Se podría decir que Jake está más emocionado que yo por la noticia, aun más que Dustin. Ayer lo hicimos oficial, somos pareja.
Debo admitir que estoy nerviosa; jamás había tenido novio, no sé si se supone que debería actuar de cierta forma o llamarlo de alguna manera en especial. ¡¿Tendré que ponerle apodos cariñosos?! Porque no me gusta hacer esas cosas. Las parejas que se hablan como si fueran bebés o restriegan sus narices como conejos o van a todos los lugares que va la otra persona; me da náuseas de tan solo pensarlo. Desde que era pequeña me imaginaba teniendo un novio que fuera como mí mejor amigo; poder molestarlo y reírnos de ello; no sentir vergüenza al comer frente a él; quedarnos hablando por teléfono hasta el otro día; decirle que estoy triste o que me siento mal y él venga a casa; no tener la presión de salir a algún lado porque lo importante es estar juntos. No lo sé, tal vez sea lo menos cursi y romántico del mundo, pero, ¿qué importa más? ¿una cita en un restaurante cinco estrellas o que el amor sea mutuo?
Dustin no se comporta diferente a lo usual, hasta ahora solo me ha traído el desayuno pero no es nada que no haya hecho antes de ser pareja. Tal vez opina igual que yo sobre lo que debería ser una relación, sin presiones, solo nosotros.
Estoy recostada con Dustin en el suelo, mí cabeza en su pecho, él acaricia mí cabello, mientras yo leo una novela de suspenso que encontré en una estantería vacía de la biblioteca. Normalmente no me agrada que me toquen el pelo, mí cuero cabelludo es muy sensible y la mayoría de las personas suele enredar sus dedos en él a causa de los rizos. Sé que son lindos e interesantes, pero la verdad es que en serio duele.
- Escucha esto: - me aclaro la garganta - "¿Es masoquista decir que el amor no correspondido es el sentimiento más hermoso y real que existe?". Me recordó a una conversación que tuvimos. La vez que hablamos sobre las cosas que yo leía, pura fantasía. Creo que nunca te dije que tenías razón; ya no me gusta leer esas cosas.
- Fui demasiado duro al hablarte así, no quise arruinar tu género favorito.
- No lo hiciste. - me incorporo quedando frente a él - Abriste mis ojos a la realidad. Estaba envuelta en una fantasía, creyendo una manera de ver el amor que no es la real.
- ¿De verdad? - desvía la mirada a mis labios por un segundo y luego la regresa a mis ojos. Acomoda un mechón de pelo detrás de mí oreja, sigo su movimiento con los ojos hasta que deja su mano en el lugar
inicial. - ¿Qué piensas del amor ahora?
- Duele, y mucho; a veces te confunde y te llena de preguntas de las cuales tal vez nunca tengas respuestas; se apodera de todo tu ser e influye en tus desiciones, ya que lo incluyes en cada una de ellas; te hace analizar todo con más detenimiento por si algo de lo que haces lastima a la persona que amas. Pero sobretodo, es algo maravilloso cuando lo tienes. Los colores son más nítidos y brillante, la felicidad se vuelve alcanzable y por un segundo todo parece... Posible.
- ¿Descubriste todo eso solo con nuestra conversación? Debería considerar una maestría.
- ¿Puedo ser tu alumna favorita? - paso el dedo índice por el cuello de su camiseta. - Tal vez te soborno.
- Imposible. Sería un maestro ejemplar, nada de sob... - tiro de él y lo hago callar con un beso. Me separo y veo que aún tenía los ojos cerrados, los abre despacio como si acabara de despertar de un sueño. - Bueno, tal vez pueda hacer una excepción.
- Lo supuse. - Sonríe de lado sin dejar de observar mis labios; ésta vez, él me besa. Un carraspeo nos interrumpe. Nos giramos para ver, era Amy con una notablemente forzada sonrisa en su rostro.
- Los rumores eran ciertos... ¡Son pareja! - nunca ví emoción tan sobreactuada.
- Sí. Al parecer el sentimiento era mutuo, así que nos dijimos ¿por qué no? - Observo a Dustin, se notaba incómodo, mantenía la cabeza gacha, no hacía contacto visual con Amy en lo absoluto. ¿Qué le sucede?
- Bueno, espero que les vaya bien en su relación. - claramente espera lo contrario. - los dejo seguir con... Esto. - se da la media vuelta sin más y se aleja sin mirar atrás. Dustin se relaja, estaba tensado, como si le hubieran sacado una mochila llena de bloques de la espalda.
- ¿En qué estábamos? - se acerca para volver a besarme pero lo detengo. - ¿Qué sucede?
- Lo mismo digo. ¿Por qué actúas de esa manera cuando ella está cerca?
- ¿De qué hablas?
- No te hagas el inocente. Tú sabes bien de lo qué hablo. - suspira.
- Amy y yo éramos pareja. - a pesar de que lo sabía, de igual manera me dolió oírlo, no sé por qué razón. - Fue mí primer novia, tuvimos una historia, es claro que no voy a sentirme cómodo con su presencia. Ya no es lo mismo que antes. - desvío la mirada, acabo de quedar como una novia tóxica y desconfiada. Yo no soy así. Confío en él, pero no en ella. Luego de lo que me hizo, tengo miedo de que intente separarnos por venganza o lo que sea. - Oye, mírame. - levanta mí barbilla con el dedo índice. - Te amo solo a ti, ¿de acuerdo?. Jamás dudes eso. Te elegí a ti, estoy contigo, aquí me quedo, no hay otro lugar en el que prefiera estar. Pertenezco donde tú estés. - sentí un calor recorriendo mí rostro, me estaba sonrojando.
Éste chico va a volverme loca, en el buen sentido, espero.