Cuentos para dormir

Soy aquel que duerme contigo

Hola, ¿Cómo estás?

No he vuelto a saber de ti después de que despertaste hoy, ¿Cómo estuvo tu día? No trates de peguntar como estuvo el mío ya que siempre será la misma respuesta, siempre va a ser el esperar ansioso a que tu cuerpo ya no pueda más, ya no aguante con toda la energía gastada y necesite descansar para poder atravesar a tu mundo, aunque no me creas, estar toda la eternidad encerrado en el mundo de los sueños no es tan placentero.

¿Perdona? ¿No sabes quién soy?

Bueno, talvez no deba admirarme mucho el que desconozcas mi existencia, sobre todo porque nunca me has visto, sin embargo, imaginaba que me sentías. Siempre me ha gustado pensar que sentías como te acariciaba por las noches, como tocaba tu espalda, como aspiraba tu esencia por encima de tu cuello mientas duermes y no te percatas de que estoy atrás tuyo, acostado junto a ti. Toma calma, nada de eso lo hago con intención sexual o deseo, lo hago porque me gusta sentir un alma aun latente entre el mundo de los vivos.

Espero que estés empezando a recordarme, espero que estés recordando aquellas noches donde sueles despertar sin motivo alguno en plena obscuridad, me disculpo ahora que tengo tu atención, todas esas noches en las cuales te despiertas sin razón alguna es porque a veces me gustar observarte desde lejos de tu cama, me gusta ver como tu pecho sube y baja, me gusta envidiar como tu corazón palpita y como tu respiración es calmada. Mi mirada clavada en ti es lo que activa tu sensor nervioso, pero no te preocupes, ahora sabes el motivo de aquellos sucesos nocturnos.

¿Recuerdas esas horribles pesadillas que te hacen sudar a plena luz de luna? Lo lamento, nuevamente soy yo el causante de aquellos malos sueños que provoco al abrazarte por atrás mientras sigues en pleno descanso, debo admitir que lo hago para sentir más cerca lo que sería estar vivo.

Ahora que sabes de mi existencia te recomiendo discreción, pues no soy el único que disfruta de tu dormir para atravesar por un momento a una tierra con calor de vida, somos más criaturas que nos gusta vagar por el pequeño espacio de tu habitación y ahora que sabes de nuestra existencia estaremos más atentos a ti, vigilándote. No te angusties, no te haremos daño.

Recuerda, si alguna vez despiertas en plena obscuridad será porque yo estoy observándote, talvez me encuentre en alguna de las esquinas de tu habitación mirándote fijamente mientras no entiendas nada y solo te rehúses a seguir durmiendo. Recuerda que si vuelves a tener un mal sueño será por los abrazos que te doy por atrás, por la espalda, para sentir más de cerca lo que es tener un corazón aun latiendo. Recuerda que cuando llegue tu descanso eterno estaremos esperándote, todas las criaturas que ha ido construyendo los oscuros rincones de tu retorcida mente, aquellos rincones que ni siquiera tú conoces.

¿Para qué te esperamos?

Algunas cosas si deben quedarse en silencio y tan solo esperar a que llegue el momento.

 



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En el texto hay: cuentos para dormir

Editado: 15.06.2020

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