañana tus servicios serán innecesarios en esta casa. Te recomiendo que recojas tus cosas esta noche. –Se sube al auto y se dirige al corazón de la ciudad.
–Bienvenida, Señorita. Los señores la están esperando –el hosts del prestigiado restaurant la lleva hasta su mesa.
–señores Brown ,la dama ha llegado
–Buenas noches, Sophía.
–buenas noches .Sr Brown
–Te presento a mi sobrino, Paul –Sophía solo asiente con la cabeza y sonríe con delicadeza. Al ver la elegancia y el porte de Paul, se queda sin palabras.
El Sr. Brown le ayuda a tomar asiento y ordena al mesero para que sirva la primera copa. –Me dijeron que este vino es de sus favoritos, Señorita Liz
–Así es –responde sonriente mientras levanta su copa para brindar – Salud por este excelente negocio que estoy segura, vamos a cerrar esta noche, Salud, Paul –este solamente sonríe algo cohibido –Y bien, Sr. Brow. Lo escucho –Muy segura de sí misma vuelve dibujar una sonrisa en sus labios. Intenta ocultar su nerviosismo ya que de la mente no logra borrar esa primera impresión que le ha causado Paul.
–Como le venido comentando antes de esta reunión, Tengo mucho interés en sus propiedades ubicadas en Guadalajara México.
–y como yo también le he respondido Sr. –Se lleva la copa a sus labios, disfruta del pequeño sorbo mientras voltea a ver a Paul –Esas propiedades –asienta la copa –no están en venta, por el momento –regresa la mirada a los ojos a Brown –a menos que…
–Estoy dispuesto a eso y más –interrumpe Brown –usted solo dígame cuanto es lo quiere por esas tierras y en estos momentos le doy un chequé.
–Creo que nos estamos entendiendo muy bien –Sonríe y nuevamente toma de su copa –Pero creo que hay que variar un poco la plática para no aburrir a Paul ¿No crees Paul?
–Estoy de acuerdo – Termina de responder sonrojado cuando su teléfono timbra, lo toma de su bolsillo y ve un nombre en la pantalla –Perdón, esto es muy importante. Se retira de la mesa para poder contestar.
Muy guapo sobrino, Sr Brown –lo sigue con la mirada
–Al parecer es de familia – bromea el
–De eso estoy completamente segura –Levanta la copa para brindar –Salud por este negocio y por su sobrino
–Ha hecho la mejor elección, señorita Liz. –Saca su chequera y la pone sobre la mesa, Sonríe y toma la pluma dispuesto a escribir.
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Editado: 31.07.2021