En una casa, por la noche, una persona enmascarada con un arma y una bolsa, rompió la ventana y entró a un comedor donde había un hombre llamado Darek, su esposa y su hija. El enmascarado sin pensarlo sacó una pistola y les dijo que le den todo su dinero mientras les pasa la bolsa, el señor Darek le contestó:
—Está bien, pero no lastimes a mi familia.
Mientras Darek buscaba todo el dinero que estaba en una caja, su esposa Marlene estaba en una pared agarrando a su hija de 10 años por los hombros, que permanecía en shock. Ana, la niña, presenció todo de manera distinta, solo recordará una parte distorsionada de lo sucedido.
Minutos atrás Ana estaba sentada esperando con ansias la cena que su madre le servía, de repente escuchó un ruido espantoso y Marlene la jaló hacia la pared agarrándole fuerte por el hombro, fue ahí que pudo ver al enmascarado tenebroso agarrando la peligrosa pistola. No escuchó nada de lo que discutieron, incluso dejó de sentir a su madre y se olvidó de su padre, solo estaba ella, a dos pasos el enmascarado y todo alrededor en tinieblas. Sintió el sudor frío que pasaba por su mejilla, escuchó su corazón latir a mil por hora, vio como el ladrón meneaba la pistola con nervios y furia. Y aunque realmente no miraba los ojos que tenía el ladrón detrás de la mascara, creyó verlos sobresalir de la tela y clavar su mirada fijamente hacia ella. El terror la abrazó, conoció la maldad, no podía hacer nada para evitarlo, su cuerpo no le respondía... y entonces gritó.
Anita empezó a llorar fuerte y escandalosamente. El padre puso cara de miedo al saber lo que pasaría, la madre intentó callar a la niña mientras el ladrón se enojaba diciendo:
—¡Que se calle rápido!.
Sonó un ruido de un gato en un rincón de la casa y el ladrón se distrajo. En ese momento Darek tuvo una descarga de pensamientos, el tiempo lo percibió lento y midió unos segundos en el futuro: el asaltante miraría hacia la ventana donde estaba el gato molestoso. En la meseta habían varios cuchillos, sólo tenía que actuar rápido y tirarlo al corazón. Podía atinarle, estaba bastante seguro, tanto que ni siquiera pensó en las consecuencias que traería esa acción.
De un momento a otro Darek hizo el movimiento, agarró el cuchillo y lo tiró, pero hizo ruido en el proceso y el ladrón se volteó, fue ahí que el hombre se dio cuenta de su grave error, el enmascarado pudo cubrirse con su brazo izquierdo y esta vez si se enfureció.
De un momento a otro levantó la pistola y la dirigió hacia la niña, disparó, pero Marlene intervino y la bala atravesó su pecho. La mujer cayó ensangrentada en los brazos de su hija, el ladrón rápidamente le quitó el bolso con dinero al hombre mientras este estaba estupefacto; y empezó a huir, pero, un ruido estruendoso lo paró. Al mirar hacia atrás se sorprendió por el cuerpo grande, sobrehumano y deformado que lo miraba.
—¿Pero qué demonios? —dijo el enmascarado al caerse al suelo, "esto no es real" fue lo que le llego a la mente y sonrió.
Una voz endemoniada fue lo último que oyó:
—mataste a mi madre.