Los mexicas llamados en la historiografía tradicional aztecas, fueron un pueblo mesoamericano de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan. Hacia el siglo XV, en el periodo Posclásico tardío, se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que se conoció en Mesoamérica, asentado en un islote al poniente del lago de Texcoco, sobre los márgenes centro y sur de los lagos, como en Huexotla, Coatlinchan, Culhuacan, Iztapalapa, Chalco, Xico, Xochimilco, Tacuba, Azcapotzalco, Tenayuca y Xaltocan, hacia finales del Posclásico temprano hoy prácticamente desecado. Sobre el islote se asienta la actual Ciudad de México, que corresponde a la misma ubicación geográfica. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México —Tlacopan y Texcoco—. Los mexicas sometieron a varias poblaciones indígenas que se asentaron en el centro y sur del territorio actual de México, agrupados territorialmente en altépetl.
Los mexicas son caracterizados por la explotación de cultivos altamente simbióticos —dependientes de manipulación humana, como maíz, chile, calabaza, frijol,cacao, etc.—; el uso extensivo de plumas para la confección de vestimentas; el uso de calendarios astronómicos —uno ritual de 260 días y otro civil de 365—; una sofisticada metalurgia prehispánica ornamental y militar basada principalmente en el bronce, oro y plata;[6] una escritura en forma de pictogramas, usada para documentar hechos y cálculos de obras arquitectónicas basados en un sistema métrico propio para medir terrenos, comparable a otros sistemas de medida de la Edad Moderna;[8] el uso extensivo de productos derivados de las cactáceas y agaves; y el tratamiento de rocas ígneas (obsidiana) con fines quirúrgicos y bélicos.
Los mexicas fueron el último pueblo mesoamericano que formó una rica y compleja tradición religiosa, política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística aprendida y desarrollada por los pueblos de Mesoamérica a lo largo de muchos siglos. Junto con los mayas son el tema más estudiado de la historia mesoamericana, dado que se conservan fuentes documentales y arqueológicas, así como numerosos testimonios hechos en su mayoría de forma posterior por sobrevivientes de la Conquista de México. Eran el pueblo más poderoso del continente antes de la llegada de los españoles. Este pueblo desarrollo importantes aportaciones al mundo y a la agricultura.
El período mexica o azteca fue una fase más de otras culturas y períodos arqueológicos, entre los que destacan:
Filogenéticamente, está claro que los nahuas hablan lenguas relacionadas con los pueblos uto-aztecas del norte de México y sur de Estados Unidos, y existen diversas evidencias de que migraron hacia el final del I milenio d. C. hacia el sur hasta alcanzar el centro de México. Los propios mexicas recogen esta migración en diversos relatos legendarios, que pueden contener algún elemento histórico real, que explican las fases de su migración hacia el sur.
La mitología mexica, siendo muy diversa, pero reforzada bajo el mandato virtual de Tlacaélel, situó el origen mítico en Chicomóztoc (en náhuatl: chicome-oztotli-co‘Lugar de las siete cuevas’), sitio relacionado con Aztlán —de donde viene el gentilicio azteca—, aunque no existe consenso sobre el punto exacto donde se encuentre el sitio por tratarse de un sitio mítico. La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística en México.
El etnónimo azteca fue popularizado por investigadores muy posteriores a su tiempo. Sin embargo, cabe mencionar que los mexicas no se llamaban a sí mismos de esa forma, y que fue resultado de una mala designación posterior; y que las crónicas posteriores los nombraron en todo momento como «mexicanos» o «los de México».
A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los altépetl sometidos, a los que les imponían fuertes cargas tributarias. Esta situación fue aprovechada por los recién llegados en 1519, que rápidamente establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecatl.
Tras la caída de México-Tenochtitlan, la élite gobernante mexica fue sometida e integrada gradualmente a la sociedad colonial, recuperando muchos de ellos cargos y privilegios. El resto de la sociedad mexica sufrió una serie de colapsos -principalmente el demográfico- en todas sus estructuras, pero fueron muchas las continuidades y resistencias que permanecieron por mucho tiempo y hasta nuestros días en los pueblos indígenas de México, aunque el grueso de la población entró en un proceso de una caída demográfica histórica en menos de un siglo sufrida por todos los pueblos indígenas por las nuevas enfermedades europeas.
En la historiografía de Mesoamérica, aparecen los términos nahuas, mexicas y aztecas como vagamente equivalentes. Sin embargo, no deben ser tomados como sinónimos. Estos tres términos aparecen cuando se habla de los habitantes que se situaron en el Valle de Anáhuac, principalmente en el islote de Tenochtitlan durante el siglo XVI: