Al día siguiente Gaby llegó de visita por supuesto para ver a ____________, ni su tía ni su prima le inspiraban el más mínimo ánimo de verlas mucho menos tratarlas, si ella llegaba a esa casa era solo por ___________.
¡Hola! – Saludó al mayordomo que le abrió la puerta –
¡Buenas tardes señorita Gabriela! Pase adelante – Dijo amablemente indicándole que tomara asiento en la sala –
¡Gracias! ¿__________ terminó sus labores? – Decía sentándose y sacando su celular –
¡Sí! pero ella ha salido de compras, volverá pronto, si desea esperarla…
¡Sí claro! Gracias – Dijo con una sonrisa –
Pasaron los minutos y cuando llegó a la hora estaba desesperada, se movía de un lado a otro y ni su celular la distraía.
¡Cómo se ha tardado _____________! – Gritó dejando caer su cabeza en el respaldar del sofá –
En eso se acordó que en la oficina de su tía habían muchos chocolates y dulces, no le daba permiso de comerlos… ¿Pero quién lo notaría? De inmediato se levantó y se dirigió a la cueva de la bruja… pensando que ella no estaba en casa y tardaría en volver.
¡Aquí están! Comiendo estos dulces importados podré esperar todo lo que sea necesario… ¿Qué? – Exclamó poniendo atención a una conversación que se escuchaba a lo lejos –
¡Te mandé a llamar porque la situación se ha salido de control! – Escuchó a su tía que abría la puerta y como un rayo se escondió detrás de un sofá, un segundo más tarde y la descubriría, ¡Ella ya le había prohibido entrar y robarse los dulces! Se pondría como leona de jungla si la veía ahí y demás está decir que le tenía algo de miedo –
¡Han pasado tantos años! nadie ha dicho nada, nadie recuerda nada, tú te encargaste de ubicar todas las piezas en tal orden que nadie sospechara nada… ni siquiera sobre ella – Le decía un hombre que la acompañaba, entraron y su tía tomó asiento en su escritorio mientras el hombre tomaba asiento en una silla frente a ella –
¡Lo sé! pero ahora resulta que tengo noticias de la nada sobre Sofía Magdalena que me acusa y me están investigando ¡Ni siquiera la conozco! Pero vaya que se ha convertido en un problema – Decía toda alterada y todo eso estaba confundiendo a Gaby que más bien de los nervios por ser descubierta no ponía mucha atención –
¡Cubrimos muy bien el cambio de testamento! Y sobre ella… ni hablar, NO EXISTE porque nadie la vio nunca, no te pueden comprobar nada – Dijo muy tranquilo ese hombre con gesto cínico –
¡Puede ser! Eres mi abogado y creo en ti, me has ayudado en todo y estoy muy agradecida pero… si la hermana de mi esposo ahonda más en el asunto puede llegar a conclusiones que me perjudicarían – Le decía algo preocupada, al parecer sí había hecho algo… más bien sí había hecho todo de lo que la acusaban –
¡Ella no tiene como probarte nada! Lo único sería el testamento original y ese lo tienes bien oculto…
¡No entiendo lo de guardarlo! Debí quemarlo… es una bomba de tiempo en contra mía – Interrumpió muy nerviosa –
¡Ésa bomba de tiempo también es legal y está registrado! Nosotros mostramos el testamento que nos convenía y cambiamos el registrado también para que coincidieran por eso no hay problema, sólo si tienen en su poder el original podrían hacer algo pero eso no será posible… ya que está “perdido” y ni siquiera saben que existe, todos creen que el leído es el único, además otra razón de peso para no deshacerse de el original es que simplemente necesitamos la firma de su esposo para seguir falsificando cuanto documento quiera y esa firma original solo está en ese testamento, de ahí es más fácil tomarla – Gaby estaba en shock, ¿Todo eso había hecho su tía? ¿Pero a quién se referían con “Ella”?
¡Lo sé! igual… necesitamos esa firma ¿Cierto? – Dijo de mala gana abriendo una gaveta secreta en su escritorio, de ahí sacó unos papeles… que parecían importantes –
¡Quieres verlo de nuevo! – Exclamó con gesto odioso su abogado –
¡Me casé con él! Yo debía heredarlo todo… ¡Pero no! Se lo dejó todo a ella… ¡Cómo te odio Castillo! – Dijo muy furiosa tirando los papeles en el escritorio –