Parece muy entrada la noche para transitar este camino, pero no podía dejar a esa pobre mujer con su hijo a la orilla de la carretera. Sigo sus indicaciones y me detengo frente a una pequeña casa para que ambos puedan bajar del auto.
– Gracias por traernos, significa mucho para mi – dice ella abriendo la puerta
– No es nada, cualquiera lo hubiese hecho – respondo restandole importancia
– Pues, es la primera vez que alguien nos trae, siempre nos ha tocado caminar – comenta después de haber bajado del auto – Niños, despídanse del señor
¿Niños? Giro rápidamente hacia el asiento trasero y noto que hay 2 pequeños totalmente idénticos a punto de bajar. Habría jurado que cuando subieron a bordo era sólo uno
– Gracias señor – dijo el primero
– Es usted muy amable – completó su hermano a instante
– Que hijos tan lindos tienes – le digo sonriendo – Que tengan buenas noches, tengo que regresaar
La joven mujer me dedica una sonrisa cansada y entra a la casa junto a los pequeños, pongo en marcha el auto y avanzo por la carretera en búsqueda de un retorno para volver a la ciudad lo más pronto posible, Jackson ha estado esperándome en la estación de servicio por mucho tiempo.
A través de los cristales no diviso más que llanura y una brillante luna llena que se levanta sobre mi auto sirviéndome como único farol, ya que mis luces delanteras han dejado de funcionar hace más de 3 kilómetros. Cada metro que avanzo me siento más confundido ¿De donde ha salido este pueblo? ¿Hace cuanto tiempo que avanzo sin resultados? Miro hacia afuera intentando ver alguna señal de transito que indique un retorno, pero no hay nada. Entre mis ganas de encontrar algo que me diga donde estoy, visualizo una casa, está a la orilla de la carretera, y tiene una luz encendida en su interior, un minuto observándola es suficiente para darme cuenta que no es primera vez que la veo, ya he pasado por aquí antes, fue aquí donde dejé a esa mujer hace quien sabe cuánto tiempo, lo que quiere decir que le he dado la vuelta al pueblo, pero ¿Donde diablos me pasé la salida, o la entrada? Apago el motor del auto para dirigirme hacia la casa, seguramente ella tendrá mejor información que yo. Toco suavemente pero no obtengo respuesta, el frío que hace es descomunal, creo que fue mala idea bajar del auto. Vuelvo a llamar a la puerta esta vez más fuerte, lo que provoca que se abra lentamente dejándome ver el interior. Se trata de una casa pequeña, con un sofá individual junto a una mesita de noche donde descansa un libro abierto, el resto de la sala está vacía y sólo es interrumpida por una delgada y corta escalera cuyos escalones presentan un notorio desgaste. El frío comienza a entrar en mis huesos por lo que decido entrar para que ella me auxilie; subo poco a poco la escalera para encontrarme con una habitación tan simple como la sala, sólo una cama individual, una mesita con un radio sobre ella, y un pequeño armario, bastante pequeño para tres personas. Después de varios llamados lo compruebo, la casa está sola, eso no tiene ningún sentido ¿Dónde pudieron haber ido? Bajo y salgo ajustando la puerta tras de mí, no me queda más opción que continuar el camino, este lugar comienza a tornarse terrorífico, debo encontrar la manera de salir. Al subir a mi auto e introducir la llave noto que el motor no responde, no hace ningún ruido; después de varios intentos por encenderlo, y de 3 revisiones a los cables (teniendo en cuenta que nunca he sabido más de autos que aflojar y ajustar), me doy por vencido. De alguna manera me siento agradecido de que esto haya pasado frente a la casa, y no en la planicie donde seguramente moriría de frío antes del amanecer.
Me interno nuevamente en la casa y subo las escaleras, aunque parezca una mala idea no encuentro otra solución posible en mi mente, doy un vistazo al pequeño armario y saco una cobija bastante empolvada pero que me ayudará a cubrirme, me recuesto sobre la cama y miro al techo, no sé que estoy haciendo, pero ésta será una larga noche. No tardo más de 5 minutos en sentir como el sueño se apodera de mi, pero justo cuando me estoy dando por vencido y mis parpados se cierran escucho una voz junto a mí.
– Una vez más bienvenidos al programa de medianoche. Te habla tento, tu locutor favorito, y espero que estés cómodo, porque “Cuentos con tento” comienza ahora
Miro a todos lados antes de descifrar de donde proviene hasta que lo identifico, el radio que está junto a la cama se ha encendido, no está del todo mal escuchar algún cuento antes de intentar dormir en estas condiciones, pero mientras mas pronto duerma, más pronto amanecerá. Tomo el aparato para apagarlo y no consigo ningún botón, entonces procedo a sacarle las baterías, lo dejo nuevamente en la mesita y me recuesto una vez más
– Comenzaremos la noche con nuestra pareja favorita, Camila y Jake. Pueden contar su historia chicos, nuestro amigo estará escuchando
Abro los ojos de par en par y me siento lo más rápido que puedo, miro el aparato que aún descansa sobre las baterías, pero no deja de sonar, es allí cuando el corazón amenaza con salirse del pecho, esta noche será mas larga de lo que imaginé