Cada beso era una descarga de adrenalina por todo el cuerpo para los dos, jamás Gianluca había sentido tanto deseo por alguien, ella era como la medicina que el doctor del corazón le había recetado, __________ tampoco era indiferente ante ese arranque de locura, ese hombre la estremecía como nunca y se le olvidó todo lo que le habían dicho antes, para el amor… no existe posición social.
¿Qué están haciendo? ¡Pónganse la ropa! – Decía Gaby mientras se tapaba los ojos acercándose a ellos pero no podía esconder su sonrisa de alegría, Gianluca al fin dejó respirar a _____________ para voltear a ver a la persona que los había descubierto –
¡Qué exagerada eres Gaby! – Sonrió pícaramente Gianluca abrazando a ____________ completamente pegada a su cuerpo –
¿Exagerada? ¡Con semejantes besos sólo falta que se quiten la ropa! ¡Qué bárbaros! Casi te la comes Gianluca, ve no más como la tienes toda agitada… eres una mala influencia, has hecho que mi amiga peque – Bromeaba Gaby entre enojada y contenta, lo hacía por molestarlos pero la verdad era que estaba feliz por ellos –
¡No regañes a mi novia! – Dijo dándole otro beso a ___________ que casi se muere al escucharlo decir “mi novia” –
¿Tu novia? Ay Gianluca, Gianluca… si mal no recuerdo tú eres Gianluca Ginoble, el prometido de Azalea Castillo, ¿Si ubicas? No es que me guste la idea pero mi prima bruja insoportable merece algo de respeto – Las palabras de Gaby eran ciertas, él debía solucionar su situación de inmediato –
¡Lo sé! por eso terminaré con el compromiso, intenté hablar con ella hoy pero no me salió muy bien, ella no escucha y no entiende y…
¡Típico! Para decirle algo como esto a mi prima debes amarrarla a una silla y explicárselo con manzanas – Eso hizo reír mucho a Gianluca que no soltaba a __________ ni un segundo –
¡Mira que no es mala idea! Me voy… debo comenzar diciéndole a mis padres, adiós mi princesa – Dijo volteándose a ___________ y volviendo a besarla se despidió –
¡Recuerda lo que dijiste! – Le recordó Gaby algo retadora, aunque fuera él y lo quisiera mucho no iba a permitir que lastimara a su amiga –
¡Sí Gaby! Terminaré con esto, lo prometo – Dijo dándole un beso en la mejilla y alejándose rápidamente –
¡Sabes que estás loco Gianluca Ginoble! – Le gritó Gaby sonriendo –
¡Sí! ¡Pero loco de amor por ella! – Le contestó gritando también ya que iba a una distancia considerable y señalando a ___________ –
¡Creo que me voy a desmayar! – Suspiró _____________ apoyándose en la pared, la misma pared que había sido testigo de esa pasión –
¡Pues desmáyate amiga! Ya que tienes a tus pies al hombre más guapo, rico, educado y codiciado por todas las mujeres habidas y por haber de esta tierra – Le decía Gaby toda emocionada al saber que su amiga estaba siendo correspondida por su príncipe –
¡Ahhhhhhhhhh! ¡Parece un sueño! Una historia de cuentos de hadas y por fin me tocó ser feliz a mi – Exclamaba _____________ abrazando a Gaby que también estaba muy feliz pero… debía hacerle ver el lado negativo de esa felicidad –
¡__________! Debes tener cuidado, Azalea no es de fiar mucho menos mi tía, no quiero que te maltraten mucho más de lo que lo hacen al saber que Gianluca te ama a ti y no a ella y pues… sólo ten cuidado – Le aconsejaba muy sabiamente Gaby acariciando su cabello que aún continuaba algo alborotado por las manos de Gianluca –
¡Sí! gracias Gaby…
¡Hola! __________... puedo presentarte a alguien – Dijo la señora Ángela sorprendiendo mucho a las chicas que esperaban no hubiera escuchado mucho y más cuando vieron que a su lado estaba un chico de su edad muy sonriente y encantador –
¡Señora Ángela! Claro… - Exclamó ___________ mirando algo extrañada al chico que le sonreía con toda confianza –
¡Él es mi hijo Elías! – Dijo mirando al chico y luego a ___________, se lo presentaba muy emocionada… como si fuera algo muy importante para ella que ella conociera a su hijo –
¡Mucho gusto ____________! – La saludó Elías muy amablemente acercándose y dándole un dulce beso en la mejilla –
¡Es un gusto! – Contestó ______________ algo extrañada pero no desconfiaba de la señora Ángela y Elías… le inspiraba la misma confianza sin saber por qué –