Llevamos unos de meses acá adentro y por fin vemos la luz, ahí va mi hermano, (Después de
un rato) ahí va mi hermana, (Minutos después), mi turno, veo la luz muy cerca de mí, que está
dañando mis ojitos.
(Al salir del vientre de su madre), ¿Qué pasa acá no veo nada? ¿Qué es esto que me ahoga?
(Refiriéndose al aire), alguien me toma de mi pancita y me frota con algo (Una toalla), sin darse
cuenta se queda dormido.
Luego de horas de sueño despierta el cachorrito, escucho voces a lo lejos, pero no son como
los de mi mamá, lástima que no pueda verlos (Dirigiéndose a tomar leche donde su madre).
Unas semanas después, por primera vez abre los ojos, sale a caminar por la casa y se
encuentra con algo muy extraño para él (Una mujer) que lo toma con ambas manos, dejándolo
en una caja con los demás cachorros. Él preguntaba a sus hermanos que eran esas criaturas
tan raras, siendo él el último en abrir los ojos no tenía conocimientos sobre el nuevo mundo.
Con que esos son humanos y ese de allá es un cachorro humano. (Quedando satisfecho con la
respuesta).
Cuando en eso llega un niño y lo levanta diciendo: Este me gusta. (Sin entender lo que decía,
claro).
Al rato ve a la humana llevarse la caja donde estaban sus hermanos y su madre, sin saber que
esos serían sus últimos momentos juntos, ya que serían regalados a vecinos y familiares.
Ya estando más grande, se había acostumbrado a estar con su amo, como le decía él. Jugaban
en la tarde hasta que su amo ya no pudiera más del cansancio. Al día siguiente cuando
despertaba temprano, veía a su amo ponerse trapos encima (Ropa del colegio), luego lo seguía
y lo veía parado frente a la casa (Observándolo por la ventana principal), en eso ve a su amo
levantar la mano, subiéndose a un monstruo lleno de humanos, poniéndose a ladrar muy
fuerte, despertando a los amos de su amo, sabiendo que lo sacarían al patio, se agacha y
mueve su cola. Estando en el patio solo y aburrido se pone a excavar con sus patas delanteras
haciendo un gran hoyo, donde entierra un hueso que le dio su amo el día anterior.
El patio estaba hecho un desastre, había tierra y pasto esparcido por todas partes. Cuando la
señora de la casa vio el desorden, lo agarró, le puso una correa al cuello y lo amarró en el
antejardín.
Lo más extraño para él, aparte de la molesta correa en el cuello y no poder correr libre, era
que la ama de su amo lo miraba a la cara con unos gestos raros y le gritaba diciéndole cosas
que él no entendía.
Luego de horas de aburrimiento llega su amo, quien lo llamó por un feo nombre (Según él),
¡Kiltro! gritaba su amo, al oír que gritaban ese desagradable nombre y lo veían a la cara supo
que le decían a él. Su amo lo abraza fuertemente y le saca la correa, lamiéndole Kiltro la cara
en señal de agradecimiento. Kiltro sabía que cuando llegaba su amo este le serviría su extraño
pero sabroso alimento con forma de huesos.
Después de comer llega Paulo (Su amo), quien le pone esa molesta correa al cuello y lo saca
por primera vez a pasear al parque, olfateando piensa (Ese árbol no está marcado entonces
será mío) Levantando la pata derecha para orinar el tronco. A lo lejos se escucha el nombre de
su amo, levantando las orejas y alzando la vista observa su entorno en busca de las voces, al
darse cuenta, su amo ya se dirigía donde sus amigos. Para Kiltro eran humanos muy raros a su
amo, algunos tenían los pelos de punta y otros pelos muy largos. Los amigos de Paulo
acariciaban, besaban y hasta le daban órdenes a Kiltro, diciéndose a sí mismo que humanos
tan confianzudos, apenas los conozco y quieren que les haga trucos.
Ya devuelta a su casa ve pasar una linda y simpática cachorrita blanca como la punta de su cola
y crespa como los cabellos de sus patas, Kiltro sin darse cuenta se había enamorado. Todo el
camino a casa estuvo pensando en esa cachorrita que le había robado el corazón. Tengo que
olerla, al menos verla una vez más, ya sé, cuando llegue a casa y me saquen la correa me
escaparé para ver a esa preciosura de hembra.
Al momento de lo planeado sale corriendo, escabulléndose por la reja del antejardín, ¿Dónde
fue que la vi?,(Guiándose por el olfato)se dirige al parque, luego al árbol que marcó, cuando se
daba la vuelta para seguir olfateando la ve alejándose rápidamente, la sigue a toda prisa
encontrándose con una avenida llena de monstruos (Autos), mientras espera el momento
apropiado, orina la rueda de un auto en señal de venganza por comerse a su amo todos los
días. Terminaba de bajar la pata cuando en eso aparece un humano calvo que le gritaba
palabras que Kiltro nunca había oído. Cruzando la calle todo asustado le ladra a la cachorrita,
¡Hey! ¿Cómo te llamas?, al oír esto la perrita se voltea y Kiltro como venía corriendo a toda
prisa choca violentamente con la perrita, saliendo los dos caninos disparados por el suelo, oye
ten cuidado, fíjate por donde vas, por poco me despeinas, es difícil tener un pelo como el mío
con estos tiempos. Kiltro todo avergonzado le pide perdón de la mejor manera, diciéndole que
la había visto antes y que estaba profundamente enamorado de ella.
La perrita toda sonrojada calla un momento y Kiltro interrumpe con una pregunta ¿Cómo te
llamas? (Moviendo la cola), olvidando el incidente la perrita contesta: Lora. Caminando por
unas calles Kiltro y Lora se iban conociendo un poco más. Luego de una larga caminata Kiltro
pregunta: ¿Dónde estamos?, no tengo idea respondió Lora, mi amo debe estarme buscando,
ya se escondió el foco gigante (Sol) y no sé regresar a casa solo, no te preocupes, mañana
temprano si quieres te acompaño a tu casa, pero por ahora ya me está dando hambre, ¿Dónde
queda tu hogar? Pregunta Kiltro, yo no tengo hogar como tú, yo vivo en cualquier parte, donde
halla basura o me den comida me quedo un tiempo. ¿Qué es basura? Pregunta otra vez,
basura es lo que los humanos no comen por temor de enfermarse, sígueme por acá huelo algo
de eso, (Dirigiéndose a una esquina llena de bolsas negras)
Lora con sus dientes abre una y desparrama el banquete callejero sobre la vereda, sírvete y
disfruta de este festín. Kiltro medio curioso olfatea los desperdicios y se pone a comer. Lora al
sacar la cabeza de la bolsa, alza la vista y se encuentra con tres perros que no se veían muy
amigables, Kiltro, Kiltro Vámonos, le decía silenciosamente, este al darse cuenta de la
presencia de terceros dice: adelante coman, esto está delicioso y siguió comiendo, al oír un
fuerte ladrido se da cuenta de lo que sucede, bueno nosotros ya nos íbamos, dice algo
nervioso, Lora le dice corramos que esto se pondrá feo. Dando ambos media vuelta, corriendo
despavoridos por unos callejones, por suerte Kiltro y Lora dejaron atrás a los tres busca pleitos,
cuando se detienen para descansar Lora avisa a Kiltro que nunca había estado por esos lugares
y que no podría ayudarlo a regresar a casa.
Entonces no volveré a ver a mi amo (Con lágrimas en los ojos) -Me temo que no. Responde
Lora.
Agachando la cabeza se pone a recordar los buenos momentos con su amo, las tardes enteras
de diversión y por supuesto su extraño pero sabroso alimento con forma de huesos. Ya
resignándose, Kiltro emprende durante unas semanas una vida de perro callejero. Entre Lora y
él había crecido un cariño tremendo, como si fuesen hermanos, y en esas casualidades de la
vida, Paulo cuando se bajaba del microbús, ve escarbando en la basura al perro que le causó
mucha pena después de su desaparición: Kiltro. Con una felicidad enorme grita ¡Kiltro!,
girando éste la vista hacia su amo, su alegría era enorme, no creía que volvería a encontrarlo,
Kiltro sale corriendo a los brazos de Paulo, cruzando una calle, y sin darse cuenta que venía un
auto es impactado, arrastrándose varios metros por el suelo. Lora no lo podía creer, Kiltro se
levanta muy lastimado y Paulo corre llorando a su lado, abrazándolo fuerte le dice: Por favor
no te mueras, me haces mucha falta, despidiéndose de Paulo con una lamida en la cara. Los
ojos se le cierran y entra en un túnel oscuro, al mirar hacia atrás, ve a su amo abrazándolo y
llorando en medio de la calle, y un poco más allá, ve a Lora alejándose con lágrimas en sus
ojos.Al voltear la vista hacia delante, al final del túnel ve la luz, naciendo nuevamente, pero esta vez
en forma de gato. Sin saber que en unas semanas más sería regalado a Paulo, por uno de sus
vecinos.