NICK
Cuando llegamos a la comisaría de North Hollywood, Luca y Lion
estaban apoyados contra su coche, Luca fumando y Lion con las manos
en la cabeza. Cuando me vio, su mirada pareció iluminarse, aunque
estaba que daba pena mirarlo.
No me podía creer que hubiesen arrestado a Jenna, ella ni siquiera
había corrido y esto podía convertirse en un buen marrón si no
procedíamos con cautela.
- ¿Qué ha pasado?-dijo Noah acercándose a Lion mientras se quitaba el
casco que le iba demasiado grande de la cabeza.
Cuando me acerqué a ella se lo cogí de las manos y me lo colgué del
codo. - ¡¿Cómo la han cogido?!
-La policía llegó al descampado primero, lo que obviamente supone que
alguien dio el chivatazo-dijo Lion y se acercó a mí-
¡Como pille a quien ha sido te juro que lo mato!
-Tranquilízate-dije intentando pensar qué hacer. Podía llamar a mi
padre, pero joder, como se enteraran de lo de esta noche no tenía ni
idea de lo que podía llegar a pasar. Mis ojos se clavaron
momentáneamente en Noah y en como su madre reaccionaría si sabía lo
que habíamos estado haciendo.
- ¿Dónde está Jenna? ¿La tienen encerrada?-dijo Noah con la clara
intención de meterse en la comisaría. Di un paso adelante,
apresurándome para detenerla.
-Ni de broma, Noah, no quiero ni que pongas un pie ahí dentro, quédate
aquí y espera con Lion mientras hago unas llamadas.
Noah y Lion me miraron fijamente, pero decidieron hacerme caso por
una maldita vez. Abrí la agenda de mi teléfono y un nombre se me vino
directamente a la cabeza.
Era la última persona a la que le pediría ayuda pero llegados a esta
extremo... El teléfono sonó lo que me parecieron horas hasta que al final
me contestaron.
-¿Por qué demonios me llamas a la cuatro de la madrugada, Leister?-
dijo una voz pastosa al otro lado de la línea.
Respiré hondo tragándome mi orgullo.
-Necesito tu ayuda, Sophia.
Media hora más tarde seguíamos esperando a que mi dichosa
compañera de prácticas decidiera hacer acto de presencia.
Había acudido a ella porque sabía que tenía contactos por esta zona. Su
padre vivía en uno de las urbanizaciones de por aquí, y además ahora
mismo ella era la que llevaba los casos pro bono, por lo que estaba
bastante acostumbrada a trabajar en casos donde los menores
infringían la ley. Si no recordaba mal la semana anterior había librado a
un adolescente de la cárcel por posesión de maría y había conseguido
que borrasen los antecedentes de su historial. Sophia Aiken podía ser un
coñazo pero sabía lo que se hacía.
Mientras esperábamos le había dicho a Noah que se metiera en el
coche. Hacía un frío que pelaba los huesos y el vestidito que llevaba no
era para nada apropiado para estar en esta zona rodeado de policías y
convictos que entraban o salían de la comisaría. No quería que nadie
pusiese los ojos en ella y después de que dos tíos con pinta de drogados
se la quedasen mirando obscenamente decidió hacerme caso y meterse
en el coche a esperar. Era eso o matarme a golpes con ellos, así que
supongo que decidió bien.
Un todo terreno blanco apareció por la esquina y supe que era ella. Les
indiqué a mis amigos que se quedasen donde estaban, no quería que
Sophia sospechase que habíamos estado todos metidos en esta
pesadilla. Por lo poco que sabía Lion, había ocurrido todo muy deprisa,
a Jenna no le dio tiempo ni a montarse en el coche, la pillaron mientras
todos salían corriendo. No había sido la única arrestada, pero ahora
mismo no podía preocuparme por nadie más, todos sabían a lo que se
arriesgaban viniendo a las carreras y mi prioridad número uno era
Jenna.
Por suerte el coche de Noah se lo habían llevado y después de haber
hablado con Cruz, me dijo que se encargaría de que nos lo llevaran a
casa de mi padre al día siguiente. Lo único que me faltaba es que la
policía hubiese apuntado la matricula de Noah, y ella acabase
metiéndose en un lío.
Me alejé del coche de Lion y me acerqué a Sophia.
-Me debes una tan grande que no te van a dar los días ni los años para
compensarme-soltó bajando del coche impecablemente vestida aunque
con el pelo recogido en una cola un poco desaliñada.
Hice el máximo esfuerzo para no poner los ojos en blanco.
-Gracias por venir-dije poniendo mi mejor cara. Ella pareció disfrutar de
la situación porque no dudó ni un instante en sonreírme con
superioridad.
- ¿Acabas de darme las gracias?-dijo mirándome con perversa diversión-
Creo que me gustaría oírlo de nuevo.
Di un paso hacia ella.
-Te las daré si sacas a mi amiga.
Supongo que mi cara debía de ser un poema y sus ojos se desviaron de
los míos al coche de Lion donde los tres, Luca incluido, esperaban con
nerviosismo.
-No sé en que líos te metes, Leister, pero te juro que cada día me intriga
más saber en qué andas metido.
Sus ojos me observaron con curiosidad y tuve que armarme de toda mi
paciencia para no mandarla a la mierda.
- ¿Puedes sacar a mi amiga o no?
- ¿Cómo se llama, si se puede saber?
Dude unos instantes.
-Jenna Tavish.
Sus ojos se abrieron un poco.
- ¿Tavish? ¿De Tavish Oil Corporation? ¿Esos Tavish?
Asentí poniéndome nervioso.
- ¿Es una broma no?-dijo enfadándose, aunque ya suponía que iba a
hacerlo- ¿Me llamas a mí, a una becaria para que saque de la cárcel a la
hija de uno de uno del principales magnates del petróleo?
-No queremos que nadie se entere, necesitamos discreción, además ella
no ha hecho nada, simplemente estaba en el lugar y el momento
equivocado.-dije rezando para que todo esto no acabase muy mal.
Sophia soltó una carcajada mientras rebuscaba en su bolso.
-Si tuviese que cobrar un dólar cada vez que un delincuente ha dicho
eso...