Cada persona tiene su propia forma de pensar y de ser, para Emily su forma de pensar es totalmente diferente a cualquier otra chica de su misma edad. A sus cortos 20 años ella pensaba que todo lo que se decía de él amor verdadero y de él chico perfecto, era simplemente una fantasía que se creaban las chicas en su mente pequeña. Ella odiaba la palabra amor, odiaba que su tía Susan siempre en las fiestas de fin de año le preguntara lo mismo "¿y el novio?", para ella no todo funciona con un novio, las chicas pueden vivir sin novios y toda esas cosas del amor. Ella supo que no existía el chico perfecto desde hace quince años atrás, cuando su padre dejó a su madre con tres hijos. Odiaba todo lo se refieren a chicos, ella no quería estar con uno y eso no quería decir que ella tenía diferentes gustos que las demás chicas, simplemente quiere evitar la pérdida y el estrés que una relación le puede dar.
—Pero deberías ir, llegarán chicos guapos—su amiga, Samantha la estaba convenciendo de ir a una fiesta que darían el sábado.
—Sam, sabes bien que eso no es lo mío, quiero quedarme a leer.
—Si, si, lo tuyo son libros con palabras y pensamientos ficticios. —Samantha amaba a su amiga, obvio que lo hacía, pero no le gustaba la manera que desperdiciar su juventud.
—Sami, ya déjala en paz—por otro lado su amiga Camila la apoyaba en todo, ella no era de fiestas pero ella si creía en el amor verdadero. —. Si no quiere, pues no quiere. A nadie se le obliga.
—Gracias, Cami —con mucho amor la abrazo. —, por eso eres mi mejor amiga.
—Ya no te daré Nutella por eso —Samantha estaba celosa, pues aunque sabía que las tres eran mejores amigas sentía un poco de celos por no tener su atención en su totalidad.
—No, a ti también te quiero y eres mi mejor amiga también.
Entre abrazos y risas entraron a su segunda clase del día. Ambas estaban en diferentes carreras en la universidad, aunque las únicas que compartían carrera eran Camila y Emily. Samantha estaba en la carrera de Ciencias de la comunicación, y las otras dos estaban en Literatura y letras, se despidieron de su amiga y luego ellas se fueron al aula donde recibirían la clase de psicología, era una asignatura que odiaba demasiado Emily, ya que sólo hablaban de amor, pasión y de los diferentes puntos de vistas de cada uno de los estudiantes. Se sentó en la parte de atrás, cómo siempre lo hacía, y espero a que la licenciada de psicología entrará. Desde su puesto podía observar con determinación su árbol favorito donde ella a veces se sentaba y leía un buen libro, lo hacía cuando tenía horas libres.
Sacó su libreta donde tenía cortos escritos de poemas y algunas frases de libros. Cogió la pluma de color negro y comenzó a escribir un poco mientras esperaba a la odiosa licenciada que solo hablaba del amor y todo eso. Pues todos los días que le tocaba esa asignatura debía soportar laa tontas teorías y comentarios sobre el amor y era algo tedioso para la chica de veinte años de edad. A las dos horas la clase terminó ya se podían ir hacías sus casas. Emily cómo buena amiga siempre esperaba a sus amigas locas cómo ella las definía. Las tres se iban juntas a casa.
—¿Se lo olvidaban de mí? —Luke, un chico de veinte años, él era el mejor amigo de Emily.
—Claro que no, Luke —Emily pasó su brazo por el cuello de su amigo. —, sólo pensaba que estaban con Julia, tu novia.
Él chico sonrió, llevaban más de tres años juntos, él y Julia eran inseparables y sus amigas lo sabían de sobra. El joven la amaba mucho y hasta pensaba en casarse con su hermosa novia.
—Si, pero ella se fue temprano, tenía que salir con sus padres.
—Oh bien, entonces te llevaré a casa —Emily siempre los acercaba a casa, ella siempre era así con sus amigos.
—Si, genial —dijo el chico muy alegre.
—Yo me iré con Mark —su amiga Samantha estaba saliendo con un chico mayor que ella.
—Si, si, tú y ese tal Mark.—los tres reían de Samantha, pues no conocían el chico y hasta llegaban a pensar en que era mentiras.
—Si, rían todo lo que quieran, tontos.
Mientras los demás reían ella se iba hacía su supuesto chico con el que saldría esa misma noche. Subieron a el auto de Emily y se dirigieron a sus casas. El auto de la chica no era el mejor auto de todos, era un Toyota corolla, su tío se lo había regaló para su decimonoveno cumpleaños, era color negro cómo a ella le gustaba. Mientras conducía su amigo, Luke le daba play a la display del auto, en la radio estaba saliendo una canción que por lo visto a su amigo le gustaba demasiado, era una canción con un género de música rock alternativo.