Venia por mis hijos.

Soy madre soltera, tengo tres pequeños de 5 años, 3 años y un bebe de 5 meses de nacido, llegamos a vivir a una vecindad cerca de donde pude obtener mi trabajo en una fabrica en el turno nocturno, mis hijos quedaban a cargo de mi hermana quien los cuidaba de noche mientras yo trabajaba, vivíamos en apenas dos cuartos y un baño pequeño, pues era apenas lo que podía pagar en lo que podría recuperarme y rentar un mejor lugar. Cuando llegamos la vecina me advitio de que cerrara bien puertas y ventanas y que no dejara solos a los niños en la noche por que "Ella" solo estaba buscando una oportunidad de llevarse a los niños. Fue todo lo que me dijo antes de irse a encerrar a su casa, eso me parecio extraño pero nada relevante. La primera noche que pasamos en aquella casita fue un poco rara. Podia jurar que habia alguien caminando entre los pasillos, la vecinadad era de tres pisos con las casitas al rededor y en medio un enorme patio con lavaderos justo en medio, para llegar a mi casa tenia que subir las escaleras hasta el tercer piso hasta el final de pasillo estaba mi casita. habia un silencio impresionante es mas ni el ruido de los autos ni perros se podia oir, cuando de pronto escuche unos pasos no logre distinguir si eran afuera o justo adentro en la cocina, solo nos dividia una puerta que no cerraba bien el seguro se botaba era muy facil entrar a la habitacion.

Entonces mi bebe empezo a llorar, yo pronto lo tome en mi brazos lo acerque a mi pecho y se quedo dormido de nuevo, esa noche escuché los pasos toda la noche y no podia dejar  de pensar en lo que me dijo la vecina un miedo y escalofrio recorrio todo mi cuerpo cuando esuche el rechinar de la puerta como si la hubieran empujado lentamente, prendi una vieja lampara que apenas alusaba y alcance a ver a una persona con un vestido largo pero parecia transparente por que lograba ver la puerta de tras pense que estaba soñando.. y me levante de golpe, me desperte acelerada con mucho miedo y angustia. Y asi fue por las sigientes tres noches antes de comenzar a trabajar, siempre lo mismo los pasos, y esa sombra transparente que parecia queria entrar a la habitacion, se lo comente a la casera quien al igual que la vecina se limito a decir que cierre bien y que ponga una cruz de sal en la puerta. Yo no soy creyente ni mucho menos creia en aparecidos, pero me preocupaba que empezaria a trabajar y mis hijos estarian a cargo de mi hermana y estarian solo ellos sentia que no estaban lo suficientemente protegidos pero no tenia mas que hacer no conseguiria otro empleo cerca y con la facilidad de horario para poder cuidar de mis hijos. No hice caso de la cruz de sal en la entrada me parecian supersticiones de vecindad.

Esa noche bañe a mis niños, cenamos juntos antes de irme a trabajar y los deje acostados casi ya a punto de dormir justo a tiempo llego mi hermana, le dije que cerrara bien por dentro que yo cerraba por fuera. Ese fue mi error dejarlos encerrados pero en mi mente era una buena idea por que parecía que estarían protegidos, me fui al trabajo pero iba con un mal presentimiento me decían que todo estaba bien, llame a casa y ya estaban dormidos mis hijos y mi hermana me dijo que ella estaba por dormir también que no me preocupara y que me vería por la mañana. Pero yo seguía intranquila lo pensé mucho y decidí irme en la hora del descanso a darles una vuelta, caminando hacia 10 minutos de mi trabajo a la vecindad, en cuanto llegue eran las 2 de la mañana toda la vecindad estaba de nuevo envuelta en un silencio tan pesado, parecía que el ruido de afuera no era capaz de entrar, subi hasta mi casa y antes de llegar la vi, vi a una mujer con su cabello largo negro parada justo enfrente ..—Ey! grite.. ella solo volteo pero no logre distinguir su cara subi con rapidez y ella o eso simplemente se desvaneció toque la puerta y luego abrí rápido me dirigí al cuarto donde estaban todos dormidos volteo hacia la cuna de mi bebe y note que no estaba, pronto encendí los focos pero no se despertaron los moví y le empece a gritar pero no despertaban escuche el llanto de mi bebé estaba en las escaleras cualquier movimiento y caería desde el tercer piso, corrí hacia el y mire a mis hijos mayores tomados de la mano de mi hermana subiendo al barandal para caer no iba a alcanzar a evitarlo.

Tome a mi bebe y grite —¡ayuda!— y una luz se encendió y salió mi vecino con un martillo en mano, —¡¿Que sucede?!— Pregunto asustado, le conteste —Mis hijos ayuden a mis hijos— dije histérica mientras señalaba hacia él barandal —¿Donde están?— grito mi vecino... Ya no estaban en el barandal si no en la cama dormidos como si no hubiera pasado nada. Ya no regrese al trabajo esa noche ni la siguiente, no sabia que hacer si eso era producto de mi imaginacion o que me estaba sucediendo, debia regresar a trabajar o de lo contrario no tendria manera de sostener a mi familia.

—Vecina, ¿está usted bien?, ¿ha tomado algo para sus turnos nocturnos? No juzgamos aquí pero debe tener cuidado de lo que toma para aguantar las desveladas, sabe a qué me refiero..— Me dijo el vecino que había salido a mi llamado. Todos salieron de sus casas y me veían extraño mientras cargaba en brazos una toalla pero juro que tenía en brazos a mi bebe. 

Ella regreso, una noche mientras dormían mis hijos, la vi estoy segura que la vi estaba parada afuera de mi casa con esa sonrisa malvada, por fin vi su rostro tenia la piel podrida, y las cavidades de los ojos vacías pero parecía que te veía con una mirada penetrante, y esa sonrisa que helaba la sangre, le grite —¡Largo de aquí! ¡déjanos en paz!— grite desde mi cuarto mientras me aferraba a mis hijos, ella solo ladeo su cabeza y abrió su boca, la abrió tan grande que corrí a cerrar la puerta, escuche como la manilla de la puerta se movía donde estaba intentando abrirla me aferre a mis hijos con fuerza deseando que esto solo fuera una pesadilla, de pronto hubo un silencio parecía que todo volvía a la normalidad, pero mi vecina toco la puerta afuera se veían mas personas escuche que la policia estaba afuera pero yo no podía salir. de pronto todo se volvió negro y solo vi como ella llevaba a mis hijos con ella...