Capítulo 9.

La pobre _____________ no podía creer la infinidad de cosas que debía hacer… limpiar el salón de baile ¡Otra vez! Lavar las ventanas, sacudir todos las lámparas de la mansión, lavar la ropa, pulir la vajilla, cambiar todas las flores de todos los floreros y colocar nuevas y frescas, barrer y trapear las habitaciones, ordenar el ático… y mil cosas más.

¡No acabaré a tiempo jamás! Mamá tenía razón – Se dijo comenzando sin ninguna motivación a limpiar el gran salón de baile –

¡______________! ¡_______________! Qué bueno que te encuentro rápido, ¡Gianluca me dijo que te invitó al baile y yo no cabía de la emoción! Al fin tu primer baile y… ¿Qué te pasa? – Preguntó Gaby algo preocupada al notar la tristeza de ____________ en lugar de alegría –

¡No iré Gaby! – Dijo sacudiendo las cortinas de las ventanas –

¿Por qué? – Dijo casi llorando –

¡Tengo mucho que hacer! y la señora no me dará permiso sino termino y… jamás lo haré a tiempo – Exclamó tomando un paño húmedo y limpiando las ventanas –

¡No puede ser tanto! Quizá si te apuras… ¡Por todos los cielos! ¿Qué es esto? ¡El listado de quehaceres para toda la servidumbre por un año! ¿O qué? – Dijo exaltada cuando ____________ le mostró el listado de cosas que debía terminar para ese mismo día –

¡No! Es el listado de cosas que YO debo hacer para hoy… ¡No podré terminar y además aunque lo hiciera! No tengo que ponerme, no me dará tiempo para ir a la tienda de disfraces a buscar algo decente y…

¡Amiga! ¡Schhh! ¡Déjale esto a tu súper mega ultra mejor amiga! Yo me encargo – La calló Gaby subiendo las mangas de su blusa y acomodándose el cabello como quién se prepara para hacer algo grande –

¿Pero no hay nada que puedas hacer? y además el disfraz…

¡El disfraz te lo tengo preparado desde hace tiempo! Así que de eso no te preocupes, ahora lo importante es terminar todo lo de esta monstruosa lista… humm… - Dijo muy pensativa colocando su dedo índice en el mentón en señal de que estaba planeando algo –

De repente Gaby tuvo la reacción que seguramente Einstein  tenía cuando se le ocurría algo increíble, reunió a toda la servidumbre y les habló como toda una general.

¡Amigos! Estamos aquí reunidos… no para casar a nadie todavía… Jajajajaja ¡soy tan graciosa! – Se interrumpió ella misma con una de sus tantas ocurrencias mirando a __________ que no le encontraba la gracia por ningún lado –

¡Gaby! ¡Concéntrate! – Pidió ___________ algo apenada observando a todo el personal de servicio que estaba frente a ellas en ese momento –

¡Ah! Ok, ok! ¡Me calmo! Retomando el asunto, mi tía y mi prima salieron de compras y al salón de belleza que buena falta les hace y además les tomará todo el día ahí… - Volvió a reírse desviándose de lo importante –

¡Gaby! – Exclamaron todos al mismo tiempo tratando de que llegara al punto de interés –

¡Ya voy! No tienen sentido del humor, qué aburridos… en fin… amigos nuestra querida ______________ ha sido invitada a una fiesta… - Todos aplaudieron en ese momento muy felices –

¡Sí! es maravilloso, pero mi tía “bruja con escoba incluida” no le dará permiso sino termina todo lo de esta lista… así que me preguntaba ¿Si nos podían ayudar? – Ese comentario hizo reír a todos e inmediatamente estuvieron de acuerdo en ayudar con las obligaciones de esa lista para que su pequeña princesa ____________ asistiera a su primer baile –

¡Awwww! Muchas gracias a todos – Exclamó muy emocionada Gaby y su amiga ni hablar, así que todos se pusieron a trabajar acabando a tiempo con todo lo de la lista –

¡No lo puedo creer! ¡Se ha terminado todo! – Decía _____________ corriendo de un lado a otro muy feliz –

¡Así es! Tener amigos es de mucha ayuda sobre todo en situaciones así… y ¡Mira lo que me trajeron de mi casa para ti! Lo pedí esta mañana – Dijo mostrándole un paquete que _____________ devoraba con los ojos llenos de brillitos –

¿Qué es? – Preguntó como niña ilusionada por un regalo sorpresa –

¡Es tu vestido de princesa! – Le contestó sacando un bellísimo vestido corte princesa color mostaza parecido al vestido de la princesa Bella que brillaba como estrella y cuya tela era tan delicada que parecía un pedacito de nube en sus manos –