14, 15 y 16... supongo que cuenta como tres partes al ser más largo

Hoy es mi primer día de trabajo como guardia de seguridad en un supermercado. El turno diurno era una buena opción, pero en el nocturno pagan más y se trabaja menos según algunos familiares míos.

Me presento unos minutos antes de iniciar mi turno y un hombre me recibe con una gran sonrisa.

- Tú debes ser el nuevo... ¿Joseph?

- Sí, soy yo.

Respondo entusiasmado.

- Bien, tu cubículo es aquí mismo, ya sabes qué hay que hacer, nada de otro mundo.

El hombre empieza a recoger sus cosas y las guarda en su mochila, luego camina hasta la salida, no sin antes voltear y sonreír una vez más.

- Por cierto, dejé una nota en el escritorio, revísala.

Sonrío despidiéndome con la mano y tomo asiento mientras escucho como el hombre cierra la puerta y la asegura con algún candado, no imaginé que sería un encierro total, aunque seguro que hay otras vías de evacuación en caso de alguna emergencia. No le doy importancia y me relajo un poco mientras cierro los ojos.

Un fuerte sonido me despierta. Menos mal que nadie me supervisa, que horror el quedarme dormido mi primer día de trabajo. El sonido continúa, suena como alguien tocando la puerta, pero no es la principal. Me levanto intentando seguir el ruido y llego hasta al baño y me quedo unos segundos esperando a que vuelva a sonar para confirmarlo. Alguien vuelve a tocar la puerta, así que ingreso al baño pensando que es otro guardia de seguridad que se quedó sin papel higiénico, sería muy gracioso. Enciendo la luz y empieza a ir cubículo por cubículo tocando la puerta y abriéndola al ver que no obtengo respuesta para darme cuenta de que no hay nadie dentro del baño. ¿Habré imaginado todo esto? En fin, apago la luz y vuelvo a mi sitio, tomo asiento y veo la nota que dejó aquel hombre que me recibió, debí preguntarle su nombre, la abro y empiezo a leerla.

Reglas:

1. Te engañe, niño, esto no es un creepypasta. Estate atento e intenta no dormirte.

Río un poco al darme cuenta de que solo es una pequeña nota de bienvenida hasta que veo que hay algo más escrito.

2. Si escuchas que alguien toca la puerta del baño, por nada del mundo la abras. No hay otros guardias además de ti.