La pobre _____________ sentía que el corazón se le salía del pecho, no podía dejar que la señora Castillo la regañara, su mamá se molestaría mucho pero sobre todo sufriría y no quería eso, ¿Cómo saldría de esta?
¡Yo… yo… hem…! – Titubeaba ___________ sin saber que responder ante aquella figura imponente que la estaba aterrando –
¡No te asustes! Sólo quiero saber quién eres y qué haces aquí afuera… ¿Tú también te cansaste de todo ese ruido? – Agregó la persona caminando lentamente hacia un lado, la luz de la ventana era mejor de ese ángulo y ___________ pudo distinguir que se trataba no sólo de un chico por su voz sino de un hermoso y melancólico chico por su aspecto –
¡Yo no estoy invitada! – Contestó _____________ calmando un poco sus nervios y mirándolo por detrás –
¡Qué suerte tienes entonces! – Dijo con una leve pero bellísima sonrisa retorcida que apenas y se dejó ver –
¿Por qué dice eso? ¿No está buena la fiesta? – Preguntó con un poco más de confianza acercándose a él para tratar de ver mejor su rostro –
¡Más o menos! Según todos allá adentro está que es una bomba… Jajajajaja – Rió él por su comentario, tenía sentido del humor, era una bella risa –
¿Entonces por qué salió? ¿No sabe bailar? – Las preguntas de ___________ encendieron el botón de la curiosidad en el chico que en esta ocasión la miró directamente y por un segundo no respondió –
¡No saber bailar no es una razón para salirse de una fiesta! – Contestó él dedicándole una cálida sonrisa sin dejar de verla, algo había en esa chica que le causaba ternura –
¡Claro que sí es una razón y muy poderosa! Al menos yo saldría corriendo de una fiesta por eso…
¿No sabes bailar? – Preguntó él interrumpiendo sus palabras –
¿Yo? ¡Por favor! Soy la reina del baile, todos me envidian por eso… bueno… ok no… tengo dos pies izquierdos ¿Contento? – Al escuchar la respuesta de ____________ el chico se volvió a reír pero esta vez a carcajadas –
¡Eres tan ocurrente! Irradias un encanto que pensé ya se había extinguido entre las chicas… - Trataba de decirle mientras se reía, ella sólo lo miraba algo apenada, ¿había sido increíble o una tonta? ¡No sabía cuál de las dos! –
¡No se ría! Me está apenando…
Bien, disculpa ¿Quieres que te enseñe a bailar? – Dijo ofreciéndole su mano para que ella la tomara –
¡No! No se preocupe por eso, no es necesario…
¡Por favor! Es muy fácil… uno y dos y tres, uno y dos y tres… - Insistía él dando unos pequeños pasos de baile, era para un vals y en ese momento ___________ se sintió como una princesa –
¡Gracias pero no! Mejor ya me voy…
¡Debes ser valiente y aprender a bailar! – Exclamó tomándola por la mano para evitar que se fuera y acercándola a él lentamente colocó su otra mano libre en su hombro y la tomó por la cintura, en ese momento la oscuridad no le permitía ver al chico lo extremadamente colorada que estaba ___________, su corazón latía muy rápido y estaba comenzando a sudar como “animal” eso no era buena señal –
¡Huy… lo siento! – Se disculpó ____________ al pisar el pie del chico…
¡Ausch! – Exclamó él al sentir otro machucón –
¡Lo siento! Le dije que no puedo… permiso…
¡Espera! Es normal que acabes con los pies de tu profesor la primera vez, no vas a bailar perfectamente con la primera lección – Sonreía él tan bellamente que parecía un príncipe, ¿Sería posible que __________ hubiera encontrado a su príncipe? –
¡Se lo agradezco pero no debo estar aquí! Usted es un invitado y yo soy…
¿Quién eres? ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan asustada? – En eso la persona menos indicada llega de improviso –
¡Gianluca! ¿Qué haces afuera? ¿Y con “ésta”? – Dijo Azalea mirando despectivamente a _____________ que cerró sus ojos muy preocupada, hoy no se salvaba de un buen castigo y para colmo… él era Gianluca Ginoble… el prometido de la señorita de la casa –